Fragmento de la conferencia de prensa conjunta del
primer ministro británico David Cameron y el presidente ruso Vladimir
Putin la víspera de la cumbre del G8
Londres, 17 de junio de 2013
Pregunta: Primeramente, una pregunta para el
presidente Putin. El primer ministro [David Cameron] declaró en el
pasado que quienes sostienen al presidente al-Assad tienen las manos
manchadas de sangre de los niños sirios y, dado que Rusia está armando a
una de las partes, ¿no resulta hipócrita criticar a los que arman a la
otra parte?
Vladimir Putin: Sobre la entrega de armas al
gobierno de Assad y la cuestión de saber quién tiene las manos manchadas
de sangre del pueblo sirio –incluyendo la sangre de sus niños– estoy
seguro de que ninguno de ustedes puede negar que ambas partes tienen las
manos manchadas de sangre. Lo que sigue en pie es la cuestión de saber «a quién hay que denunciar».
Yo estoy seguro de que ustedes estarán de acuerdo en que seguramente
no deberíamos ayudar a gente que no sólo matan a sus enemigos sino que
además mutilan sus cuerpos y se comen sus entrañas ante el público y las
cámaras.
¿Es ese el tipo de gente que ustedes quieren apoyar? ¿Quieren ustedes
armarlos? Si es así, parece que hay aquí muy poca relación con los
valores humanitarios con los que Europa se ha comprometido y que ha
divulgado durante siglos. En todo caso, a nosotros, en Rusia, eso nos
parece inconcebible.
Pero, dejando de lado las emociones y adoptando un enfoque puramente
de trabajo sobre la cuestión, permítanme subrayar que Rusia está
proporcionando armas al gobierno sirio legalmente reconocido, en total
conformidad con las reglas del derecho internacional. Insisto en el
hecho que nosotros no estamos violando aquí ninguna regla, ¡ninguna!, y
yo pido a nuestros interlocutores que actúen de la misma manera.