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03 enero, 2010

DIARIO PALENTINO: CASCÓN DE LA NAVA, PUEBLO DE COLONOS

Foto:Diario Palentino.
Cascón de la Nava, pueblo de colonos
La localidad palentina nació a mediados del siglo XX y fue poblada por decenas de familias que tuvieron que dejar sus pueblos de origen por el Plan de Colonización impuesto por el franquismo.
A.F.C. (ical) / palencia.
Existen pueblos marcados por su historia y otros cuya historia es mucho más reciente. Cascón de la Nava, pedanía dependiente del municipio palentino de Villaumbrales, en plena comarca de Tierra de Campos, es uno de ellos. Con apenas medio siglo de existencia, fue poblado a mediados del siglo XX por colonos procedentes en su mayoría de León, Valladolid y Zamora.
La figura del colono ha estado siempre ligada a la historia de España, y constituye también un factor fundamental en el desarrollo de la Comunidad. El Plan de colonización del medio rural impuesto por el régimen franquista obligó a cientos de castellanos y leoneses a abandonar sus pueblos de origen, cuyos terrenos fueron expropiados para llevar a cabo la reforma impuesta por la política agraria de los años de posguerra.
Cascón nació tras la desecación de la Laguna de la Nava y la canalización de los ríos Retortillo y Valdeginate, para aprovechar estos terrenos para desarrollo agrícola. Terrenos que fueron ocupados por decenas de colonos que, a partir de 1966, año en que finalizó el proyecto de desecación, se asentaron allí dando lugar a uno de los denominados pueblos de colonización, que debe su nombre al ingeniero agrícola José Cascón.
A día de hoy cuenta con unos 400 habitantes –el 75 por ciento del censo de Villaumbrales, según el último censo- y puede presumir de haber logrado un notable desarrollo pese a su reciente creación. Pero aunque ahora reina la estabilidad, los comienzos para los primeros pobladores no fueron nada sencillos.
Así lo recuerda la familia Rojo, que llegó en el año 73, cuando se vio obligada a abandonar su pequeña localidad natal, Salio, cercana al pantano de Riaño, para empezar una nueva vida en otra que apenas acababa de nacer. «Al principio no llegas pensando que allí vas a establecer tu forma de vida, sino que lo haces por obligación. Y dejas atrás tu vida anterior con una enorme pena», explica Inmaculada Rojo, una de los muchos colonos que habitan en Cascón y actual alcaldesa de Villaumbrales. «Tenía apenas siete años cuando llegué y, lógicamente, lo viví con las sensaciones de un niño. Cambias de sitio, pero realmente no eres consciente de la situación», añade.
Cuando ella y su familia llegaron, el pueblo contaba con apenas un centenar de habitantes, procedentes de diversos puntos como Zamora, Valladolid o Salamanca, que habían sido expropiadas de sus tierras de origen a consecuencia de la construcción de los pantanos. Ellos tuvieron la suerte de disponer de una vivienda a su llegada, pero no así los primeros colonos que arribaron a tierras de la Nava. Se instalaron de forma provisional en unos barracones hasta que el Instituto Nacional de Colonización les dio las llaves de su casa. Cada familia recibió seis hectáreas de terreno para su explotación agrícola, que, con el paso de los años pasaron a ser 18, como en el caso de la familia Rojo. Cultivaron principalmente alfalfa y remolacha, dada la alta salinidad del terreno.
Un pueblo en desarrollo. Cascón es un pueblo de historia reciente, algo que supone algunos inconvenientes, pero reporta asimismo grandes beneficios, especialmente en materia de infraestructuras. Jorge Liébana, hijo de colonos, recuerda que «llegué cuando era bastante mayor y después apenas he vivido allí, pero era uno de los pocos pueblos de Palencia que disponía de polideportivo, campo de fútbol o piscina de verano. Eso en aquellos años era todo un privilegio, pues pocos pueblos además de la capital tenían estos servicios».
Aspecto en el que la alcaldesa pedánea de la localidad coincide por completo. «El municipio ha ido creciendo en infraestructuras y con el tiempo se ha convertido en una localidad desarrollada», señala Inmaculada Rojo. Sin embargo, la regidora reconoce que «con el tiempo, el polígono ganadero, que en su día fue la mejor salida para mucha gente, se ha ido abandonando. Es una pena que no haya sido aprovechado como uno de los ejes fundamentales de la economía del pueblo».
De cualquier manera, lo cierto es que Cascón de la Nava es, pese a su reciente historia y creación, un municipio más de la provincia y los colonos ya han dejado de serlo para ser habitantes del que ahora para ellos es su pueblo.

