Buscar este blog

01 junio, 2014

LOS PERROFLAUTAS SORPRENDEN A LOS CAGARRUTAS

No hay tiempo para un descanso, si te lo tomas pierdes detalles que son fundamentales para pasar alegremente por esta época que nos ha tocado vivir.

Viviamos unos días angustiosos por la amenaza de usar el verbo matar, mencionarlo antes o despues de cierto oficio era objeto de vigilancia, persecución, detención  etc., en cualquier medio, en prensa escrita, radiada, o en redes sociales y hallá en donde se produjera, lo más parecido a la famosa patada en la puerta del sr. Corcuera (lo de señor en minúscula, no se merece otra cosa). Menos mal que de momento a los jueces no se les obliga a coserse la boca y alguno que otro puso el grito en el cielo. 

Pero tras la tempestad vuelve la calma y la alegria; y así fue, mira por donde nos sale el Felipe González diciendo que habría que apostar por un pacto PP-PSOE, ¡partido único!, esto es la leche, precisamente el bipartidismo, ley electoral, es una de las particularidades que diferencian el franquismo de esta "democracia", y si este pacto se llevara a cabo, pues quedarían con el culo al aire.

No me había acabado de regocijar cuando después de toda la parafernalia y millones de euros gastados en propaganda, llegan los perroflautas y son la sorpresa de unas elecciones a Europa, que suelen ser unas elecciones para elegir a que eminencias sacamos del país por unos años antes de retirarles definitivamente al cementerio de elefantes.

PODEMOS se ha convertido en el enemigo principal de la España política, desacreditarlo se ha convertido en el leitmotiv de tertulianos y otros gurús televisivos. Fotos del PODEMOS de Chaves, para compararles con la Venezuela bolivariana (se ve que no se atreven con el WE CAN de los Yankis, o con el WIR de los alemanes), se ridiculizan sus propuestas, en fin, ¡que viene el lobo!

Ahora se abrirá la caza a la Sexta, televisión que ha dado plató a PODEMOS, una cadena que no son capaces de controlar, habrá que estar atentos a ver como acorralan a Lara.

No se qué tendrá la primavera que la sangre altera.

Miguel Valladares