Los alcaldes de la montaña oriental leonesa crean un frente común para reivindicar un cercado osero con fines turísticos en la comarca y exigirán su construcción a la Junta en un encuentro el próximo martes.
25/02/2010
Ningún alcalde de la montaña quiere dejar escapar una oportunidad de oro. Pero lo harán con sentido común, sin peleas y con un único objetivo: que la comarca, cualquiera que sea el emplazamiento, albergue un cercado osero con fines turísticos y de sensibilización ambiental que rescate del entorno urbano de la capital leonesa a Luna y Ponderoso, la pareja de plantígrados que lleva más de 17 años enjaulada en 600 metros cuadrados.
Los regidores de la zona crearán un frente común para reivindicar a la Administración autonómica la promoción del proyecto a través de la Junta Consultiva del Parque Regional de Picos de Europa, convocada para el próximo día 2. La fórmula está por decidir, pero pretenden firmar un documento conjunto para exigir la inminente construcción de un cercado como el que Asturias explota con las osas Paca y Tola en el concejo de Santo Adriano, visitado por unas 80.000 pesonas cada año, aunque sin matices científicos puesto que los osos del Coto Escolar no son pardos cantábricos.
La reclamación será llevada a este órgano asesor porque están representados las instituciones locales y el colectivo de ganaderos. Dos días después, los alcaldes reiterarán su petición a la Junta Rectora, órgano asesor propio de la Junta que integra a la Delegación Territorial , la Diputación, la Consejería de Medio Ambiente, la Universidad de León y muy diferentes colectivos y entidades.
A pesar de que el director general de Medio Natural, José Ángel Arranz, sostiene que la Administración autonómica no es competente para liderar un proyecto de estas características -”si lo es, sin embargo, para promover un centro para el burro en Zamora y otro para el cangrejo en Herrera del Pisuerga-”, los alcaldes están convencidos de que el proyecto es viable y que la Junta rectificará en cuanto conozca el consenso social que se ha alcanzado en torno a este asunto.
Dos emplazamientos son los que mayor apoyo han conseguido por parte de los regidores, que lejos de localismos pretenden, primero, garantizar que el centro se haga en esta comarca de tradición osera y, segundo, que sea en una zona de fácil acceso y en donde no exista ninguna otra instalación ambiental de la Junta o del Ministerio de Medio Ambiente. En tal sentido, tanto el alcalde de Riaño como el de Burón, Javier Fernández y Porfirio Díez, respectivamente, coinciden en que el valle de Hormas es una ubicación idónea. Este lugar, al que se accede a un kilómetro de Riaño por la carretera de Santander, engloba una variada representación de la flora y la fauna eurosiberianas. No en vano, allí se encuentra la cota más elevada de la sierra de Riaño (pico Redondo, 2.012 metros). «La palabra Hormas va unida a oso de siempre», defienden en Riaño. El segundo lugar ofrecido en la comarca es el valle de Pedrosa, en Boca de Huérgano. El alcalde, Tomás de la Sierra, es partidario de un proyecto «en condiciones», por lo que propone la construcción de un cercado que se extienda a lo largo de los aproximadamente dos kilómetros de este territorio de pastos y atravesado por un arroyo, paralelo a la vieja carretera de Pedrosa que hoy muere en el pantano. No obstante, De la Sierra admite que su municipio ya está promoviendo otros proyectos y que considera justo que el cercado se ubique donde resulte «mejor para todos». «De noviembre a febrero estamos paralizados», denuncia. «Y lo que necesitamos es gente todo el año».
Lo cierto es que las calles de estos pueblos estaban prácticamente vacías ayer, al igual que los negocios. «En Oseja había ocho bares, ahora hay tres y, por circunstancias, hoy dos están cerrados. Esto es peor que hacer supervivencia. Estamos abandonados por León. Si no fuera por Asturias...», se lamenta Gabino Piñán, vecino de esta localidad montañesa. Trabaja junto a Juan Benicio González en una cuadra de ganado y conversan sobre el sentimiento de abandono que hay en esta zona y la necesidad de nuevos proyectos. «Todo lo que venga, bienvenido sea», afirma.
La población local, acostumbrada ya a las prohibiciones que implica vivir en un espacio protegido, se muestra no sólo esperanzada por el proyecto, sino también segura de que se va a ejecutar. Todo el mundo dice disponer de terrenos para Luna y Ponderoso , incluso los particulares. «Yo pongo los que hagan falta», asegura el pedáneo de Villafrea. Los osos son el tema de conversación en cualquier sitio, sobre todo en los bares, donde los propietarios dan fe de que el asunto se ha seguido intensamente por los vecinos durante estos días. Incluso proponen ideas a una Junta «estrecha de miras», critica alguno. Por ejemplo, la que plantea una conocida hostelera de Riaño para realizar paseos en barca desde el pantano para ver a Luna y Ponderoso .
