La Casa del Oso reivindicada para Riaño, similar al hogar de «Paca» y «Tola» en Asturias, sólo requiere 6.000 euros anuales para alimentar a los osos y un cuidador.
22/02/2010 m. romero | Diario de León. redacciónLa construcción de un cercado osero de una hectárea de superficie en la montaña oriental leonesa costaría alrededor de 400.000 euros, tomando como referencia la inversión que requirió el área de manejo creada recientemente por la Fundación Oso de Asturias para mejorar el cuidado de las populares Paca y Tola. El entorno de Riaño es una opción valorada por Administración, científicos y grupos conservacionistas para dar una salida viable a Luna y Ponderoso, los dos osos que llevan enjaulados más de 17 años en el Coto Escolar de León y para los que se está buscando un emplazamiento ahora que han conseguido con carácter excepcional los papeles para su traslado.
El cercado, que tendría fines turísticos -” Paca y Tola llevan cada año al concejo asturiano de Santo Adriano a 80.000 visitantes-” y de sensibilización ambiental, resulta especialmente costoso por el encarecimiento que supone la ejecución de obras en una zona de alta montaña -”en Asturias tuvieron que transportar las estructuras con mulas-” y por las características técnicas que requiere un complejo de este tipo. El vallado exige construir un muro subterráneo de hormigón y de al menos de metro de altura para que los osos, zapadores, no puedan escaparse excavando bajo la valla. Además, metros antes del mallado metálico hay que colocar un pastor eléctrico que bordee todo el perímetro.
Un empleo. El cercado osero que pretende la montaña oriental tiene, sin embargo, unos costes de mantenimiento muy bajos. Zapico informó que el presupuesto de su fundación para dar de comer a Paca y Tola es de 6.000 euros al año, cantidad que se destina, sobre todo, a comprar fruta y frutos secos, puesto que una empresa cárnica asturiana le regala recortes de pollo. Además, los osos necesitan un cuidador. En Asturias se ha creado un puesto de trabajo a jornada partida para el guardián de Paca y Tola . La experiencia demuestra que no se necesita un biólogo o personal titulado, puesto que su única función es alimentar a las osas, comprobar diariamente que el pastor eléctrico funciona y evitar que los animales sean dañados desde el exterior. Un suplente cubre los fines de semana, festivos y vacaciones del titular.
El proyecto asturiano está gestionado por una fundación cultural privada surgida de la colaboración entre la Administración del Principado de Asturias y diez entidades asentadas en la región, entre ellas Caja Astur e importantes firmas como Hidroeléctrica del Cantábrico, Aguas de Fuensanta, Hunosa o Tudela Veguín, ésta última también asentada en la montaña leonesa. A este respecto, el proyecto de la montaña oriental podría implicar a empresarios leoneses que ya han apostado por esta zona como fuente de desarrollo, caso de David Álvarez.
Paca y Tola disponen de un cercado de cuatro hectáreas en un lugar conocido como Monte Fernanchín. Se accede, a pie o en bicicleta, por la Senda del Oso, viejo ferrocarril minero ahora convertido en un paseo kilométrico desde la ciudad de Oviedo. Además de la zona de visita, la Casa del Oso cuenta con un área recreativa, con zona de juego y de descanso, para los más de 80.000 visitantes que llegan hasta allí cada año. La experiencia asturiana aconseja que, de construirse, el cercado osero cobre un precio simbólico por entrar, puesto que en su opinión es una buena manera de garantizar el mantenimiento del proyecto a largo plazo.
El cercado, que tendría fines turísticos -” Paca y Tola llevan cada año al concejo asturiano de Santo Adriano a 80.000 visitantes-” y de sensibilización ambiental, resulta especialmente costoso por el encarecimiento que supone la ejecución de obras en una zona de alta montaña -”en Asturias tuvieron que transportar las estructuras con mulas-” y por las características técnicas que requiere un complejo de este tipo. El vallado exige construir un muro subterráneo de hormigón y de al menos de metro de altura para que los osos, zapadores, no puedan escaparse excavando bajo la valla. Además, metros antes del mallado metálico hay que colocar un pastor eléctrico que bordee todo el perímetro.
Un empleo. El cercado osero que pretende la montaña oriental tiene, sin embargo, unos costes de mantenimiento muy bajos. Zapico informó que el presupuesto de su fundación para dar de comer a Paca y Tola es de 6.000 euros al año, cantidad que se destina, sobre todo, a comprar fruta y frutos secos, puesto que una empresa cárnica asturiana le regala recortes de pollo. Además, los osos necesitan un cuidador. En Asturias se ha creado un puesto de trabajo a jornada partida para el guardián de Paca y Tola . La experiencia demuestra que no se necesita un biólogo o personal titulado, puesto que su única función es alimentar a las osas, comprobar diariamente que el pastor eléctrico funciona y evitar que los animales sean dañados desde el exterior. Un suplente cubre los fines de semana, festivos y vacaciones del titular.
El proyecto asturiano está gestionado por una fundación cultural privada surgida de la colaboración entre la Administración del Principado de Asturias y diez entidades asentadas en la región, entre ellas Caja Astur e importantes firmas como Hidroeléctrica del Cantábrico, Aguas de Fuensanta, Hunosa o Tudela Veguín, ésta última también asentada en la montaña leonesa. A este respecto, el proyecto de la montaña oriental podría implicar a empresarios leoneses que ya han apostado por esta zona como fuente de desarrollo, caso de David Álvarez.
Paca y Tola disponen de un cercado de cuatro hectáreas en un lugar conocido como Monte Fernanchín. Se accede, a pie o en bicicleta, por la Senda del Oso, viejo ferrocarril minero ahora convertido en un paseo kilométrico desde la ciudad de Oviedo. Además de la zona de visita, la Casa del Oso cuenta con un área recreativa, con zona de juego y de descanso, para los más de 80.000 visitantes que llegan hasta allí cada año. La experiencia asturiana aconseja que, de construirse, el cercado osero cobre un precio simbólico por entrar, puesto que en su opinión es una buena manera de garantizar el mantenimiento del proyecto a largo plazo.