La
 Junta de Castilla y León recordó en la reunión de la junta consultiva 
de caza que los ingresos de la caza habían bajado principalmente por el 
brote de la sarna y por la presión ganadera. Estas dos circunstancias 
están afectado muy especialmente a la cabra en Anciles y, en concreto, 
al cuartel de Riaño que con la subasta de la cabra ha logrado ingresos 
considerables, dado que es la pieza más cotizada de cuantas se presentan
 a la subasta de Riaño. Muchos representantes municipales presentes en 
la junta recordaron que otro de los temas que está afectando a la caza 
es la crisis económica.
La subasta de caza de los cuarteles de 
Riaño que se celebró en 2013 alcanzó los 94.150 euros una cifra muy 
inferior a la subasta de 2012 que llegó a superar los 121.000 euros. 
En la reserva regional de caza de Mampodre, que incluye a los 
propietarios de los municipios de Puebla de Lillo y Valdelugueros, se 
recaudaron 64.000 euros. Esta cifra ha sido ligeramente inferior a la 
recaudación de 2012 que llegó a los 64.250 euros.
Uno de los temas
 que se abordó fue el referente a la posibilidad de la caza del lobo 
cuyo precio oscila entre los 1.000 y los 1.500 euros. El cupo fue de 22 
lobos entre Riaño y Mampodre. La situación del lobo sigue siendo una 
cuestión que enfrenta a propietarios y ecologistas, ya que los primeros 
consideran que se debe regular la población de ejemplares de lobos en la
 zona de Picos de Europa. En cuanto al número de jabalíes tope, que 
estaba fijado en 10 para el primer «gancho», se decidió reducirlo a 8 a 
petición de algunos asistentes.