Los regidores de la zona crearán un frente común para reivindicar a la Administración autonómica la promoción del proyecto a través de la Junta Consultiva del Parque Regional de Picos de Europa, convocada para el próximo día 2. La fórmula está por decidir, pero pretenden firmar un documento conjunto para exigir la inminente construcción de un cercado como el que Asturias explota con las osas Paca y Tola en el concejo de Santo Adriano, visitado por unas 80.000 pesonas cada año, aunque sin matices científicos puesto que los osos del Coto Escolar no son pardos cantábricos.
La reclamación será llevada a este órgano asesor porque están representados las instituciones locales y el colectivo de ganaderos. Dos días después, los alcaldes reiterarán su petición a la Junta Rectora, órgano asesor propio de la Junta que integra a la Delegación Territorial , la Diputación, la Consejería de Medio Ambiente, la Universidad de León y muy diferentes colectivos y entidades.
A pesar de que el director general de Medio Natural, José Ángel Arranz, sostiene que la Administración autonómica no es competente para liderar un proyecto de estas características -”si lo es, sin embargo, para promover un centro para el burro en Zamora y otro para el cangrejo en Herrera del Pisuerga-”, los alcaldes están convencidos de que el proyecto es viable y que la Junta rectificará en cuanto conozca el consenso social que se ha alcanzado en torno a este asunto.
Dos emplazamientos son los que mayor apoyo han conseguido por parte de los regidores, que lejos de localismos pretenden, primero, garantizar que el centro se haga en esta comarca de tradición osera y, segundo, que sea en una zona de fácil acceso y en donde no exista ninguna otra instalación ambiental de la Junta o del Ministerio de Medio Ambiente. En tal sentido, tanto el alcalde de Riaño como el de Burón, Javier Fernández y Porfirio Díez, respectivamente, coinciden en que el valle de Hormas es una ubicación idónea. Este lugar, al que se accede a un kilómetro de Riaño por la carretera de Santander, engloba una variada representación de la flora y la fauna eurosiberianas. No en vano, allí se encuentra la cota más elevada de la sierra de Riaño (pico Redondo, 2.012 metros). «La palabra Hormas va unida a oso de siempre», defienden en Riaño. El segundo lugar ofrecido en la comarca es el valle de Pedrosa, en Boca de Huérgano. El alcalde, Tomás de la Sierra, es partidario de un proyecto «en condiciones», por lo que propone la construcción de un cercado que se extienda a lo largo de los aproximadamente dos kilómetros de este territorio de pastos y atravesado por un arroyo, paralelo a la vieja carretera de Pedrosa que hoy muere en el pantano. No obstante, De la Sierra admite que su municipio ya está promoviendo otros proyectos y que considera justo que el cercado se ubique donde resulte «mejor para todos». «De noviembre a febrero estamos paralizados», denuncia. «Y lo que necesitamos es gente todo el año».
Lo cierto es que las calles de estos pueblos estaban prácticamente vacías ayer, al igual que los negocios. «En Oseja había ocho bares, ahora hay tres y, por circunstancias, hoy dos están cerrados. Esto es peor que hacer supervivencia. Estamos abandonados por León. Si no fuera por Asturias...», se lamenta Gabino Piñán, vecino de esta localidad montañesa. Trabaja junto a Juan Benicio González en una cuadra de ganado y conversan sobre el sentimiento de abandono que hay en esta zona y la necesidad de nuevos proyectos. «Todo lo que venga, bienvenido sea», afirma.
La población local, acostumbrada ya a las prohibiciones que implica vivir en un espacio protegido, se muestra no sólo esperanzada por el proyecto, sino también segura de que se va a ejecutar. Todo el mundo dice disponer de terrenos para Luna y Ponderoso , incluso los particulares. «Yo pongo los que hagan falta», asegura el pedáneo de Villafrea. Los osos son el tema de conversación en cualquier sitio, sobre todo en los bares, donde los propietarios dan fe de que el asunto se ha seguido intensamente por los vecinos durante estos días. Incluso proponen ideas a una Junta «estrecha de miras», critica alguno. Por ejemplo, la que plantea una conocida hostelera de Riaño para realizar paseos en barca desde el pantano para ver a Luna y Ponderoso .
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