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03 mayo, 2012

CÁGATE LORITO: NUESTROS NIÑOS Y NIÑAS NO SERAN PEGADOS COMO LOS DE VALENCIA, PODRÁN DEFENDERSE DE LA POLICIA

EDUCACIÓN | PLAN DE LA JUNTA DE CASTILLA Y LEÓN EN LOS CENTROS ESCOLARES
Clases de caza en colegios públicos para niñas y niños
La Junta de Castilla y León subvenciona un programa para enseñar a cazar dirigido a menores de entre 7 y 12 años. El proyecto está impulsado por la federación de cazadores de la región y se impartirá en colegios públicos.

María José Esteso Poves / Redacción
Martes 1ro de mayo de 2012. Número 173
http://www.diagonalperiodico.net/Clases-de-caza-en-colegios-para.html

La Junta de Castilla y León subvenciona clases de caza en colegios públicos para niños y niñas. El acuerdo fue firmado a petición de la Federación de Caza de esta comunidad y para el mismo ya se están destinando 303.000 euros.

El convenio, que contempla distintas actuaciones, fue firmado por la exconsejera de Medio Ambiente, María Jesús Ruiz, del PP, partido que gobierna desde hace más de 30 años en Castilla y León, y por el portavoz de los cazadores de la región, Santiago Itumendi Mauregui, exmilitar que preside la federación de caza. Dicho acuerdo, que se remonta al 29 de noviembre de 2010, establece la puesta en marcha de un programa denominado: “Cazador por un día”, dirigido a niños y niñas de entre 7 y 12 años de edad, “en el que al margen de explicarles el porqué la caza es necesaria, se les muestre a través de jornadas prácticas cómo se caza”.

Por su parte, Santiago Inturmendi, para justificar la puesta en marcha de estas clases de caza, llegó a asegurar que el sistema educativo enseña “la cultura del Bambi” –dice el presidente de los cazadores castellanoleoneses–, donde se les dice a los niños que los cazadores son malos y los ciervos buenos”. Tampoco se salvan los medios de comunicación, a los que el cazador acusa también de “intoxicación informativa generalizada contra esta actividad”.

“Los valores de la caza”

Según el exmilitar, “se pierde la afición a la caza entre los más jóvenes por un desconocimiento absoluto y por normas cada vez más restrictivas, por ejemplo las relativas al permiso de armas para menores, que prácticamente impiden el relevo generacional”.

No es ésta la única queja. La mayoría de las federaciones de caza, muchas en buena sintonía con los gobiernos regionales, coinciden con los cazadores de Castilla y León y se quejan de la caída de licencias de caza. Según datos del Ministerio de Agricultura, el número de licencias de caza en 1990 ascendía 1.443.514, cifra que ha descendido hasta menos de 800.000 licencias este año.

Esta actividad mueve cada año más de 2.230 millones de euros en el Estado español, según un estudio de la Real Federación de Caza, aunque otros informes elevan la cifra a 3.580 millones de euros. Castilla y León es la tercera comunidad en número de licencias, pero aun así el número de cazadores disminuye. El acuerdo con la polémica exconsejera de Medio Ambiente, dice que se “pretende trasladar a la sociedad los valores del aprovechamiento cinegético” y conseguir que “no se pierda la afición por la caza”,
El portavoz de los cazadores dice que se da “una cultura de Bambi” y que hay que rescatar el valor de la caza

Según ratifican las dos partes. De momento, la federación de cazadores ha realizado un vídeo sobre la caza que pretende exhibir en los colegios. Además, han anunciado que se van a dirigir a las AMPAS de la región para explicar a las madres y padres los beneficios de ser “Cazador por un Día”.

Armas en manos de menores

La campaña contempla clases teóricas en los colegios y también “jornadas prácticas”. Esto implica el contacto con las armas, según han denunciado ya varios grupos ecologistas. La legislación que regula el uso de armas a nivel estatal entra en contradicción legal con los planes de la Junta. El Real Decreto 137/1993 de 29 de enero especifica que los menores podrán usar, “con Autorización Especial para Menores (AEM)”, que expide la Guardia Civil, escopetas de caza una vez cumplidos los 14 años “acompañados de un mayor de edad”. La norma permite además que los menores, a partir de 16 años, puedan usar rifles de caza, bajo supervisión de un mayor de edad. En la actualidad, más de 13.000 menores, entre 14 y 18 años, cuentan con licencia de armas, según datos de la federación de caza.

Rebajar la edad para cazar

Pero no sólo la Junta de Castilla y León pretende fomentar este negocio entre los menores. La nueva Lei de Caza de Galicia que prepara la Xunta rebajará de los 16 a los 14 años la edad mínima legal para conseguir una licencia de rifle. La Xunta justifica la medida porque dice “es necesario asegurar un relevo generacional” en esta práctica.

