La caza de un lobo en León por un riosellano reabre el debate en Asturias
Desde el Principado ya se indicó a 
los ganaderos que no se descarta permitir medidas similares en la región
 para controlar la especie  
26.11.13 - 00:25 - 
Cazar un lobo no es fácil, más bien es cuestión de suerte. 
Como la que el pasado sábado tuvo el riosellano Olegario García en la 
Montaña de Riaño a donde se desplazó con su cuadrilla para participar en
 una batida de jabalíes. Ésta se desarrolló en el municipio de Boca de 
Huérgano, situado al este de Riaño y al sur de Valdeón, una zona en la 
que la Junta de Castilla y León ha autorizado para esta temporada la 
caza de 26 lobos, de los 50 permitidos en la provincia y los 137 
capacitados en el conjunto de la comunidad autónoma vecina. El lobo, el 
animal salvaje que mejor representa el espíritu agreste de naturaleza en
 la península ibérica, se ha convertido en una apreciada pieza de caza. 
Sobre todo en Asturias, donde la especie está protegida y los controles 
poblacionales sólo se realizan con personal de la guardería. Sin 
embargo, la suerte de Olegario García le llevó a encontrarse con uno de 
estos escurridizos ejemplares en la mañana del sábado. En el ambiente 
tres grados bajo cero y en la lejanía, entre el matorral, una pieza no 
identificada. «Yo estaba en una zona alta cuando la vi bajar. Por el 
tamaño parecía un corzo, pero al ver que descendía en zigzag pensé que 
podría tratarse de un perro de nuestros monteros», explicó García. Se 
tranquilizó, evitó disparar al bulto, pero mantuvo el rifle encañonado 
en todo momento hasta que se acercó lo suficiente. «El animal me vio, 
frenó en seco, me enseñó los dientes y giró a la izquierda. Fue entonces
 cuando disparé acertándole en el cuello. La suerte del cazador, porque 
para hacerte con un ejemplar de este tipo hay que tener el día. Primero 
tienes que verlo, que te salga y luego tener la fortuna de acertarle», 
explicó Olegario García. 
Después de toda una vida practicando el deporte de la caza 
es el primer 'Canis lupus' que consigue cazar. Un trofeo que a la 
cuadrilla le costó 1.200 euros, los que le tuvieron que pagar a la Junta
 de Castilla y León por hacerse con la pieza. La transacción se realizó 
ante el guarda forestal de turno quien extendió el precinto 
correspondiente en el que se recogen los datos del animal, un lobo de 
unos dos años de edad. La del sábado fue una jornada «redonda» para este
 cazador, que también dio muerte a una jabalina de 104 kilos de peso, 
«que seguro nos aporta una chorizada bárbara». El lobo, por el 
contrario, llevará camino del taxidermista para su posterior exhibición.
 
Manifestación
La caza de este lobo en los montes leoneses próximos a los 
Picos de Europa se produce a escasos días del 28-N, jornada de 
movilización convocada por los ganaderos asturianos en defensa de la 
ganadería tradicional. Una manifestación que se desarrollará por las 
calles de Oviedo para reclamar, entre otras cosas, actuaciones 
contundentes contra el lobo. Como estas tardan en llegar, algunos 
ganaderos agradecían el gesto de Olegario García. Este también se 
adelantaba a las previsibles críticas que le podrían llegar desde los 
colectivos conservacionistas. «Yo respeto a todo el mundo. Entiendo que 
el ecologismo tiene su parte buena y hasta cierto punto les defiendo, 
porque gracias a ellos no todo acaba en destrucción. Pero también hay 
que entender a la gente que vive del campo y la ganadería y sufre los 
daños permanentes que ocasiona esta especie», explicó. Este empresario 
riosellano entiende que el equilibrio entre unos y otros es un tema que 
no es de su competencia. «Yo soy un simple cazador que paga sus 
permisos. Si la Junta de Castilla y León autoriza su caza es porque lo 
consideran necesario para mantener ese equilibrio. Si el lobo causa 
muchos daños hay que tomar medidas», añadió. En la vecina comunidad 
autónoma se ha calculado un censo estimado de dos mil lobos. Es Asturias
 son muchos menos, pero la Junta General del Principado no descarta 
tomar medidas similares, autorizando la caza de esta especie en algunas 
batidas de jabalí. Así se lo prometieron a los representantes ganaderos 
de los Picos de Europa en una reciente reunión. De momento sólo se ha 
quedado en palabras.