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11 octubre, 2009

PRENSA: ¿QUE NECESITA LEÓN PARA SAÑIR DEL ABISMO?

¿Qué necesita León para salir del abismo?
11/10/2009 Tribuna | Joaquín Cuevas Aller. Diario de León

Me refiero a las necesidades de la provincia de León para salir del abismo donde está metida en términos de desarrollo económico y humano. Nos podríamos preguntar si la situación de l a provincia leonesa, en comparación con el resto de las provincias españolas, siempre ha sido como ahora o por el contrario, ha sido diferente. Y si ha sido diferente, cuando se inició esta situación. Para ello, nada mejor que hacer un recorrido por la historia para saberlo y salir de dudas.
Hace mil años, parte del territorio que hoy ocupa la provincia de León era el más próspero de todo el Viejo Reino y el más poblado. Los recursos agrícolas y ganaderos le granjearon el título de despensa del Reino. Buena prueba de ello, fue la gran cantidad de leoneses que repoblaron el territorio reconquistado a los musulmanes en el Reino de Toledo que, por razones que desconozco, pero me las imagino, fue llamado Castilla la Nueva y ahora Castilla la Mancha.
Por las actas notariales y otros documentos de los Reinos de León y de Castilla, sabemos perfectamente que en toda la Edad Moderna la provincia de León era la más próspera de ambos Reinos (el cálculo se hacía entonces por el número de pobres que había en cada territorio y León era el que menos pobres tenía de ambos Reinos). Esa era la situación de la provincia de León durante mil años en comparación con el resto de los territorios españoles.
Pues bien, después de mil años, el sueño castellano de supremacía sobre León, se ha hecho realidad. El año 1983 ocurrió algo anormal: se formó una Comunidad con una parte de Castilla y la región de León. En ese año la provincia de León aún era la que mayor renta per cápita tenía entre las 9 provincias que componen la Autonomía Hoy, veintiséis años después, León ocupa, después de Zamora, el último lugar en riqueza por habitante entre las provincias de la Autonomía y también de toda España La situación de la provincia de León es tal que se encuentra en estado terminal, ya que desde la Administración han eliminado de raíz todo vestigio de la cultura, de la historia, de la identidad leonesa.
Este estado terminal demuestra que algo se ha hecho mal, y se ha hecho mal a propósito, por motivos políticos, pues no tiene lógica Y no tiene lógica, porque la provincia de León aún está entre las más afortunadas de España en recursos económicos. Y en recursos humanos, nunca tuvimos tantas personas y tan capacitadas en toda nuestra historia. León lo tiene todo para estar entre las provincias más desarrolladas de España. No le falta nada ¿nada? No es posible, algo falta.
A León le pasa como a aquel coche de competición que iba a 60 km. por hora. El coche era un gran coche deportivo, lo tenía todo para ser uno de los mejores en la carrera y, sin embargo, no era capaz de superar los 60 km. a la hora. ¿Qué le pasaba? Pues que el conductor del coche obedecía órdenes de no pasar de 60.
Como decía antes, León lo tiene todo para ser una de las provincias más prósperas de España, pero necesita algo ¿qué será? Muy sencillo, necesita un buen conductor, que no obedezca órdenes interesadas, alguien que pueda y tenga capacidad para conducir este coche (León) a los primeros puestos de la clasificación general de España (desarrollo económico y humano).
Nuestros políticos (me refiero a aquellos que, integrados en grandes partidos nacionales, ganan bastantes miles de euros al mes) viven de lujo, ajenos a los problemas de los ciudadanos. No están para defender nuestros intereses, sino para obedecer las consignas de los jefes, para eso les pagan. Si algún ciudadano se queja, le llaman llorón. Y si alguien propone soluciones prácticas para salir del atolladero, le llaman iluminado (a mí me lo han llamado).
La mala gestión por parte de la administración autonómica especialmente en materia de servicios y comunicaciones en la provincia de León, así como la falta de apoyo a la agricultura y a la ganadería, está provocando gravísimos problemas de despoblación y envejecimiento. La huida de los jóvenes no es casual, está perfectamente planificada por dirigentes políticos para que sea así. Los recursos económicos de esta provincia, como el agua y la electricidad, muy abundantes aunque no inagotables, son muy golosos, pues son indispensables para alcanzar un buen desarrollo económico y, casualmente la provincia de Valladolid carece de estos recursos.
Estadísticas del INE, publicadas en este mismo Diario hace unos pocos días decían que uno de cada tres nacidos en la provincia de León, no vivía en esta provincia, se había visto obligado a emigrar (es la cifra más alta en términos relativos y absolutos de todas las provincias españolas) Y bien, nadie de los que cobran ese sueldo de lujo ¿no ve el problema? ¿no se da cuenta que este dato es una auténtica catástrofe?. Ninguno de esos privilegiados ¿no es capaz de analizar las altas y bajas de los censos de los municipios leoneses publicados por el INE? ¿No son capaces de darse cuenta que a este ritmo imparable la mitad o más de los municipios de esta provincia van a quedar desiertos? ¿De verdad que no se dan cuenta? Me temo que sí lo saben, pero no les importa.
No estoy en contra de que algunos cobren sueldos astronómicos, todo lo contrario, lo que me molesta es que cobren esos sueldos sin habérselo ganado. Nadie pone reparos en pagar un precio digno por un trabajo bien hecho, pero todos protestamos cuando nos pasan factura de un trabajo mal hecho o no realizado.
Es triste comprobar que lo que ningún gobierno consintió durante más de mil años, ni siquiera con Franco, ni contra Franco, pase en la época más democrática de España, y más triste es todavía comprobar que sabiendo lo que está pasando en León, y lo saben perfectamente, esta democracia lo siga consintiendo. Está claro que la democracia no ha llegado a León y nadie pone remedio. Seguramente algunos políticos leoneses creerán que actúan bien, que no cometen errores, que los errores los cometen otros. Aciertan, los errores los cometemos nosotros votándoles cada cuatro años.

