El Ministerio de Medio Ambiente se lanza a la caza del lobo español
  El Ministerio de Medio Ambiente insiste ante Europa en su plan para
 desproteger la especie y convertirla en pieza de caza en todo el 
territorio
García Tejerina pone como excusa los daños a la ganadería, aunque entre 2010 y 2012 las indemnizaciones en Castilla y León sumaron 108.000 euros
Los ecologistas adivierten que esta medida puede significar la extinción de la especie en grandes zonas del sur de España
       
García Tejerina pone como excusa los daños a la ganadería, aunque entre 2010 y 2012 las indemnizaciones en Castilla y León sumaron 108.000 euros
Los ecologistas adivierten que esta medida puede significar la extinción de la especie en grandes zonas del sur de España
      El lobo ibérico está totalmente protegido al sur del Duero, por ahora. / Ana Retamero, EA.
    
 El Gobierno español aprovecha la renovación de la 
Comisión Europea (CE) para relanzar su idea de permitir la caza del lobo
 al sur del río Duero. Tras ver rechazado su primer intento en 2012 
–necesitaba un sustento científico del que carecía–, el mandato del 
nuevo presidente de la CE, Jean-Claude Juncker, abre una ventana a esta 
vieja aspiración. Juncker ha pedido "realizar una profunda evaluación de
 la Directiva de Hábitats y valorar el potencial de convertirla en una 
ley más moderna". Bruselas ya avisó hace dos años que no se realizaría 
una revisión específica para una especie sino que siempre sería dentro 
de un proceso general como el ahora anunciado.
 Así 
que la ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ha dejado 
clara la postura del Ejecutivo: "Mantengo el compromiso de mi antecesor 
en la lucha contra el lobo". El lobo ibérico ( Canis lupus signatus)
 es una especie totalmente protegida en la zona sur por la legislación 
española y la directiva europea Habitats. Pero desde que el futuro 
comisario europeo, Miguel Arias Cañete, tomó la cartera de Medio 
Ambiente (MAGRAMA), España trata de convencer a Bruselas de que elimine 
esa protección para poder declararlo pieza de caza. Cañete argumentaba 
que el lobo era "una grave amenaza para la ganadería". En febrero de 
2012 envió la solicitud. Pera la CE exigió "datos sólidos" para 
plantearse el estudio. 
 El 24 de junio pasado, el 
consejero de Fomento y Medio Ambiente de Castilla y León, Antonio 
Silván, le recordó al MAGRAMA el deseo de volver a permitir la caza del 
lobo al sur del Duero. El lenguaje oficial dice: "eliminar los dos 
estatus" de la especie. Tejerina ha hecho suya esta política y pretende 
convencer a la nueva Comisión Europea que está en formación. Y aunque el
 MAGRAMA todavía ultima un censo de ejemplares nacional para finales de 
año, anuncia un escrito de petición ante Bruselas. Aunque debe estar 
esperando al cambio de titular ya que un portavoz de la Comisaría de 
Medio Ambiente contestó el 12 de septiembre a eldiario.es que el texto 
oficial como tal "no ha llegado todavía".
 Tejerina y Cañete han enarbolado la razón del daño al  negocio de la ganadería.
 Sin embargo, "No es un problema económico", cuenta Theo Oberhuber, de 
Ecologistas en Acción. "Gracias a la protección, ha habido cierta 
recolonización y algunos ganaderos, quizá por comodidad al haberse 
exterminado anteriormente, prescinden de prácticas útiles como recoger 
los rebaños o usar mastines", explica.
 La Junta de Castilla y León inició el pago de indemnizaciones por daños
 al ganado el pasado agosto. Tramita los primeros 88 expedientes que 
sumarán poco más de 50.000 euros. Además, la Junta ha estado dilatando 
el abono de este dinero al estar litigando contra una sentencia del  Tribunal Superior de Justicia que, en esencia, obligaba a un pago más rápido y general. Llevó el caso hasta  el Supremo
 que el 22 de marzo de 2013 rechazaba los postulados del Gobierno 
regional. 16 meses después ha comenzado a indemnizar. Según los datos de
 la Dirección General de Medio Natural la cuestión económica tiene esta 
dimensión: entre 2010 y 2012 se perdieron 188 cabezas de ganado mayor y 
334 de ganado menor que generan indemnizaciones de 108.164 euros, según 
recogía  una resolución del Procurador del Común castellanoleonés.
      Lobo ibérico. Foto por flickr.com/fmunozfo
    
 Y mientras peleaba en los tribunales y no pagaba, seguía
 tramitando su petición para eliminar la protección. Se colocaba al 
rebufo de una corriente que hizo que la Diputación de Ávila aprobara el 
28 de enero de 2013 una petición para pedir a la Consejería de Medio 
Ambiente que declarara la provincia " zona libre de lobos"
 y que se tomaran "las medidas oportunas". Votaron a favor PP y PSOE y 
se abstuvieron IU y UPyD. De hecho, la Junta se apuró por preparar un  nuevo censo de lobos
 en la comunidad autónoma para el ministerio. "Está hecho sobre todo con
 estimaciones", critica Oberhuber. Con todo, el documento –finalizado en
 junio de este año– muesta que la protección de la especie al sur de la 
frontera del Duero ha tenido el efecto esperable en una medida 
conservacionista: se ha pasado de 17 a 27 manadas. En toda Castilla y 
León calculan que hay 1.600 ejemplares.
 Sin embargo, 
la Asociación Agraria de Jóvenes Agicultores (ASAJA) celebra que se le 
haya hecho caso. "Es incompatible el pastoreo con la presencia de 
lobos", postula desde hace tiempo bajo la premisa de que "donde hay lobo
 no puede haber ganadería". También cabe contaponer que la propia ASAJA 
recibe subvenciones de la Fundación Biodiversidad (dependiente del 
MAGRAMA) para el programa "la ganadería extensiva como pieza clave para 
la conservación del lobo". 63.000 euros en 2012 y 36.000 euros en 2013, 
según las resoluciones de la fundación.
 "Permitir la caza por debajo del río es  asegurar la extinción
 en Andalucía", señala Theo Oberhuber. Además, el ecologista mantiene 
que esa práctica "no no resuelve los problemas con los rebaños". Según 
su criterio, el abono rápido de las indemnizaciones y las prácticas 
ganaderas consecuentes hacen compatible el pastoreo y el lobo.