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26 diciembre, 2013

JUNTAS VECINALES



Pese a que inicialmente las Juntas Vecinales eran las grandes perdedoras con la Reforma de la Administración diseñada por el PP, las correcciones posteriores debidas principalmente a la presión de la “calle” han dado sus frutos y a groso modo bien podemos decir que finalmente todo se ha quedado en un mayor control de sus cuentas por medio del Ministerio de Hacienda, algo lógico si tenemos en cuenta que muchas de ellas no presentaban sus cuentas y en muchos casos, las que las presentaban a través del SAM, tampoco recorrían el camino que se presumía debían hacer.

Al final parece ser que las Juntas mantendrán sus estatus y su patrimonio, su posible desaparición depende de ellas mismas y de la legalidad y presentación en tiempo de sus cuentas, quedando un poco en el aire su posible desaparición asociada a las deudas de sus ayuntamientos, aunque también  es verdad que la propia Ley impide a los Ayuntamientos endeudarse.

Pero pensar que tras esta lucha el peligro para las Juntas ha pasado es un error, prueba de ello, de la importancia de las Juntas, lo tiene el papel que Diputación ha jugado todos estos meses: presiones, juegos con posibles subvenciones, todo ello vía diputados o de más arriba, y dirigidas a los Presidentes de las Juntas afines para que bajaran los brazos. La Diputación, una entidad administrativa que no es elegida directamente, sino que depende del “mamoneo”, se ha visto con el hueso entre sus fauces y se ha visto obligada a soltar mandíbula, pero seguro que no ha perdido el hueso de vista. Los Ayuntamientos “han callado como putas” y han quedado en evidencia, pongamos por caso Riaño, con el nuevo núcleo su Junta Vecinal quedó al margen de actuación en el casco urbano, aún así su Junta Vecinal siempre ha estado receptiva y colaboracionista con el Ayuntamiento, entendiendo como receptiva y colaboracionista el aporte de dinero comunal para auxilio de competencias municipales. En otros municipios las Juntas con competencias urbanas colaboran estrechamente con su Ayuntamiento haciéndose cargos de ciertos gastos, luz, etc. Sin embargo cuando las Juntas han necesitado el respaldo de sus  Ayuntamientos estos no han aparecido, ni presencial ni testimonialmente. ¿Deberían seguir las Juntas Vecinales subvencionando a sus Ayuntamientos?

Con el paso del tiempo se ha ido menospreciando el papel y el poder representativo de los Presidentes de las Juntas Vecinales, máximos representantes del colectivo de vecinos, se han visto ninguneados por los representantes de una clase política militarista, envolviendo a la sociedad con su propaganda, hasta el punto de dar la vuelta a la tortilla y hacer pasar a sus representantes como representantes de los vecinos, cosa que dista mucho de la realidad actual. Ser Presidente de Junta Vecinal  es ser una personalidad con capacidad jurídica, con facultad de gestión del patrimonio propio de la comunidad e interlocutor vecinal en todas aquellas decisiones en las que su Junta tenga competencia. Sirva como ejemplo de su poder la paralización de las obras de concentración parcelaria en Boca de Huérgano con la presencia de varios presidentes de Juntas vecinales del Ayuntamiento.

Lo cierto es que la Diputación y SUS Ayuntamientos no se van a quedar con los brazos cruzados tras esta “derrota”, elaboraran un plan B, sino lo han conseguido por Ley hay otras vías para controlar los dineros y manejar los patrimonios de las Juntas, por lo que en las próximas elecciones municipales, con los Ayuntamientos atados, será de vital importancia sujetar a los Presidentes de las Entidades Menores. En nuestra mano queda…la lucha continua.

Miguel Valladares

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