Los conservacionistas advierten del peligro de la gestión cinética en Riaño
La
gestión cinegética de la Reserva de Caza de Riaño puede acabar con la
ganadería de la zona, según señalan nueve entidades conservacionistas
Nueve
entidades conservacionistas suscriben un comunicado en el que señalan
que la gestión cinegética de la Reserva de Caza de Riaño puede acabar
con la ganadería de la zona en menos de una década. El modelo implantado
desde hace años en ese espacio, basado en la sobrepoblación de ciervos y
jabalíes, emulando modelos de explotación intensiva del sur de la
península, aseguran, “está causando un aumento exponencial en la
incidencia de enfermedades sobre la cabaña ganadera, al actuar estos
animales silvestres como reservorios de las mismas”.
Los
firmantes (Grupo para el estudio y defensa de la montaña oriental
leonesa, Gedemol, Fundación Oso Pardo, Ecologistas en Acción Cantabria,
Asociación para la Defensa de los Recursos Naturales de Cantabria, Arca,
Fundación Naturaleza y Hombre, Fundación Félix Rodríguez de la Fuente,
SEO Birdlife, Asociación para la Conservación del Urogallo, Acu, y Filón
Verde opinan que la brucelosis y la tuberculina son los verdaderos
problemas de la ganadería y denuncian una presión excesiva sobre la
población de lobos.
Añaden que consideran “terminal” la situación
de la ganadería en la comarca de Riaño, embarcada -dicen- en “una
espiral constante de vaciados de cuadras y reses sacrificadas, que ha
acabado ya con buena parte de la ganadería de la montaña”. En municipios
como Boca de Huérgano, recalcan, se ha pasado de 50 explotaciones
ganaderas en el año 2000 a poco más de diez en la actualidad, abocadas
al cierre en los próximos años ante las escasas compensaciones por las
reses afectadas, con centenares de animales sacrificados cada temporada.
En
el caso del jabalí en análisis sobre reses abatidas en acción de caza
se ha encontrado hasta un 15 por ciento de positivos en tuberculosis,
cifra que denota la gravedad del problema. Desde un punto de vista
ecológico, la sobrepoblación de ciervos y jabalíes, argumentan, está
dañando seriamente hábitats naturales importantes para especies en
peligro de extinción como las arandaneras, acebedas, pastos subalpinos o
turberas, detectándose serios procesos de deterioro en hábitats de
interés comunitario de los Parques Nacional y Regional de Picos de
Europa.
Desde un punto de vista económico, el modelo actual
carece igualmente de sentido para ellos. Por ejemplo, entre los años
2003 y 2007 la administración pagó un total de 610.887,61 euros por
daños a pradería, fundamentalmente de ciervo y de jabalí, dentro de la
Reserva de Riaño, que contrasta con los poco más de 69.000 pagados en
ese mismo periodo por daños de lobo.
“No somos insensibles a los
problemas que el lobo acarrea a los ganaderos locales, y creemos que hay
mucho que hacer para que la presencia del lobo tenga un coste cero para
la ganadería local. Para nosotros ese debe de ser el objetivo, pero sin
perder de vista que las actuales densidades de lobo vienen determinadas
por las densidades actuales de ungulados silvestres, y que un fuerte
retroceso del lobo en el sector traerá como consecuencia, entre otros
factores, un repunte de las enfermedades como la brucelosis y la
tuberculina en el ganado”, expresan en un comunicado conjunto.
Recuerdan
además que recientemente un grupo de investigadores de la Unidad de
Sanidad Animal del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos
(Irec), y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (Csic),
llevó a cabo un estudio en el que se analizó cómo evoluciona la
incidencia de la tuberculosis en jabalís al reducir artificialmente sus
densidades. Los resultados demostraron que densidades bajas o moderadas
de jabalíes presentan una menor incidencia porcentual de la enfermedad
que poblaciones con altas densidades de suidos. Por ello, el papel de
los superpredadores como el lobo les parece esencial para evitar que los
ungulados salvajes se conviertan en un reservorio permanente de la
enfermedad.
Las entidades conservacionistas quieren dar a conocer
su compromiso por preservar una ganadería sostenible y por la
conservación de todos los ecosistemas naturales de la Montaña de Riaño y
muestran su disposición a reunirse con sindicatos ganaderos y políticos
locales para buscar vías de entendimiento comunes que permitan
compatibilizar la presencia del lobo ibérico en nuestros montes, con la
supervivencia de este tipo de ganadería, intentando desarrollar un
debate sereno y razonado, que conduzca a acuerdos globales.
Igualmente,
entienden que la figura de la Reserva de Caza y los derechos de los
propietarios son perfectamente compatibles con un espacio natural como
el Parque Regional de los Picos de Europa. Sin embargo, creen que la
gestión cinegética debe de estar supeditada a los objetivos de
conservación y desarrollo sostenible del Parque y no al revés, como
viene sucediendo desde hace demasiados años en Riaño.
Por último,
reclaman a la Junta un cambio urgente de dirección técnica en las
Reservas de Caza leonesas y, paralelamente, otro modelo de gestión que
favorezca y garantice la compatibilidad de la actividad cinegética con
la ganadería y el turismo de naturaleza. “Entendemos además que es, a
día de hoy, una reclamación mayoritaria en la montaña, que no debe de
demorarse más”, concluyen.