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24 diciembre, 2014

LA JUNTA Y LA CAIXA INVERTIRAN EN LA MEJORA DEL BOSQUE DE HORMAS

La Junta y la Caixa realizarán la mejora de hábitats en cuatro enclaves de León

La Red Natura de San Emiliano y Las Omañas, el pinar de Lillo y el bosque de Hormas centran las actuaciones.

dl | león 24/12/2014
La Consejería de Fomento y Medio Ambiente y la Obra Social de La Caixa renovaron ayer el acuerdo de colaboración que mantienen desde hace nueve años para proteger el patrimonio natural a través de once proyectos a los que se dedicará una cuantía de 500.000 euros, que supondrá la generación de 54 empleos, tal y como señalaron el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Antonio Silván, y el responsable en Castilla y León de la Caixa, José Manuel Bilbao.
En la provincia de León se restaurarán los hábitats de la zona norte, especialmente en San Emiliano y Omañas, incluidos en la Red Natura 2000. También está prevista la conservación y mejora de la biodiversidad en los bosques singulares de Hormas y el Pinar de Puebla de Lillo
Este acuerdo tiene como objetivos, en primer lugar, según Silván, proteger el entorno medioambiental de Castilla y León y, por otro, favorecer el acceso al mercado laboral de personas en riesgo de exclusión social.
Los once proyectos que se realizarán en 2015 se enmarcan dentro de la colaboración entre la Obra Social ‘la Caixa’ y la Junta de Castilla y León iniciada en 2006 con el compromiso de la mejora del medio ambiente y el fomento del empleo entre personas en riesgo de exclusión.
Concretamente, el próximo año un total de 54 personas desfavorecidas podrán acceder al mundo laboral realizando estos trabajos. Desde que se inició la colaboración entre ambas instituciones se han realizado 70 actuaciones sobre el territorio y se ha contribuido a la inserción laboral de casi 600 personas. A finales de 2015, y tras nueve años de colaboración, la entidad financiera habrá destinado un total de 8,8 millones de euros a proyectos de restauración ambiental en Castilla y León.
Con una inversión de 500.000 euros, los nueve proyectos previstos para esta anualidad tienen como objetivos la conservación de la biodiversidad y la mejora del medio natural. En las actuaciones, al igual que en años anteriores, se dará prioridad a la ocupación de colectivos de personas en situación o riesgo de exclusión social, preferentemente colectivos de exreclusos, exdrogadictos, inmigrantes y mujeres en situación de vulnerabilidad.
Para ello, se tendrá especialmente en cuenta el programa Incorpora de la Fundación ‘la Caixa’, que tiene por objeto facilitar el acceso al mundo laboral de colectivos especialmente frágiles. Para la realización de estas actividades, se prevé la participación de 54 personas en riesgo de exclusión social.
En estos últimos nueve años, se han invertido más de 8,8 millones de euros y se ha facilitado la incorporación laboral de casi 600 personas en riesgo de exclusión social.

FELICES FIESTAS


LA CASA DE HUMO TRIUNFA FUERA DE LOIS

La Casa del Humo triunfa fuera de Lois

Premio Construcción Sostenible a la restauración dirigida por Ramón Cañas Construcció.

  • ramón cañas arquitectos -
    ramón cañas arquitectos -
ana gaitero | león 24/12/2014 
 
Lois, el pequeño pueblo de Crémenes al que todo el mundo conoce por su Cátedra (una de las más famosas preceptorías de León) y la Catedral de la Montaña, por la espectacular iglesia, tiene ahora en la Casa del Humo en referentes de la construcción sostenible.

La arcaica construcción, de no menos de doscientos años, hecha de piedra, madera y cubierta con teito de paja, ha obtenido un título de ringo rango en el medio ambiente y la construcción: «Es un modelo ejemplar de sostenibilidad», sentencia el jurado que ha otorgado a su rehabilitación uno de los premios de la quinta convocatoria de Construcción Sostenible convocados por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León en colaboración con el Instituto de Construcción.

El arquitecto leonés Ramón Cañas es el director de esta restauración que se finalizó ya hace tres años. «La tipología del edificio representa un modelo de sostenibilidad, tanto en su configuración arquitectónica y funcional, en la que se aglutinan todos los espacios necesarios para la vida rural, como en los materiales y técnicas constructivas, aprovechando elementos naturales y renovables del medio inmediato, que requieren labores mínimas de transformación, mayormente manuales y no presentan incidencia agresiva sobre el medio natural», explica la memoria con la que concurrió al premio.

El hogar, con las pregancias colgando del techo, «resuelve las necesidades domésticas de caldeo y cocinado, sirviendo a su vez como sistema de saneado y mantenimiento de la cubrición de «teito», con funciones de secado, fungicidas y anti-roedores, al filtrar el humo a través de la gruesa cubrición transpirable de los cuelmos de paja de centeno», añade.

La ejemplaridad de su recuperación radica en haber empleado materiales y técnicas cuyo uso en la zona de la montaña, y en la historia de la humanidad, se remonta a tiempo inmemorial y que en Lois tuvo presencia viva hasta hace poco tiempo. Por ser autosuficiente y aprovechar los recursos del entorno se convierte en un ejemplo en el que la construcción del futuro debe mirarse para hacer viviendas más sostenibles, tal y como argumentó el arquitecto ante el jurado. Bien es verdad que si el fuego fue la única fuente de energía de la casa en su origen, con el paso del tiempo entró la luz eléctrica. Esta singular construcción estuvo habitada hasta 1997 por Noris, Honorino Álvarez, un hombre «afable, amable, fumador empedernido y conversador» que casi era el único que no tosía en los largos filandones que se celebraron mientras él la habitó.

La rehabilitación ha preservado la tipología arquitectónica, con el paso de acceso a vivienda, almacenes y cuadras en la planta baja, y la alcoba y el espacio multifuncional de estancia, hogar y hornera en la planta primera. La zona reconstruida de cuadras acoge la zona de acogida de visitantes, zona expositiva y los servicios. Se recuperó y canalizó el paso de agua de manantial que discurría atravesando el «antojano» (patio frontal), que antaño fue suministro de agua corriente y lavadero.

Falta Noris, pero está la tradición más ancestral del ser humano en la montaña pues de palera y ramaje construyó las primeras moradas allá por el Neolítico.