Una plataforma de 30 organizaciones sociales, culturales y ecologistas de Galicia denominada: “Matar por Matar Non” denuncia que estas medidas suponen “el retorno a la caverna” y la contradicción frente a la defensa de una educación no bélica y de respeto con el entorno.

Por su parte, Ecologistas en Acción de Castilla y León lamenta que medidas similares se adopten en su comunidad. En un comunicado, esta organización explica que esas clases para escolares contribuyen a “educar a los escolares a matar por diversión”. Los ecologistas cuestionan también el carácter ambiental y educativo del que la Junta reviste este apoyo económico a los cazadores.
La Lei de Caza de Galicia que prepara la Xunta rebajará de los 16 a 14 años la edad mínima para las licencias de rifle

Además, recuerdan que la Junta de Castilla y León ha eliminado recientemente las subvenciones de más de 250 actividades de educación ambiental gestionadas a través de convenios firmados con asociaciones culturales, colectivos de ciudadanos y Ayuntamientos de la región. También ha despedido a la mayoría de técnicos de medioambiente contratados para estas actividades. Ecologistas en Acción pide a las AMPAS de los centros escolares “que se nieguen a que sus hijos reciban una educación bélica”.

SALIR DE LA AUSTERIDAD

Salir de la austeridad

Ignacio Ramonet
www.monde-diplomatique.es/

“La mejor fortaleza de los tiranos, es la inacción de los pueblos”. Maquiavelo

Como una sensación de asfixia. Es lo que padecen muchos ciudadanos en varios países de la Unión Europea (UE), afectados por tanta reducción, tanto recorte y tanto ajuste. Una sensación agudizada por la comprobación de que la alternancia política no modifica la “furia austeritaria” de los gobernantes.

En España, por ejemplo, a una sociedad vapuleada por las brutales medidas de ajuste adoptadas a partir de mayo de 2010 por el Presidente (socialista) José Luis Rodríguez Zapatero, el candidato del conservador Partido Popular (PP) Mariano Rajoy prometió, durante la campaña de las elecciones generales del pasado 20 de noviembre, el “cambio” (1) y “devolver la felicidad”. Venció con mayoría absoluta. Pero nada más tomar posesión de su cargo, emprendió a su vez la más agresiva operación de recortes sociales de la historia reciente de España.

Lo mismo ocurrió en otros Estados; en Grecia, por ejemplo, o en Portugal. Recordemos que, en este país, en junio de 2011, el socialista José Sócrates, después de imponer cuatro impopulares programas de “disciplina fiscal” y aceptar un no menos detestado plan de rescate de la troika (2), perdió las elecciones. Pero el vencedor conservador, Pedro Passos Coelho, actual Primer Ministro, muy crítico antes con las políticas de recortes de los socialistas, no tardó en afirmar, una vez elegido, que para cumplir con las exigencias de la UE, su objetivo era “aplicar una dosis aún mayor de austeridad” (3)...

¿De qué sirven entonces las elecciones si en lo esencial, o sea las políticas económicas y sociales, los nuevos gobernantes hacen lo mismo (incluso en peor grado) que los precedentes? Quienes se hacen esta pregunta dudan, de hecho, de la democracia. En el marco de la Unión Europea, se ha perdido el control ciudadano sobre una serie de decisiones que determinan la vida de la gente. En realidad, las exigencias –prioritarias– de los mercados están limitando seriamente el funcionamiento democrático. Muchos gobernantes (de izquierda y de derecha) están convencidos de que los mercados tienen siempre razón. Y de que el problema, según ellos, es precisamente la democracia, el debate público. Prefieren inversores competentes a “electores inconscientes”.

Por su parte, los ciudadanos tienen el sentimiento de que, dictada por los mercados, existe en Europa hoy una agenda oculta con dos objetivos concretos: reducir al máximo la soberanía de los Estados y desmantelar por completo el Estado de bienestar. Si quedan dudas a este respecto, basta leer las recientes declaraciones de Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE), en las que afirma: “El modelo social europeo está muerto y quien dé marcha atrás en los recortes presupuestarios provocará una sanción inmediata de los mercados (...) En cuanto al Pacto Fiscal europeo (4), se trata en realidad de un avance político mayor porque gracias a ese tratado los Estados pierden una parte de su soberanía nacional” (5). Más claro, imposible.

En realidad vivimos en una suerte de despotismo ilustrado en el que la democracia se define menos por el voto o por la posibilidad de escoger, que por el respeto de reglas y tratados (Maastricht, Lisboa, MEDE (6), Pacto Fiscal) adoptados hace tiempo o en vías de ratificación ante la indiferencia general, y que resultan verdaderas cárceles jurídicas sin posible evasión.

De ahí, de nuevo, las preguntas de tantos ciudadanos defraudados: ¿sirve de algo votar, si estamos condenados a elegir gobernantes cuya función consistirá en aplicar reglas y tratados definidos una vez por todas? (7).

