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02 marzo, 2012

NUEVOS PROTECTORADOS

Nuevos protectorados

Ignacio Ramonet
http://www.monde-diplomatique.es/?url=editorial/0000856412872168186811102294251000/editorial/?articulo=d3f06206-8441-4337-ad5d-dca370eb1f89

El 21 de febrero será recordado en Grecia como la jornada de la Gran Capitulación. Ese día, a cambio de la promesa de un segundo plan de rescate financiero, el gobierno heleno aceptó las humillantes condiciones exigidas por el “clan europeo de la triple A” liderado por Alemania: draconianos recortes del gasto público, rebaja del salario mínimo, reducción de las pensiones, despido de 150.000 funcionarios, subida de impuestos y privatizaciones masivas.

De nada ha servido que los griegos lleven ya cuatro años de terapia de choque y de sacrificios sociales muy duros, ni que hayan tenido que someterse, el pasado 10 de noviembre, a un “golpe de Estado financiero” mediante el cual Berlín impuso, sin ninguna consulta democrática, al banquero Lukas Papademos (exvicepresidente del Banco Central Europeo) como Primer ministro de un gobierno tripartito compuesto de social demócratas, conservadores y extrema derecha.

Esta vez la afrenta ha sido mayor. Lo que se le ha exigido a Atenas es claramente una enorme cesión de soberanía, “probablemente la mayor realizada por un país en tiempos de paz” (1). De hecho, Grecia ha sido colocada bajo tutela europea, y dispone ahora, para todo lo que concierne a su presupuesto y a su economía, de un estatuto de soberanía limitada.

Semejante agresión se veía venir. Como una advertencia además a los otros países en dificultad de la zona euro, entre ellos España. En julio de 2011, ya Jean-Claude Juncker, primer ministro de Luxemburgo y presidente del Eurogrupo (2), había avisado: “La soberanía de Grecia será enormemente restringida” (3). Y el 27 de enero pasado, el diario británico Financial Times reveló un documento alemán que exigía el envío a Atenas de un Comisario con derecho de veto para dirigir el presupuesto público de esa nación y bloquear cualquier gasto no autorizado por sus acreedores. La víspera, en una entrevista al semanario Der Spiegel, el jefe del grupo parlamentario de la Unión Cristiano-Demócrata (CDU), Volker Kauder, fue aún más lejos: reclamó el envío a Grecia de “funcionarios alemanes que ayuden a construir una administración financiera eficiente”. Cosa que también pidió el propio ministro alemán de Economía, el muy liberal Philipp Rösler.

A tanto no se ha llegado, pero el acuerdo del 21 de febrero prevé “una presencia permanente en Grecia de una misión de la Comisión Europea” para controlar y vigilar sus cuentas, así como “una presencia reforzada de la troika [Comisión Europea, Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional] para supervisar permanentemente el pago de la deuda”. Los fondos transferidos en el marco del Plan de ajuste serán ingresados en una cuenta bloqueada que sólo la troika gestionará, no el gobierno griego. Y que únicamente servirá para reembolsar la deuda soberana, no para pagar los salarios de los funcionarios, por ejemplo, o las pensiones de los jubilados. Los nuevos bonos del Estado heleno no serán de derecho griego sino de derecho británico... En caso de conflicto entre Atenas y los acreedores privados, el litigio será juzgado en Luxemburgo, no en Grecia... Aunque no es oficial, la República Helénica ha dejado de ser un Estado soberano.

De modo encubierto, la Unión Europea (UE) ha entrado en una nueva etapa en la que los Estados fuertes (“el clan de la triple A” más Francia) exigen de los demás, y en particular de los Estados de la periferia, un cambio de régimen. No se trata directamente de un estatuto colonial. Pero se asemeja bastante a un tipo de administración que las grandes potencias establecieron durante la era colonial: el de protectorado.
Para los colonizadores, el protectorado era una manera de extender su influencia política y económica, y de colocar bajo tutela territorios extranjeros a los que se deseaba extraer las riquezas, sin asumir los inconvenientes y los gastos que acarrea habitualmente una anexión pura y simple. La diferencia con la colonia, es que el “Estado protegido” conserva formalmente sus instituciones, pero cede a la “potencia protectora” su política exterior y, sobre todo, su economía y su comercio exterior.

