30-01-2010
Alertan de presiones al ‘Seprona’ por denunciar a familiares de «cargos de la Junta»
La Asociación Unificada de la Guardia Civil alertó de unas presuntas presiones internas a una patrulla del Seprona, concretamente del puesto de Herrera de Pisuerga compuesta por un cabo y dos guardias civiles, derivadas -a su entender- de haber denunciado por seis infracciones a «agentes medioambientales del Servicio Territorial y familiares de altos cargos de la Junta». Se negaron a dar nombres debido a que «existe un procedimiento abierto», indicó María del Pilar Villacorta, secretaria de la Mujer de la Junta Directiva de la AUGC.
Al parecer, pese a que la queja de una cuadrilla de cazadores en la que se pedía la suspensión de las funciones de los tres números del Seprona fue desestimada por considerarla desproporcionada y comprobarse que las acusaciones eran falsas, el instructor, y jefe accidental de la Comandancia en el momento de los hechos (octubre de 2009), habría remitió un escrito en el que se ordenaba que dichos agentes no participaran en controles de cacerías, en especial con estos cazadores, alegando que «habían contravenido instrucciones internas del año 2000. Unas Instrucciones contra las que en una semana remitiremos un estudio jurídico técnico», declaró Villacorta. Además, esta limitación en las funciones de los agentes «obliga a las patrullas de Guardo y Barruelo a realizar su trabajo en este área, con la consecuente falta de vigilancia en sus zonas».
Sin embargo, tras una recusación, el expediente abierto contra los agentes, ha quedado paralizado, al parecer porque el instructor estaría relacionado con alguno de los cazadores implicados, según la AUGC.
Alertan de presiones al ‘Seprona’ por denunciar a familiares de «cargos de la Junta»
La Asociación Unificada de la Guardia Civil alertó de unas presuntas presiones internas a una patrulla del Seprona, concretamente del puesto de Herrera de Pisuerga compuesta por un cabo y dos guardias civiles, derivadas -a su entender- de haber denunciado por seis infracciones a «agentes medioambientales del Servicio Territorial y familiares de altos cargos de la Junta». Se negaron a dar nombres debido a que «existe un procedimiento abierto», indicó María del Pilar Villacorta, secretaria de la Mujer de la Junta Directiva de la AUGC.
Al parecer, pese a que la queja de una cuadrilla de cazadores en la que se pedía la suspensión de las funciones de los tres números del Seprona fue desestimada por considerarla desproporcionada y comprobarse que las acusaciones eran falsas, el instructor, y jefe accidental de la Comandancia en el momento de los hechos (octubre de 2009), habría remitió un escrito en el que se ordenaba que dichos agentes no participaran en controles de cacerías, en especial con estos cazadores, alegando que «habían contravenido instrucciones internas del año 2000. Unas Instrucciones contra las que en una semana remitiremos un estudio jurídico técnico», declaró Villacorta. Además, esta limitación en las funciones de los agentes «obliga a las patrullas de Guardo y Barruelo a realizar su trabajo en este área, con la consecuente falta de vigilancia en sus zonas».
Sin embargo, tras una recusación, el expediente abierto contra los agentes, ha quedado paralizado, al parecer porque el instructor estaría relacionado con alguno de los cazadores implicados, según la AUGC.