Tenemos un caso de “disimulación democrática” ante los ojos: precisamente el del Pacto Fiscal europeo. ¿Por qué no existe un debate público sobre este Pacto, actualmente en vías de adopción, que va a condicionar la vida de millones de ciudadanos? Como el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) del que depende, ese Pacto constituye un ataque brutal contra los derechos de los ciudadanos. Obligará para siempre a los Estados firmantes (entre ellos España) a reducir gastos sociales, salarios y pensiones. Priorizará además la autoridad de la Unión Europea sobre las políticas presupuestarias de los Estados miembros. Y limitará las competencias de los Parlamentos nacionales, restándoles soberanía y convirtiendo a veces a algunos países en meros protectorados europeos (8).

¿Se puede salir de semejante situación? Las elecciones presidenciales en Francia abren quizás una perspectiva. No tanto por los millones de electores que, hartos y desesperados, votaron por una extrema derecha antieuropeísta y xenófoba. Sino porque el propio candidato socialdemócrata François Hollande –favorito según todas las encuestas–, ha prometido, a ese respecto, cambiar las cosas.

Consciente de que la elección del presidente de Francia afecta el curso de Europa, Hollande exige, en particular, añadir al Pacto Fiscal un paquete de medidas de estímulo, solidaridad y crecimiento. Y también que el BCE baje los tipos de interés y preste directamente a los Estados (y no a los bancos privados) para abrir de inmediato la senda de la recuperación.

Aunque los cambios demandados son mínimos y sin duda insuficientes, Hollande se opone a la canciller alemana Angela Merkel y al Bundesbank, quienes dictan en realidad las políticas económicas y financieras de la UE. Pero el socialista francés precisó que si Alemania no aprueba estas modificaciones, Francia no ratificará el Pacto Fiscal.

¿Qué pasará si, una vez elegido, Hollande mantiene su idea de sacar a Europa de la “opresión austeritaria” y de la recesión, impulsando reformas estructurales y estimulando el crecimiento? Dos cosas pueden ocurrir. Primera posibilidad: los mercados, como avisó Mario Draghi, atacan de inmediato a Francia y la ponen contra las cuerdas; Hollande se acobarda, da marcha atrás, acaba inclinándose como sus amigos socialdemócratas Zapatero, Sócrates y Papandreu ante la especulación y se convierte a su vez en el líder de izquierda más impopular de la historia de Francia.

Segunda posibilidad: sabiendo que en la UE nada se puede hacer sin Francia, segunda economía de la zona euro (y quinta del mundo), Hollande mantiene su posición y la radicaliza. Decide apoyarse en la movilización de las fuerzas populares europeas (empezando por las del Frente de Izquierda de Jean-Luc Mélenchon), recibe el soporte de muchos gobiernos europeos partidarios asimismo de políticas de estímulo y de crecimiento; consigue modificar la línea del BCE-Bundesbank. Y acaba por demostrar que cuando, en una democracia, el mandato del pueblo coincide con una firme voluntad política no hay objetivo que no se pueda alcanzar.

(1) “Súmate al cambio” fue su lema de campaña, copiado del que utilizó el Presidente chileno Sebastián Piñera (derecha) en su carrera electoral victoriosa de 2010.
(2) Constituida por el Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional.
(3) Jornal de Noticias, Lisboa, 29 de febrero de 2012. Las políticas austeritarias de Passos Coelho están conduciendo a Portugal a una catástrofe social semejante a la de Grecia; el 15% de la población activa está sin empleo (35% de los jóvenes), 25% de los portugueses se halla bajo la línea de la pobreza, y se calcula que, este año, la recesión será del 3,3%. En los últimos seis meses ha habido ya dos huelgas generales: el 24 de noviembre de 2011 y el 22 de marzo de 2012.
(4) Impulsado por Alemania, el Pacto Fiscal o Tratado para la Estabilidad, la Coordinación y la Gobernanza en la Unión Económica y Monetaria, fue firmado el 2 de marzo de 2012 en Bruselas, con la excepción del Reino Unido y de la República Checa, por 25 Estados de la UE. Obliga a cada país firmante a incluir en su Constitución un límite de déficit estructural del 0,5% y contempla sanciones automáticas para quienes sobrepasen el 3%. Su entrada en vigor está prevista para el 1 de enero de 2013.
(5) The Wall Street Journal, Nueva York, 23 de febrero de 2012.
(6) Mecanismo Europeo de Estabilidad, organismo intergubernamental creado por el Consejo Europeo (los 27 jefes de Estado y de gobierno de la UE) en marzo de 2011. Entrará en vigor el 1 de julio de 2012. Sustituye al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) y al Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera (MEEF).
(7) Léase: Christophe Deloire, Christophe Dubois, Circus politicus, Albin Michel, París, 2012.
(8) Léase: Ignacio Ramonet, “Nuevos protectorados”, Le Monde diplomatique en español, marzo de 2012.