14/12/2012
diariodeleon.es
«Estamos en crisis y no hay presupuesto para las obras», asegura el teniente de alcalde de Oseja de Sajambre, el popular Carlos Granda, que considera «sangrante» que la zona leonesa del parque, sus municipios y sus habitantes se queden sin las infraestructuras que necesitan para revitalizar la afluencia turística, que este año descendió en un 18%. Granda reconoce que no es el momento de las grandes obras pero se lamenta de «haber perdido veinte años» mientras las vertientes asturiana y cántabra del Parque Nacional reclamaban y conseguían sus inversiones. «Los centros son la piedra angular de nuestros ayuntamientos», señala el edil, que no dejará de exigir a la administración autonómica que reclame los proyectos. «Es una deuda prioritaria con nostros», afirma Granda, que admite que «hay que darle un tirón de orejas a la Junta». «Se movió mucho menos que las otras administraciones y se mantuvo al margen en la época de las vacas gordas», matiza. Fue entonces cuando la zona asturiana, con el respaldo del Principado, consiguió los fondos para hacer las grandes inversiones, incluidos el centro de información Casa Dago y el centro de visitantes Pedro Pidal. Tampoco se quedó atrás Cantabria, que consiguió la asignación de 12 millones de euros para construir el centro de visitantes de Sotama. «Por no hablar de la rehabilitación integral de los pueblos de Bulnes y Sortres», comenta el teniente de alcalde. Sin quitar responsabilidad al Gobierno y al Organismo Autónomo de Parques Nacionales, Granda insiste en que la Junta «no apoyó nunca nuestras reivindicaciones». «No quieren saber nada del parque y nos lo llevan demostrando veinte años. Es la realidad, tanto si les gusta como si no», remarca el edil popular que recuerda que los centros «son parte del Programa Estrella» pero los fondos «se fueron para otro lado».
Tampoco está contento el alcalde de Posada de Valdeón, Tomás Alonso, que ve cómo se aleja el centro de visitantes cuando lo tenía al alcance de la mano. Sólo verá moverse algunas piedras antes de que acabe el año «pero de momento no hay nada para el 2013», se lamenta. «Nos lo iban a hacer, pero se paró», asegura mientras, como su compañero de Oseja, recuerda «el dinero tirado» en el Parque Naiconal «en tonterías y chorradas». «Tenemos un merendero que costó más de 200.000 euros y al que no va nadie», asegura.