PRENSA: CONCLUSIONES DEL INFORME DE LA DIPUTACIÓN LEONESA. PUEBLOS SEGUNDA RESIDENCIA O ABANDONADOS EN MENOS DE 20 AÑOS

Pueblos segunda residencia o abandonados en menos de 20 años.
11/10/2009. Diario de León.
La despoblación alarmante en muchas zonas del área rural amenaza con convertir estos pueblos en lugares de segunda residencia o espacios abandonados en un tiempo inferior a los veinte años. Así se pone de relieve en un informe de la Diputación que realiza un diagnóstico -”una auditoría medioambiental-” de la provincia a través de siete zonas homogéneas de actuación. Un diagnóstico global clave en el momento de la implantación de la Agenda Local 21 en todos los municipios.
El informe también pone de relieve la potencialidad de estos núcleos rurales en el ámbito del turismo, sus recursos naturales, culturales y patrimoniales y sus fiestas.
El envejecimiento progresivo de la población (con una tasa del 24,6%); la caída de la natalidad (6,6%) y de nupcialidad (3,5%) y la existencia de localidades carentes de servicios sociales son otras de las debilidades de la mayor parte de los municipios de la provincia. También la falta de geriátricos y centros de día para los ancianos del área rural.
Entre las fortalezas de la zona, el documento habla de la elevada esperanza de vida y el incremento de la población estacional, que evita el abandono de poblaciones.

PRENSA: LA PRECARIEDAD EVITA AFRONTAR LOS RETOS DEL FUTURO EN ESTOS NÚCLEOS

La precariedad evita afrontar los retos del futuro en estos núcleos.
11/10/2009. Diario de León.
Este informe de la institución provincial, además, pone especial énfasis en la escasez de recursos económicos de los pequeños ayuntamientos, con escasos ingresos a través de recursos propios y su excesiva dependencia de ayudas de otras administraciones de ámbito superior.
Esta precariedad provoca que no puedan enfocar retos de futuro como la preservación medioambiental de su entorno, el impulso del empleo, la grave pérdida de población y la apuesta por el desarrollo sostenible.
En el capítulo de oportunidades, el informe revela la presencia en el área rural de los siete grupos de acción local que existen en la provincia, la gestión mancomunada de servicios y la presencia de recursos humanos bien formados para incorporarse a labores de gestión municipal. El análisis ensalza el papel de las cabeceras de comarca como motor de sus áreas de influencia inmediatas.

