Los socialistas europeos justifican su giro ante la votación sobre el TTIP
El PSOE y el SPD alemán reciben
críticas por aceptar una versión reformada de los controvertidos
tribunales de arbitraje. La Eurocámara vota el 10 de junio sobre su
posición respecto al TTIP
01 junio 2015. http://www.lamarea.com
23:54
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La Eurocámara se reúne 12 veces al año en su sede en Estrasburgo. CONSILIUM
A una semana de que el Parlamento Europeo
vote sobre una posición común frente a las controvertidas negociaciones
de un acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y EEUU crece la
presión sobre los socialdemócratas. El giro de los partidos del grupo Socialistas y Demócratas (S&D),
entre ellos el PSOE, a favor del polémico mecanismo de arbitraje
privado entre empresas y Estados ha provocado un gran malestar entre sus
bases y otras partes de la ciudadanía.
El jueves pasado los representantes socialdemócratas –con una excepción- votaron a favor de un informe sobre el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversión (TTIP, en sus siglas en inglés)
en la Comisión de Comercio Internacional del Parlamento Europeo (INTA).
Este documento prevé crear una “solución permanente para la resolución
de controversias entre inversores y Estados que esté sujeta a los
principios y el control democrático”.
Los lobbies industriales a ambos lados del Atlántico, pero
especialmente en EEUU, están presionando para que las empresas tengan la
posibilidad de recurrir decisiones soberanas de los gobiernos,
como cambiar leyes, eliminar subvenciones etc, fuera del sistema de
Justicia de estos países. Bajo el plan original, en el TTIP todos los
países se comprometerían a respetar estos tribunales de arbitraje de
carácter privado bajo una cláusula llamada ISDS en sus siglas en inglés.
La nueva propuesta habla ahora de crear un mecanismo de arbitraje con
jueces públicos y más transparencia, según subrayan desde el grupo
S&D. Sin embargo, para los detractores del TTIP esta nueva versión
del ISDS, que se basa en una reforma presentada por la comisaria europea de Comercio Celia Malmström,
no es muy diferente a los mecanismos de arbitraje de los que se hablaba
hasta ahora y a los que los socialistas europeos se habían opuesto con
rotundidad.
El problema de fondo sigue siendo que el TTIP brindaría a los
inversores extranjeros la posibilidad de demandar a gobiernos y a otras
instituciones nacionales por supuestos perjuicios fuera del sistema de
Justicia del país en cuestión. Los críticos lo consideran un ataque a los fundamentos democráticos.
“Hemos enviado al ISDS al basurero de la historia”, comentó eufórico Bernd Lange,
eurodiputado del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) y presidente
de la Comisión INTA. Sin embargo, no todo el mundo comparte esta
evaluación. En la página web de
Lange hay varios comentarios de lectores que se identifican como
militantes del SPD y acusan a Lange y los suyos de haber traicionado sus
propios principios.
Los socialdemócratas alemanes han aprobado en sus congresos que el
partido se debe oponer a la inclusión de estos mecanismos de arbitraje.
El presidente del SPD, Sigmar Gabriel, lleva meses
intentando persuadir a los suyos para que no sean un obstáculo para
aprobar el TTIP. El también vicecanciller y ministro de Economía es un
defensor del Tratado de Libre Comercio con EEUU. En una cumbre de
líderes socialistas en Madrid en febrero, Gabriel presentó a sus socios un documento base que debería consensuar una posición común frente al TTIP.
También en el PSOE están nerviosos por el disgusto
que causó su voto a favor de la propuesta en la Comisión INTA. Desde la
sede de Ferraz se ha mandado un correo electrónico a los afiliados en el
que se justifica la posición
de sus eurodiputados. “Hemos logrado que el Parlamento Europeo apoye
nuestra exigencia de parar el ISDS (un sistema de arbitraje privado
entre empresas y Estados). Pero además de pararlo, hemos avanzado
para que el Europarlamento defienda tribunales públicos (primero de los
Estados y luego, en última instancia, internacional)”, reza el mensaje.
En contra de los esfuerzos del PSOE y el SPD alemán, los socialistas
franceses consideran “insatisfactorio” haber apoyado la propuesta la
semana pasada. El eurodiputado francés Emmanuel Maurel
fue el único miembro socialista de la Comisión que votó en contra, junto
con los Verdes y el grupo Izquierda Unitaria Europea (al que pertenecen
Die Linke, Syriza, Izquierda Unida y Podemos, entre otros).
Tanto PSOE como SPD subrayan que han conseguido introducir otros
elementos en el documento que supuestamente protegen ciertos servicios
públicos de una futura privatización y dan garantías laborales y
medioambientales. Business Europe, el principal y poderoso lobby de las empresas europeas en Bruselas, se felicitó en un comunicado porque se habían “reconocido los derechos de los inversores”. Pero también admitía estar “preocupado por la petición de excluir los servicios públicos”.
La votación del próximo miércoles 10 de junio sobre la posición respecto al TTIP en el Parlamento Europeo
no tiene carácter vinculante. Los negociadores de Bruselas y Washington
pueden llegar a conclusiones bien distintas. Pero el texto final del
acuerdo –si llega a haberlo- sí que necesitaría pasar por la Eurocámara.
Probablemente, el asunto no terminaría ahí. Varios parlamentos
nacionales ya han decidido que deben pronunciarse también sobre el TTIP.
Y en última instancia quedaría la vía judicial. En
Alemania se han hecho informes que concluyen que los mecanismos de
arbitraje, tal y como estaban previsto bajo el ISDS, podrían vulnerar la
Constitución.