La Vía del Esla conduce a la Lista Roja
Algunos tramos de esta calzada romana corren riesgo de desaparición por desprendimientos y abandono .
diariodeleon.es
Pistas
forestales, canteras, concentraciones parcelarias y tuberías han puesto
en peligro la supervivencia de la calzada romana del Esla, que
comunicaba la meseta norte con la costa cantábrica a través de los pasos
de montaña de la cordillera leonesa.
Esta vía, fechada entre el
siglo I antes de Cristo y el IX de nuestra era y que permitió la
romanización del norte de la Península, acaba de ingresar en la Lista
Roja de Hispania Nostra. En la nómina oficial de ‘ruinas’ aparecen ya 26
monumentos de la provincia, doce incluidos en los primeros cuatro meses
de este año. Actualmente, León es la provincia con más edificios
históricos y yacimientos en un ránking que revela el desprecio por el
Patrimonio, su abandono y la falta de inversiones en construcciones, en
muchos casos, únicas.
Pese a los esfuerzos por recuperar la
calzada del Esla, también denominada Vía Saliamica, de los historiadores
Siro Sanz y Eutimio Martino, «los intereses económicos», como explica
en su web Hispania Nostra, están terminando con estos antiquísimos
viales.
En 2010, el tramo comprendido entre Remolina y Las Salas
sufrió graves desperfectos por las obras que utilizaron el trazado de la
calzada para albergar la tubería que lleva agua entre ambos pueblos.
Los
citados historiadores Sanz y Martino han denunciado que en la última
década el 30% de las calzadas romanas de la Montaña Oriental ha
desaparecido.
Los caminos del diablo
La vía romana
del Esla o Ruta Vadiniense, por la multitud de estelas funerarias y
lápidas vanidienses que se han encontrado en su trazado, no ha contado
con iniciativas de las administraciones para vertebrar el turismo en la
montaña leonesa, teniendo en cuenta además que es un camino alternativo
a Santiago —que se entronca con el Camino Francés en Mansilla—. Y ello a
pesar de la belleza de estos caminos empedrados que se adentran por los
valles más recónditos. Una ruta llena de restos romanos y de nombres
enigmáticos.
La referencia al diablo en muchos enclaves de esta
ruta, como Puente del Diablo o el Pajar del Diablo, podría explicarse
por la asociación que los pueblos conquistados hacen entre el maligno y
los romanos. La Vía del Esla, que sobrevivió tanto a la invasión
musulmana como a la posterior reconquista, está ahora en la Lista Roja
debido a que algunos tramos están «en riesgo de desaparición y
alteración por desprendimientos y pérdida de muros», según Hispania
Nostra.
Hasta finales del siglo XX, muchos tramos de la calzada
romana que existían en los valles de la Montaña Oriental Leonesa se
habían conservado de manera casi intacta, ya que, además de estar
tallados sobre la roca viva, eran pasos usados de forma habitual por los
vecinos. Pantanos y modernas construcciones no tuvieron en cuenta este
trazado y lo arrasaron sin contemplaciones
http://exsurgecistierna.blogspot.com.es/2013/03/calzada-romana-del-esla.html