Política: Quiebra total
6 junio 2011
por rosa maría artal
Según distintas encuestas publicadas, más de dos tercios de los españoles comparte las reivindicaciones del #15M y una abrumadora mayoría –en torno al 90%- creen que son la expresión del malestar social. Ese 10% que no lo ve son, con gran probabilidad, políticos y distintos poderes arrellanados en sus poltronas. Diminutos se pelean a la altura de las baldosas por sus propios intereses, mientras el hartazgo de la sociedad crece hasta atravesar las nubes. Hasta salir a la calle y protestar. Hasta elaborar propuestas y soluciones para suplir el vacío de quienes, teniendo obligación de formularlas y llevarlas a cabo, han hecho dejación de sus obligaciones.
Es la política la que está en “Quiebra total”. El espectáculo ofrecido a poco más de una semana del arrollador triunfo electoral del PP en las municipales, acusando de otras quiebras y programando auditorias selectivas, resulta patético ante el estado de una opinión pública que, siquiera parcialmente, se muestra bien despierta. Aprovéchemos la inopia del resto para vender el patrimonio común pagado con nuestros impuestos, y hasta hospitales y colegios: hay barra libre, o eso creen aún desde el Limbo-Olimpo. En un camino, por otro lado, de difícil retorno. Y el programa que anuncia Rajoy para poner en práctica en cuanto llegue a la Moncloa, retrotrae a la génesis de la crisis con su apuesta por volver a inflar la burbuja inmobiliaria o apostar por la energía nuclear. “Es tradición en nuestro país”, dice. La caspa y la polilla también, al parecer.
No se ve en el PSOE tampoco espíritu de enmienda. Privatizia parcialmente las loterias tan rentables, y, si nos atenemos a Castilla-La Mancha, Barreda ya había vendido buena parte de las empresas públicas. Que no se diga que no somos modernos privatizadores. Seguimos con el “y tú más” sin salirnos del guión. Anda mareada IU a ver por dónde mete mano al malestar, expulsando de su anquilosada organización a personas muy valiosas. Empiece por su casa y luego hablamos.
Estuve en la presentación de Equo. “no seremos un partido en busca de votantes, somos votantes en busca de un partido”. Luchar por el medio ambiente, los derechos humanos, la equidad o la democracia, no suena nada mal, pero ¿qué hacer con este sistema lectoral que condena todo lo que no sea bipartidismo?
No sucede solo en España. No se sabe a quién votar. El Perú acaba de elegir entre dos opciones catastróficas, porque –como decían ayer los peruanos residentes en España- “al final han llegado los peores”. Y Portugal entrega a la derecha la gestión del expolio de sus pertenencias, decretado -“ciegamente” y, sobre todo, con interés de parte-, por la UE, provocando el alborozo de sus correligionarios españoles.
Envejecieron los partidos políticos en una sola noche, sí, pero no por eso dejarán de gestionar nuestros dineros e intereses. Lo hicieron y mucho también gran número de periodistas y opinadores. Ya nada es igual. No me llame a diplodocus para enjuiciar el #15M. No vuelva a decirme que el PP “dice” que los socialistas gastan más y el PSOE que son los conservadores quienes dilapidan. Mueva el culo y la cabeza y déme los datos reales para saber quién miente. Es lo que hacen los periodistas.
Con todo, llama poderosamente la atención en esas encuestas aludidas que, compartiendo las razones de la protesta en las calles, dos tercios de los españoles “no creen que se vayan a producir cambios”. Que me hagan el trabajo “ellos”, otros, quien sea, también “Es tradición en nuestro país”. Pero, mientras, la economía está bien chunga y la política en “quiebra total”, aunque ejerciendo labores de gobierno, comprando, vendiendo, colocando, and so on. Vds verán. Desde luego, si más personas no espabilan y hacen algún mínimo esfuerzo, en el Olimpo político en ruinas seguirán enviando nuestros destinos a las cloacas. Los suyos y los de todos. Como les pasa a los pobres y queridos portugueses, intervenidos y secuestrados ya, con el horizonte de que les vendan hasta la espuma de las olas del atlántico. Si no lo remedian…
6 junio 2011
por rosa maría artal
Según distintas encuestas publicadas, más de dos tercios de los españoles comparte las reivindicaciones del #15M y una abrumadora mayoría –en torno al 90%- creen que son la expresión del malestar social. Ese 10% que no lo ve son, con gran probabilidad, políticos y distintos poderes arrellanados en sus poltronas. Diminutos se pelean a la altura de las baldosas por sus propios intereses, mientras el hartazgo de la sociedad crece hasta atravesar las nubes. Hasta salir a la calle y protestar. Hasta elaborar propuestas y soluciones para suplir el vacío de quienes, teniendo obligación de formularlas y llevarlas a cabo, han hecho dejación de sus obligaciones.
