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15 junio, 2009

PRENSA: EDITORIAL LA CRÓNICA DE LEÓN

Las depuradoras de Picos, una vergüenza
León se ha quejado muchas veces de la situación de Picos de Europa en comparación con las zonas de protección de Asturias y Cantabria. Pese a contar con un valor paisajístico y ecológico mayor, según algunos destacados expertos, los municipios de Oseja de Sajambre y Posada de Valdeón siguen a la deriva, sin un verdadero plan de apoyo para convertir el Parque Nacional en un modelo de conservación a nivel europeo, y no sólo por su belleza natural sino también por el papel que ha jugado históricamente el hombre a la hora de preservar el medio ambiente y la identidad de un lugar único en la Cordillera Cantábrica. A cada paso, el desencanto de la sociedad es mayor. Un buen ejemplo puede ser la depuración del Parque Regional, que afecta a un total de 13 ayuntamiento, 61 núcleos de población y 6.500 habitantes. La mayoría de las depuradoras, construidas dentro de un plan que costó nada menos que 5,7 millones de euros, no funcionan, por razones tan de cajón como falta de personal y luz eléctrica. Pese al convenio firmado hace dos años por la Consejería de Medio Ambiente y la Diputación para desbloquear una situación insostenible y criticable desde todo punto de vista, las cosas no han cambiado. Las instituciones están, por encima de todo, para resolver problemas. Picos de Europa no puede seguir ni un minuto más con unas depuradoras supermodernas que se están oxidando porque no funcionan. Cuando a los políticos se les llena la boca al hablar de medio ambiente, sostenibilidad y ecología, alguien les debería recordar la situación del Parque Regional de Picos de Europa. Habrá quien lo justifique todo en que los costes son altos. Desde luego, Picos de Europa es también un símbolo y, por lo que se ve también, una verdadera vergüenza.