Administración, científicos y ecologistas apoyan una «idea sostenible» para Riaño.
21/02/2010 m. romero | león
Es notorio el papel sensibilizador que jugarían Luna y Ponderoso dentro de la estrategia general de recuperación del oso pardo en la Cordillera Cantábrica, de tener un emplazamiento donde pudieran ser visitados en cautividad. Ayudarían a comprender el verdadero significado de la existencia de osos en libertad. Ningún grupo conservacionista apoyaría la idea de apresar dos osos y trasladarlos a un cercado para su aprovechamiento científico o turístico, pero otra cosa distinta es buscar un hábitat digno para dos gigantescos ejemplares que viven enjaulados en un entorno urbano. «En este caso se trata de buscar un lugar adecuado y la zona de Riaño lo es. La idea de llevarlos allí resulta viable y muy atractiva», manifestó José Luis García Lorenzo, uno de los responsables de la Fundación Oso Pardo (FOP), encargada de gestionar los planes europeos Life de recuperación y conservación del oso en la montaña cantábrica. El presidente de esta entidad, Guillermo Palomero, también apoya la idea, que ahora tendrá que buscar maneras de financiación. Esta fundación se ha dedidado históricamente a vigilar la evolución de la especie en estado salvaje, nunca en cautividad. Sin embargo, técnicos de la entidad trabajan en ofrecer una respuesta conjunta a las múltiples y cada vez más consultas y peticiones que les están llegando a este respecto. El equipo de la fundación está dispuesto a colaborar en el proyecto de Luna y Ponderoso y se ponen a disposición de cualquier promotor.
En Asturias, el cercado osero construido para dar cobijo a las populares Paca y Tola es gestionado por la Fundación Oso de Asturias, una entidad cultural privada sin ánimo de lucro creada en 1992 para promover actividades dirigidas a la conservación del oso pardo cantábrico y de su hábitat. La entidad nació de la colaboración entre el Principado de Asturias y diez entidades asentadas en esa región, Caja Astur entre ellas.
El jefe del Servicio Territorial de Medio Ambiente, Mariano Torre, ya ha dado instrucciones para estudiar la vertiente administrativa de un proyecto de estas características y saber si, a priori, resulta posible. «Desde luego, la montaña oriental necesita proyectos y, como recurso, el aprovechamiento turístico de las zonas oseras es muy interesante», afirmó. La Consejería de Medio Ambiente también estudiará la posibilidad de sacar adelante este proyecto a través de la Fundación del Patrimonio Natural.
En casa. Luis Anel es el responsable del programa de manejo reproductivo de osos pardos en cautividad desarrollado con Paca y Tola en el concejo asturiano de Santo Adriano. Forma parte del Grupo de Investigación de Técnicas de Reproducción Asistida de la Universidad de León, adscrito a la facultad de Veterinaria. De entrada, no halla ningún tipo de impedimento técnico para introducir a Luna y Ponderoso en la montaña oriental. «Mejor un cercado que como están ahora», afirmó. No obstante, matizó que este tipo de animales que nacen en cautividad «alcanzan un umbral de estrés al que se acostumbran, por lo que es probable que un cambio les suponga sufrir otro estrés».
Carlos Zapico es el director de la Fundación Oso de Asturias. Lleva años compartiendo con políticos, científicos y visitantes las experiencias de Paca y Tola , huérfanas desde que en 1989 un furtivo matara a su madre. Pasaron unos años hasta que en 1996 fueron entregadas a la Casa del Oso, construida sobre cuatro hectáreas de Proaza, a donde se puede llegar en bicicleta desde la ciudad de Oviedo por la conocida Senda del Oso. En opinión de Zapico, «es una gran oportunidad para León tener dos osos en cautividad y poderlos llevar a un determinado entorno para utilizarlo como zona de sensibilización». «De esta manera se valora mucho más a los osos que están en libertad».
En Asturias, el cercado osero construido para dar cobijo a las populares Paca y Tola es gestionado por la Fundación Oso de Asturias, una entidad cultural privada sin ánimo de lucro creada en 1992 para promover actividades dirigidas a la conservación del oso pardo cantábrico y de su hábitat. La entidad nació de la colaboración entre el Principado de Asturias y diez entidades asentadas en esa región, Caja Astur entre ellas.
El jefe del Servicio Territorial de Medio Ambiente, Mariano Torre, ya ha dado instrucciones para estudiar la vertiente administrativa de un proyecto de estas características y saber si, a priori, resulta posible. «Desde luego, la montaña oriental necesita proyectos y, como recurso, el aprovechamiento turístico de las zonas oseras es muy interesante», afirmó. La Consejería de Medio Ambiente también estudiará la posibilidad de sacar adelante este proyecto a través de la Fundación del Patrimonio Natural.
En casa. Luis Anel es el responsable del programa de manejo reproductivo de osos pardos en cautividad desarrollado con Paca y Tola en el concejo asturiano de Santo Adriano. Forma parte del Grupo de Investigación de Técnicas de Reproducción Asistida de la Universidad de León, adscrito a la facultad de Veterinaria. De entrada, no halla ningún tipo de impedimento técnico para introducir a Luna y Ponderoso en la montaña oriental. «Mejor un cercado que como están ahora», afirmó. No obstante, matizó que este tipo de animales que nacen en cautividad «alcanzan un umbral de estrés al que se acostumbran, por lo que es probable que un cambio les suponga sufrir otro estrés».
Carlos Zapico es el director de la Fundación Oso de Asturias. Lleva años compartiendo con políticos, científicos y visitantes las experiencias de Paca y Tola , huérfanas desde que en 1989 un furtivo matara a su madre. Pasaron unos años hasta que en 1996 fueron entregadas a la Casa del Oso, construida sobre cuatro hectáreas de Proaza, a donde se puede llegar en bicicleta desde la ciudad de Oviedo por la conocida Senda del Oso. En opinión de Zapico, «es una gran oportunidad para León tener dos osos en cautividad y poderlos llevar a un determinado entorno para utilizarlo como zona de sensibilización». «De esta manera se valora mucho más a los osos que están en libertad».
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