Es la política la que está en “Quiebra total”. El espectáculo ofrecido a poco más de una semana del arrollador triunfo electoral del PP en las municipales, acusando de otras quiebras y programando auditorias selectivas, resulta patético ante el estado de una opinión pública que, siquiera parcialmente, se muestra bien despierta. Aprovéchemos la inopia del resto para vender el patrimonio común pagado con nuestros impuestos, y hasta hospitales y colegios: hay barra libre, o eso creen aún desde el Limbo-Olimpo. En un camino, por otro lado, de difícil retorno. Y el programa que anuncia Rajoy para poner en práctica en cuanto llegue a la Moncloa, retrotrae a la génesis de la crisis con su apuesta por volver a inflar la burbuja inmobiliaria o apostar por la energía nuclear. “Es tradición en nuestro país”, dice. La caspa y la polilla también, al parecer.
No se ve en el PSOE tampoco espíritu de enmienda. Privatizia parcialmente las loterias tan rentables, y, si nos atenemos a Castilla-La Mancha, Barreda ya había vendido buena parte de las empresas públicas. Que no se diga que no somos modernos privatizadores. Seguimos con el “y tú más” sin salirnos del guión. Anda mareada IU a ver por dónde mete mano al malestar, expulsando de su anquilosada organización a personas muy valiosas. Empiece por su casa y luego hablamos.
Estuve en la presentación de Equo. “no seremos un partido en busca de votantes, somos votantes en busca de un partido”. Luchar por el medio ambiente, los derechos humanos, la equidad o la democracia, no suena nada mal, pero ¿qué hacer con este sistema lectoral que condena todo lo que no sea bipartidismo?
No sucede solo en España. No se sabe a quién votar. El Perú acaba de elegir entre dos opciones catastróficas, porque –como decían ayer los peruanos residentes en España- “al final han llegado los peores”. Y Portugal entrega a la derecha la gestión del expolio de sus pertenencias, decretado -“ciegamente” y, sobre todo, con interés de parte-, por la UE, provocando el alborozo de sus correligionarios españoles.
Envejecieron los partidos políticos en una sola noche, sí, pero no por eso dejarán de gestionar nuestros dineros e intereses. Lo hicieron y mucho también gran número de periodistas y opinadores. Ya nada es igual. No me llame a diplodocus para enjuiciar el #15M. No vuelva a decirme que el PP “dice” que los socialistas gastan más y el PSOE que son los conservadores quienes dilapidan. Mueva el culo y la cabeza y déme los datos reales para saber quién miente. Es lo que hacen los periodistas.
Con todo, llama poderosamente la atención en esas encuestas aludidas que, compartiendo las razones de la protesta en las calles, dos tercios de los españoles “no creen que se vayan a producir cambios”. Que me hagan el trabajo “ellos”, otros, quien sea, también “Es tradición en nuestro país”. Pero, mientras, la economía está bien chunga y la política en “quiebra total”, aunque ejerciendo labores de gobierno, comprando, vendiendo, colocando, and so on. Vds verán. Desde luego, si más personas no espabilan y hacen algún mínimo esfuerzo, en el Olimpo político en ruinas seguirán enviando nuestros destinos a las cloacas. Los suyos y los de todos. Como les pasa a los pobres y queridos portugueses, intervenidos y secuestrados ya, con el horizonte de que les vendan hasta la espuma de las olas del atlántico. Si no lo remedian…
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