Una decena de asociaciones conservacionistas muestra su malestar por los incendios intencionados declarados en Picos de Europa
ICAL / León
Una decena de asociaciones conservacionistas expresó hoy su malestar por los últimos incendios de carácter intencionado que se declararon en el Parque Regional de Picos de Europa, y más concretamente por el que ha asolado más de 500 hectáreas en el municipio de Boca de Huérgano (León), en el que los servicios de extinción controlaron las llamas en la tarde de ayer. Estos nuevos incendios suponen, según declararon estos colectivos a través de un comunicado, “un nuevo golpe” al Parque Regional de Picos de Europa, un espacio protegido en el que su situación legal y económica constituye “una verdadera vergüenza” al carecer de un Plan Rector de Uso y Gestión y un plan de desarrollo económico sostenible del espacio.
Ante esta situación, estos colectivos conservacionistas denuncian que los vecinos se sienten cada vez “menos identificados” con el parque y con su protección, y rechazan el “declive ecológico sustancial” que ha venido sufriendo la montaña de Riaño (León) desde su reconocimiento como Parque Regional en 1994, con sus especies “más emblemáticas” al borde de la extinción “por la pasividad, ineficacia e incapacidad de una dirección absolutamente supeditada a los intereses cinegéticos y forestales de terceros”, declararon.
Estos colectivos destacaron también el “notable valor ecológico” de los terrenos afectados por los incendios, donde existe además una presencia constante de especies como el oso pardo, el lobo ibérico o la perdiz pardilla, entre otros, al tiempo que agradecieron el trabajo realizado por los numerosos medios aéreos y terrestres que participaron en la extinción de las llamas del incendio de la localidad de Boca de Huérgano, lo que evitó que el fuego devastase otros sectores cercanos a los focos de los incendios, lo que “habría agravado notablemente” lo que ha sido “una tragedia para la biodiversidad de la montaña leonesa”, añadieron.
En cuanto a la intencionalidad del incendio, los colectivos conservacionistas aseguraron que, desde que se detectó el primer conato “se supo que eran intencionados, nunca accidentales”, tal y como se estimó en un primer momento desde la Consejería de Medio Ambiente, ya que “el fuego partió de varios focos a la orilla de la carretera” en una madrugada en la que “no existió actividad tormentosa alguna”, por lo que calificaron como “incomprensible” que desde el Ejecutivo autonómico se declarasen como “fortuitos” unos incendios “a todas luces provocados”.
También aprovecharon este comunicado para recordar que durante el pasado invierno fueron varias las asociaciones de la zona relacionadas con la actividad cinegética las que hicieron referencia al uso del fuego “para arreglar sus disputas con la Administración autonómica”, por lo que solicitaron que la investigación de los hechos que originaron estos incendios “ponga cuanto antes” a los causantes de las llamas “a disposición de la justicia”.
Por último recordaron que los terrenos devastados son especialmente conocidos por su berrea, por lo que la calcinación de estos montes elimina “de un plumazo un atractivo y un recurso turístico más del Parque”, de manera que los pirómanos “no representan en absoluto a los vecinos de la zona”, sino que responden únicamente “a sus propios intereses”.
La Crónica de León.
ICAL / León
Una decena de asociaciones conservacionistas expresó hoy su malestar por los últimos incendios de carácter intencionado que se declararon en el Parque Regional de Picos de Europa, y más concretamente por el que ha asolado más de 500 hectáreas en el municipio de Boca de Huérgano (León), en el que los servicios de extinción controlaron las llamas en la tarde de ayer. Estos nuevos incendios suponen, según declararon estos colectivos a través de un comunicado, “un nuevo golpe” al Parque Regional de Picos de Europa, un espacio protegido en el que su situación legal y económica constituye “una verdadera vergüenza” al carecer de un Plan Rector de Uso y Gestión y un plan de desarrollo económico sostenible del espacio.
Ante esta situación, estos colectivos conservacionistas denuncian que los vecinos se sienten cada vez “menos identificados” con el parque y con su protección, y rechazan el “declive ecológico sustancial” que ha venido sufriendo la montaña de Riaño (León) desde su reconocimiento como Parque Regional en 1994, con sus especies “más emblemáticas” al borde de la extinción “por la pasividad, ineficacia e incapacidad de una dirección absolutamente supeditada a los intereses cinegéticos y forestales de terceros”, declararon.
Estos colectivos destacaron también el “notable valor ecológico” de los terrenos afectados por los incendios, donde existe además una presencia constante de especies como el oso pardo, el lobo ibérico o la perdiz pardilla, entre otros, al tiempo que agradecieron el trabajo realizado por los numerosos medios aéreos y terrestres que participaron en la extinción de las llamas del incendio de la localidad de Boca de Huérgano, lo que evitó que el fuego devastase otros sectores cercanos a los focos de los incendios, lo que “habría agravado notablemente” lo que ha sido “una tragedia para la biodiversidad de la montaña leonesa”, añadieron.
En cuanto a la intencionalidad del incendio, los colectivos conservacionistas aseguraron que, desde que se detectó el primer conato “se supo que eran intencionados, nunca accidentales”, tal y como se estimó en un primer momento desde la Consejería de Medio Ambiente, ya que “el fuego partió de varios focos a la orilla de la carretera” en una madrugada en la que “no existió actividad tormentosa alguna”, por lo que calificaron como “incomprensible” que desde el Ejecutivo autonómico se declarasen como “fortuitos” unos incendios “a todas luces provocados”.
También aprovecharon este comunicado para recordar que durante el pasado invierno fueron varias las asociaciones de la zona relacionadas con la actividad cinegética las que hicieron referencia al uso del fuego “para arreglar sus disputas con la Administración autonómica”, por lo que solicitaron que la investigación de los hechos que originaron estos incendios “ponga cuanto antes” a los causantes de las llamas “a disposición de la justicia”.
Por último recordaron que los terrenos devastados son especialmente conocidos por su berrea, por lo que la calcinación de estos montes elimina “de un plumazo un atractivo y un recurso turístico más del Parque”, de manera que los pirómanos “no representan en absoluto a los vecinos de la zona”, sino que responden únicamente “a sus propios intereses”.
La Crónica de León.
2 comentarios:
No es la primera vez que se reune un grupo de majaderos en la Sota Grande, asan unos chorizos y unas chuletas para merendar-cenar y, cuando oscurece (a veces se quedan echando un mus a la luz de un farol de gas y una botella) se largan dejando las brasas sin apagar.
Si viene viento W-SW, el efecto turbina de la boca del valle Guspiada, con el muro de Peñas Caidas como chimenea, hace que las chispas se desperdiguen, e incluso salten al otro lado del rio.
Debería desaparecer el Área Recreativa de donde está y trasladarla medio kilómetro aguas abajo, donde la zona de baños, en Las Cárcavas.
La diferencia entre incendio intencionado e incendio negligente, está en la causa, no en el resultado.
A los ecolocos se les calienta la boca lo mismo, lo mismo, que al que dijo en un arrebato lo del "cerillazo".
Me da que aquí el área recreativa era la barra de la fiesta de Portilla.
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