No puede sorprendernos pues que, desde el comienzo en 2008 de la crisis financiera, hayamos asistido, en el seno de la UE, y más particularmente en la Eurozona, a una pérdida manifiesta de soberanía de los Estados más deprimidos (Irlanda, Grecia, Portugal, Italia, España).

Como fase preliminar del nuevo estatuto de “protectorado europeo”, al que acaba tristemente de acceder Grecia.

Angela Merkel acuñó en septiembre pasado el concepto de “marktkonforme demokratie” (democracia en conformidad con el mercado). Lo definió de la manera siguiente: “La elaboración del presupuesto del Estado es una prerrogativa fundamental del Parlamento, pero hay que hallar vías para que ese requisito democrático esté en conformidad con el mercado” (4). El mercado es ahora la pauta. Lo cual significa que ya no son los electores los que determinan las decisiones legislativas sino las Bolsas, los especuladores y los bancos (5).
Esta nueva filosofía antidemocrática triunfa hoy en Europa. Se está traduciendo ya en normas, leyes y tratados que limitan los márgenes de maniobra de los gobiernos y funcionan como un “piloto automático” para domesticar a las sociedades. A ese respecto, Grecia funciona como un modelo de lo que amenaza a los demás países de la periferia. Y que el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) va a establecer, a partir del proximo mes de julio, como norma legal en la Unión Europea.

Concebido por Angela Merkel y aprobado ya, en su principio, por el Presidente del Gobierno español Mariano Rajoy, el MEDE es un nuevo organismo intergubernamental, una suerte de FMI europeo. Está siendo ratificado por los Parlamentos de los países europeos sin ningún debate público, a pesar de que sus características podrían tener consecuencias nefastas para los ciudadanos. En efecto, el MEDE prevé la concesión de ayudas financieras a países en dificultad, a condición de que cedan soberanía, acepten colocarse bajo la tutela de una troika europea y apliquen despiadados planes de ajuste.

El MEDE está articulado con el “Pacto fiscal” adoptado el pasado 30 de enero por 25 de los 27 jefes de Estado y de Gobierno de la UE. Este temible Pacto (cuyo nombre verdadero es “Tratado sobre Estabilidad, Coordinación y Gobernanza de la Unión Económica y Monetaria”) es también una exigencia de Alemania, y obligará a los Estados firmantes a incluir en sus Constituciones la llamada “regla de oro”, que impone mantener el déficit estructural anual por debajo del 0,5 % del PIB. Los países que no incluyan en sus Constituciones ese techo de gasto podrán ser denunciados ante el Tribunal de Justicia de la UE por cualquier otro de los Estados miembros.
Carlos Marx decía que los gobiernos, en la era industrial, no eran más que los consejos de administración de la burguesía. Hoy podríamos decir que, en la Europa “austeritaria” de Angela Merkel, los Gobiernos se están convirtiendo en los consejos de administración de los mercados. ¿Hasta cuándo?

(1) El País, Madrid, 21 de febrero de 2012.#
(2) El Eurogrupo coordina y supervisa las políticas y estrategias económicas comunes de los Estados de la zona euro (eurozona). Una vez al mes congrega a los ministros de Economía y Finanzas de esos Estados.
(3) Entrevista al semanario alemán Focus, 4 de julio de 2011.
(4) Declaración a la radio pública alemana Deutschlandfunk, 1 de septiembre de 2011.
(5) Léase Rafael Poch, “Un documento alemán pide un comisario para Grecia”, La Vanguardia, Barcelona, 28 de enero de 2012.

LA MONTAÑA DE RIAÑO PARTICIPA EN UN PROYECTO QUE VINCULA EL LOBO A LA OFERTA TURÍSTICA Y CONTRIBUYE AL DESARROLLO DEL MEDIO RURAL

Montaña de Riaño participa en un proyecto que vincula el lobo a la oferta turística y contribuye al desarrollo del medio rural
Montaña de Riaño. El grupo de acción local Montaña de Riaño apuesta por conseguir que la existencia del lobo. sea compatible con el respeto al ganadero y el aprovechamiento turístico. Por eso ya estudia. la posibilidad de incluir itinerarios de observación del lobo en la oferta de los alojamientos. El objetivo, lograr la convivencia y el desarrollo rural.

02/03/2012. Nuria González. dl.

