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26 agosto, 2009

CORNADA DE LOBO. PEDRO G. TRAPIELLO

DIARIO DE LEÓN. CONTRAPORTADA

AL FÍN LA VOLADURA 26/08/2009  

Ayer, en medio de una gran espectación informativa y algún enfrentamiento entre facciones ecologistas, se procedió a la voladura de la presa de Riaño. Durante seis meses, hasta ser retirado el escombro y restituído el lecho fluvial original, un gigantesco tapón de cascote hormigonado atragantará el paso del río Esla en esta garganta de La Remolina. Veintidós años después de haber sido clausurado y vaciado el embalse e iniciada una lenta, incompleta y discutida restauración de los pueblos y valles anegados, «ha desaparecido el último símbolo del crimen, la presa, junto a la razonable sospecha de que pudiera ser reutilizada algún día y reembalsarse a media cota para no afectar a los tres únicos núcleos de los nueve inundados que decidieron reconstruir y reinventar, Riaño, Pedrosa y Burón». 

La razón de haber mantenido en pie la panzona «presa de bóveda» se debió a su función de único vial posible hasta concluírse la nueva red de carreteras antiguas, lo que implica también la demolición del aberrante viaducto de Riaño, cuya voladura está prevista para la semana próxima, eliminándose así su grosero impacto visual, aunque se haya utilizado estos años como soporte de muralismo reivindicativo y performances plásticas de todo orden. 

«La fecha de ayer, 25 de agosto de 2039, quedará en la memoria planetaria como el día de la victoria de una larga batalla iniciada en los primeros años del milenio», declaró alborozado Lucas Grijander Segundo, presidente de la asociación nacional de Valles Fusilados, encuadrada en la coalición política «Green Spain» que cuenta ya con doce escaños en el Congreso y presencia en numerosas instituciones. La de Riaño es la tercera de las nueve presas que el Gobierno ha aceptado desmantelar antes de 2050. 

La nota agria de la jornada la puso el viejo líder ecologista Román Ferrallo que inició en 2003 el movimiento para devolver Riaño a su estado original. Junto a un centenar de seguidores encabezó el enfrentamiento con otros ecologistas, pues sostiene hoy lo contrario: «Fue un imperdonable error nuestra terca batalla y clausurar este embalse; se ha desatado la mayor tragedia medioambiental de León; la realidad lo demuestra». (continuará )