LOS LEONESES SIEMPRE HAN ESTADO, Y ESTÁN, AL MARGEN Y POR ENCIMA DE SUS INSTITUCIONES 2

Cornada de lobo | pedro trapiello
Hace ciento.
03/01/2010 pedro trapiello
Antipatriota, renegado, traidor y mendaz me ha llamado, entre otras cosas, un lector por el tratamiento de puyas y burlas que vengo dando a reyes y reinos «que dieron gloria y preminencia a León en la historia de España; y del mundo, sépalo usted, pues le recuerdo que esta ciudad es la cuna del parlamentarismo europeo, la primera democracia parlamentaria que se estableció en el continente». Ostí, cada vez que escucho esto me sacude un latigazo de emoción hidalgona, se me quedan prietos los esfínteres del orgullo cazurrín y me revisto de doña Urraca para ponerle bragas a mi poca fe... ¡jodó petaca!, somos la cuna y no me he dado cuenta... ¿y si fuera la cuna en la que parió la abuela?, porque (insistiré) aquel parlamentarismo fue mentira o duró diez minutos y después jamás se supo... ¿de verdad puede creer alguien que el pueblo, en todo su sentido y peso, pudo hacerse un hueco en aquellos herméticos consejos reales que fueron el perfecto contubernio dictador de reyes, nobleza y alto clero?... El pueblo leonés, sépalo usted, y el pueblo hispano nunca estuvieron más jodidos, ordeñados y reventados que en los siglos oscuros del Mediouevo (el concejo nació porque los reyes abandonaban los pueblos a su suerte), pero en fin, si así lo desea, crea usted buenamente eso de la cuna si con ello saca pecho esperando que los turistas ingleses que bajan por la calle Ancha lo reconozcan y, como leonés, le testimonien su agradecimiento por haberse inventado aquí la Europa parlamentaria y la manteca. Adelante con los faroles, el cristo preñao, los ciriales y el incienso. Y por lo mismo que usted saca pecho, ya habrá alguna que saque dos y asegure que el «ramo de Nochebuena» también es leonés y desde aquí se extendió a otras provincias. Lo dijo, ya dije, con un par... y sin rubor. Ese ramo, señora, es más antiguo y de lejos que las especias o el hisopo y por tonterías como ésta los etnólogos de territorios vecinos se escandalizan llamándonos robaperas exigiendo que nos apeemos de esta impostura ladrona: el ramo, como tantas cosas, nos vino importado, no es leonés.
Por otra parte, el profesor Cuenca insiste: Alfonso VI hizo incesto con su hermana Urraca; y ya sabes, añadió, «el que hace un incesto hace ciento».

LOS LEONESES SIEMPRE HAN ESTADO, Y ESTÁN, AL MARGEN Y POR ENCIMA DE SUS INSTITUCIONES

Cornada de lobo | pedro trapiello
Ni les mencione.
02/01/2010 pedro trapiello
Una tal Luzdivina Montañés, presidenta del -œ Collectíu de Muyeres del Antigu Reinu -, me pasa una carta. Se la dirige al alcalde y no me resisto a reproducirla aquí tal cual. Creo interesante hacerlo porque aporta un singular enfoque a toda la catarata que se nos viene encima de conmemoraciones del Reino, exaltaciones egregias, pendones por aquí, orgullos por allá... y toma del frasco, Pucela. Vamos a la carta: -œIlustrísimo señor alcalde: Por la presente tengo a bien advertirle que será usted formalmente denunciado ante los tribunales por los delitos de apología de la violencia de género y maltratadores, exaltación del terrorismo de Estado y totalitarismo feudal, si en la próxima conmemoración del viejo reino se homenajea, exalta y no se condena explícitamente a todos los reyes que incurrieron en delitos y atrocidades contra las mujeres, como causa principal, sin contar la frecuente condición de violadores, parricidas, fratricidas, incestuosos y genocidas que se daba entonces entre el marasmo de monarcas, linajes, señoríos con sus pernadas, condados con abusos y nobles en general cuyo respeto debe serles hoy negado por decencia pública. Confío en su recto proceder para que sean prohibidos de cita o rótulo y concretamente condenados al ostracismo y vergüenza pública aquellos infames reyes leoneses que tributaron cada año al califato cien doncellas que forzaban al efecto o secuestraban, delito del que jamás la historia podrá absolverles. Como adalid que se dice de las igualdades, cuídese de alardear de nombres que comportan la infamia para el pueblo leonés y, si fuere ineludible su cita, adviértase al pie de su estampa (como se hace con el tabaco) de su condición dañina para la memoria con etiqueta de -œviolador- (si frecuentó el derecho de pernada), -œincestuoso- (si se tiraba a hijas o hermanas), -œpederasta- (si le daba por ahí) y así... Por lo demás, apelando a la histórica vocación republicana del socialismo español (respetuosamente creo que tiene usted de socialista tanto como yo de contramaestra de la Armada), le ruego se abstenga de exaltaciones de unas monarquías que representaron en muchos casos lo más abyecto del feudalismo totalitario y opresor del pueblo soberano-.