No es fácil cambiar la mentalidad de ganaderos, cazadores y turistas, algo que ya se ha conseguido en algunos lugares en los que habita el lobo. Por eso, el grupo de acción Montaña de Riaño se ha sumado al proyecto Wolf, Wild Life and Farmers, en el que participan siete comarcas más de Castilla y León, junto con grupos de acción local de Estonia, Portugal y Rumanía. que tienen como nexo de unión la presencia del lobo en sus territorios.

El gerente de Montaña de Riaño, Francisco Escanciano, destacó la importancia de este proyecto para el desarrollo de la zona, teniendo en cuenta que Riaño es el lugar dónde habita la mayor concentración de lobos de España, según explicó, debido a que es el lugar de unión de los animales de Castilla y León, Asturias y Cantabria. Por eso considera fundamental abrir a otros sectores, como el turístico, su presencia, pero siempre manteniendo dos máximas: el respeto al ganadero «porque sin él no existiría» y la coexistencia con el medio ambiente, a los que habría que sumar el aprovechamiento cinegético.

En este sentido, Escanciano explicó que ya hay empresas de turismo activo interesadas en diseñar y ofrecer a los turistas itinerarios de observación del lobo, tal y como ya existen en Zamora, algo que deja importantes ingresos en esta zona, debido al interés que despierta. «Si logramos un paquete competitivo será símbolo de riqueza», destacó Escanciano que recalcó que un primer paso es la ruta del Corral de los Lobos (Prioro) que permite retroceder en el tiempo y conocer más en profundidad la vida de este animal y la lucha contínua que siempre han tenido los ganaderos por mantener a salvo a sus rebaños.

La idea pasa por involucrar no sólo a alojamientos rurales sino también a restaurantes y empresas locales para que sus productos se identifiquen con el «marchamo lobo».

De momento, una guía turística ya identifica la coexistencia del lobo con los atractivos culturales, patrimoniales y turísticos de Montaña de Riaño. Lleva por título «Tierras de lobos y ganaderos» y pretende potenciar los atractivos de la zona.

Un proyecto fundamental para una comarca que suma un total de 25 municipios, casi 19.000 habitantes y 2.685 kilómetros cuadrados. Su diversidad la convierte en el escenario idóneo para el turismo de ocio y los deportes activos, además de disfrutar de paisajes inigualables.

Son muy pocos los establecimientos hosteleros que hoy vinculan su oferta a la pervivencia del lobo aunque esta circunstancia cambiará gracias al proyecto Wolf, que supone también un cambio de concienciación.

Las acciones para integrar al lobo en la estructura de sostenibilidad de Montaña de Riaño forma parte de la segunda parte del proyecto Wolf, convirtiéndolo en un producto de turismo de naturaleza con el establecimiento de rutas o la formación turística, además de la creación de una marca local de productos asociados a la presencia del lobo o el aprovechamiento del patrimonio cultural etnográfico entorno a este animal.

Hasta el momento el principal aprovechamiento del lobo se ha realizado a través de su utilización cinegética, y su aprovechamiento económico está vinculado a la muerte y desaparición del recurso.

La nueva conciencia social tendente al desarrollo rural abre nuevas posibilidades en la gestión de los recursos ambientales, botánicos, geológicos, hídricos, faunísticos o etnográficos que se demandan de forma turística y reportan cada vez un mayor porcentaje al PIB asociado al turismo, lo que se traduce también en un incremento de la renta del medio rural y por tanto de su renta per cápita, elemento fundamental para la fijación de población en las zonas rurales.

De este modo se aprecia un incremento en el uso turístico del medio asociado a la utilización del lobo, como es el caso de los avistamientos, conjugados con experiencias bajo las estrellas. Apenas existe esta posibilidad en León, algo que se potenciará con el tiempo. Algunos estudios elaborados por la Asociación para la Conservación del Lobo Ibérico ponen de manifiesto que los ingresos por el aprovechamiento del lobo como recurso turístico podrían suponer varios millones de euros procedentes no sólo de pernoctaciones sino también de restauración, rutas de observación o merchandising.

El proyecto toma el nombre de la palabra inglesa «wolf» (lobo, en castellano), por ser el animal salvaje que tradicionalmente ha generado mayor controversia en los países que forman la Unión Europea, con puntos de vista e intereses divergentes entre los profesionales y colectivos afectados, como conservacionistas, ecologistas, agricultores, ganaderos y cazadores.