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18 junio, 2010

FALLECE JOSÉ SARAMAGO

Pensar, pensar
Junio 18, 2010 por Fundação José Saramago

Creo que en la sociedad actual nos falta filosofía. Filosofía como espacio, lugar, método de reflexión, que puede no tener un objetivo concreto, como la ciencia, que avanza para satisfacer objetivos. Nos falta reflexión, pensar, necesitamos el trabajo de pensar, y me parece que, sin ideas, no vamos a ninguna parte.
José Saramago

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NUEVA LÁPIDA VADINIENSE HALLADA EN CISTIERNA

Hallan una nueva lápida funeraria vadiniense en el entorno de Cistierna
Sirve de peldaño para acceder a la iglesia de un pueblo cercano a Peñacorada, la misma zona en la que apareció la estela de «Dovidero, príncipe de los cántabros».
18/06/2010 e. gancedo | león
S. Sanz

Antaño, todo se reutilizaba y reciclaba, y piedras cómo éstas, grandes y pulidas, se emplearon en los más diversos usos. Tienen cerca de 1.800 años de antigüedad, y han venido apareciendo con profusión en la Montaña Oriental: un simple vistazo al Museo de León sirve para comprobar la gran cantidad de lápidas vadinienses -"pueblo prerromano adscrito a los antiguos cántabros-", halladas en nuestro territorio. La última que se ha identificado ha aparecido en el macizo de Peñacorada, sirviendo de solera a la iglesia de una de las poblaciones situadas en las faldas de esta emblemática cumbre.

«Se encuentra en el mismo lugar en el que, en su día, apareció la lápida de Dovidero, príncipe de los cántabros , por cierto localizada mal en el museo leonés -"explica el historiador Siro Sanz-". Esta última, por ejemplo, se usaba como asiento para el alcalde concejil, quizá por el alto valor simbólico que se le continuaba otorgando pese a los muchos años transcurridos».

Dada a conocer por Siro Sanz y Eutimio Martino en el 2002 pero sin eco alguno en las instituciones locales y provinciales, la lápida aflora en una zona extraordinariamente rica en vestigios antiguos: cada pueblo tiene su equivalente en castros o coronas situados en altura. El castro de Campo Mulín y sus defensas naturales son buena muestra de estos restos que datan de la época de la lucha contra las legiones y la posterior romanización. Pero Sanz se lamenta de que, muchas veces, las autoridades se llevan piezas de la zona sin ofrecer luego más explicaciones. «Como la lápida de La Llama, cuatro años después, aún no sabemos nada de ella».