PRENSA: LA ASFIXIA ECONÓMICA IMPULSA UN FRENTE COMÚN DE LOS PEQUEÑOS AYUNTAMIENTOS

La asfixia económica impulsa un frente común de los pequeños ayuntamientos
Plantean la creación de una plataforma con una sola voz, al margen de colores políticos, que impulse un pacto para la supervivencia ante la falta de recursos.
11/10/2009 asun g. puente | redacción. Diario de León.

El 84% de los municipios de la provincia cuentan con menos de 2.000 habitantes: 177 de un total de 211. Precisamente son estos núcleos los que aglutinan la mayoría de los 1.403 pueblos de León. La asfixia económica de estos ayuntamientos, por una creciente falta de recursos, provoca déficits en la prestación de servicios municipales, falta de inversiones y la necesidad de mantener un elevado número de infraestructuras para un bajo número de habitantes y su dispersión.
El anunciado recorte de obras y servicios de la Diputación por la merma del dinero que llegará del Estado a las arcas provinciales (alrededor de 14 millones menos) y el criterio poblacional que se aplica en el reparto del Plan E del Gobierno y del Plan de Convergencia de la Junta, que deja claramente en desventaja a los pequeños municipios por su escasez de vecinos, estrangulará más la situación económica de estos núcleos.
Ante esta situación, diputados socialistas trabajan ya en la creación de una plataforma que aglutine a los 177 ayuntamientos de la provincia con menos de 2.000 habitantes para crear un frente común, que busque alternativas y salidas al problema acuciante de la falta de recursos.
Sin alternativas.
El viceportavoz socialista en la Diputación, Matías Llorente, explica que lanzarán en un par de semanas esta iniciativa para aglutinar a todos los partidos, con el objetivo final de articular un pacto que tenga a las reivindicaciones de los pequeños núcleos como protagonistas, así como a la búsqueda de soluciones a la maltrecha situación de sus arcas.
Llorente apunta que ni siquiera la propia institución provincial cuenta con un plan alternativo para los pequeños ayuntamientos y denuncia que la política de la Junta, «como se está viendo ya en las Directrices de Ordenación del Territorio de la Montaña Cantábrica Central», potencia el papel de las cabeceras de comarca como aglutinadoras de servicios y «deja en mínimos las inversiones en los ayuntamientos pequeños», afirma.
Recuerda que los núcleos de menos de 2.000 habitantes deben seguir prestando los mismos servicios a su población, a pesar de su asfixia económica. En este sentido, hace referencia al mantenimiento de los colegios, las instalaciones deportivas, los consultorios médicos y las actividades de ocio y cultura. «Se trata de competencias impropias por las que la Junta no nos paga nada y, además, ahora con el sectarismo de la presidenta de la Diputación, en el reparto de los fondos de los distintos planes, a los ayuntamientos del PSOE tampoco llega dinero desde las arcas provinciales».
El número dos del PSOE en el Palacio de los Guzmanes y alcalde de Cabreros del Río pone de relieve, igualmente, que los pueblos reúnen en verano y otras vacaciones a muchos visitantes que obligan a tener al día las infraestructuras. «Es imposible sin ayudas o alguna medida específica atender todos los servicios».
Exiguos presupuestos. Enfatiza que los llamados municipios intermedios reciben ayudas directas, acaparan más servicios y a vecinos que trabajan en los pueblos pero que residen en las cabeceras de comarca y, por tanto, allí pagan sus impuestos.
El presupuesto ordinario anual medio de los ayuntamientos de menos de 2.000 habitantes oscila entre los 100.000 y los 150.000 euros. «Tenemos que destinar el 95% a gastos corrientes y personal, así que la situación es insostenible». También evidencia la presión fiscal que viven los vecinos, ya que las obras requieren del cobro de contribuciones especiales.
«De no plantearse soluciones, lamentablemente los pueblos irán muriendo», remarca Matías Llorente.