Buscar este blog

16 abril, 2009

PRENSA: GEDEMOL

GEDEMOL GRUPO PARA EL ESTUDIO Y DEFENSA DE LA MONTAÑA ORIENTAL LEONESA
Ampliación del Parque Nacional de Picos de Europa
Sería necesario iniciar un debate sobre la posibilidad de solicitar una ampliación del Parque Nacional de Picos de Europa hacia el Sur, ocupando algunos terrenos colindantes de gran valor ambiental y de uso restringido
16/04/2009
DESDE GEDEMOL (Grupo para el estudio y defensa de la montaña oriental leonesa), entendemos que sería necesario iniciar un debate sobre la posibilidad de solicitar una ampliación del Parque Nacional de Picos de Europa hacia el Sur, ocupando algunos terrenos colindantes de gran valor ambiental y de uso restringido.

Este debate estaría ahora más justificado que nunca ante la inminente ampliación del Parque hacia Asturias y Cantabria, tras las solicitudes de Peñamellera Alta, Peñamellera Baja y Peñarrubia que aportarán 3.500 hectáreas más al Parque Nacional.

Tras analizar la ordenación del territorio en la Montaña de Riaño y con la próxima entrada en vigor de los Planes de Recuperación del oso pardo y del urogallo, gran parte de los terrenos adyacentes a los municipios de Posada de Valdeón y Oseja de Sajambre quedarán catalogados como áreas críticas, ya sea para una o para ambas especies. Dichas sectores, fundamentalmente masas forestales en montes de utilidad pública, alejados de núcleos urbanos y de zonas de pasto, dispondrán de una normativa más restrictiva que la vigente en el Parque Nacional, por lo que determinados usos y aprovechamientos en estas áreas se verán restringidos en un futuro cercano.

Sería deseable, que desde ayuntamientos como Burón, Boca de Huérgano o Acebedo, se evaluase con detenimiento la inclusión de parte de estos terrenos protegidos en el Parque Nacional de Picos de Europa, no ya con el único objetivo de mejorar su protección ambiental, sino con la perspectiva de acceder a una importante fuente de financiación a partir de unas áreas de uso muy limitado.

Una ampliación, aunque mínima, favorecería el acceso a otras fuentes de financiación y acercaría los servicios del Parque al corazón de Tierra de la Reina y Valdeburón.

Las ventajas económicas que esto supondría son evidentes. Como se ha indicado desde la Dirección del Parque Nacional de Picos de Europa, de media durante los últimos cuatro años se ha invertido 1.935.000 euros/año en Valdeón y Sajambre. Una parte de estos fondos proceden de inversiones ordinarias del propio Parque (600.000 euros/año) y el resto en concepto obras sufragadas por el «programa estrella» de Parques del Nacionales u otros programas extraordinarios (1.335.000 euros/año). De estas cantidades están excluidas las procedentes de otras administraciones como la Junta y la Diputación. Es decir, una inversión de 2.231 euros/año por habitante en la zona leonesa del Parque Nacional.

A modo de ejemplo, un municipio como Burón, podría ceder 2.800 hectáreas al norte del río Orza y al este del Tuerto, pertenecientes a Cuénabres y Casasuertes y catalogadas en más de un 80% como áreas críticas de oso y urogallo. Esta superficie, sin núcleos de población y apreciables zonas de pastos, apenas supone un 17% de la superficie del municipio, pero aplicando los varemos de inversión en Valdeón y Sajambre supondría en torno a 70.000 euros anuales en inversiones ordinarias y la posibilidad de acceder a otras sin presupuesto consolidado, como el de los «programas estrella», que en los últimos años han duplicado las cantidades invertidas por los presupuestos consolidados, todo ello sin perjuicio de cualquier otra fuente de financiación.

Lo mismo se podría aplicar en Boca de Huérgano, una posible inclusión del macizo de Vallines y los valles al norte de Salceda (Susiellas, Valloseros etcétera), excluidos de nuevo pueblos y zonas de pastos, suponen 4.500 hectáreas de montes de utilidad pública, un 16% de la superficie municipal, ocupada en un 70% por áreas críticas. De nuevo con los baremos antes citados esta aportación podría suponer unos 110.000 euros/anuales para el Ayuntamiento, más la ya mencionada posibilidad de acceder a otras fuentes de inversión, más sustanciosas si cabe.

Esta posibilidad, no tiene por qué perjudicar otras vías de desarrollo socioeconómico de la comarca, puesto que las ampliaciones no deben incluir terrenos urbanos ni de usos ganaderos o agrícolas tradicionales. Hay que recordar además que la ganadería y los aprovechamientos de leña son perfectamente compatibles con el Parque Nacional.

En cuanto a la prohibición de la caza, contemplada en la Ley de Parques Nacionales, se fijarán las indemnizaciones económicas correspondientes a las entidades propietarias de los terrenos, tal y como se hace en Cantabria y Asturias. En todo caso, el cese cinegético afectaría a una pequeña parte de la superficie, por lo que los ingresos procedentes de la caza no se tendrían porque resentir, ni tampoco los derechos cinegéticos de los que disfrutan actualmente los vecinos de la zona.

Las cifras aportadas son orientativas y dependerán de la evolución presupuestaria anual que esperemos se incremente en función del aumento de superficie protegida. Creemos que los números son importantes, e instamos a nuestros representantes políticos a evaluar con tranquilidad y sin suspicacias la posibilidad de la ampliación. Esto son sólo ejemplos y cada ayuntamiento debe estudiar su ordenación territorial y decidir, si se diese el caso, la delimitación concreta de los terrenos a ceder, pues es evidente que la iniciativa debe emanar de los propios entes locales.

Actualmente Asturias y Cantabria acaparan el 90% del turismo que visita Picos y están sabiendo sacar partido al Parque Nacional, no existen razones objetivas por las que en la parte leonesa no podamos competir con nuestros vecinos y beneficiarnos de la existencia de este espacio natural.

No cabe duda de que los espacios protegidos restringen algunos aprovechamientos en favor del medio ambiente, sin embargo están aquí para quedarse y también ofrecen posibilidades de desarrollo económico a las que no se puede seguir dando la espalda por más tiempo.

En los tiempos que corren y con el clima político actual parece una locura proponer este tipo de medidas en la Montaña Oriental Leonesa, pero las restricciones y las prohibiciones no las trae la denominación de un espacio, sino la legislación que se aplique sobre él. Esperamos que la propuesta se analice con calma y sin visceralidades, si es así, estamos seguros que al final encontraremos en ella más ventajas que inconvenientes.
GEDEMOL
DIARIO DE LEÓN.
http://www.diariodeleon.es/noticias/noticia.asp?pkid=447611

1 comentario:

Cuna del Cea dijo...

No soy partidario de aumentar el lío y la confusión respecto a Picos, pero con tal de ver Frañisquero, Cosoya, Valcarque, Susiellas y Salceda lejos de las garras de los talibanes del Buldozzer aplaudo la propuesta. Aunque como La Consejera Mentirosa dice que cualquiera de los que están en el Servicio Territorial de León podría ser director del Parque Nacional igual cambiamos el nombre del carro para seguir con el mismo chófer. Anoche soñé con la Vega Liordes plantada de pinos. ¿O eran perales?.