La oligarquía catalana contra España: Endesa
13.01.2014 Roberto Centeno
elconfidencial.com
Hasta 1997, Endesa estaba dirigida por Feliciano Fuster, que la había convertido en la mayor por capitalización bursátil junto con Telefónica, muy por encima de Iberdrola, Repsol o el Santander. Fuster tenía una estrategia perfectamente definida: una política de internacionalización y diversificación, extremadamente brillante y eficaz, para convertir la sociedad en un holding multiutilities. Endesa era una empresa pública perfectamente gestionada con sueldos de las empresas públicas de entonces. Feliciano ganaba 12 millones de pesetas anuales, que equivalen a 140.000 euros de hoy, ¡casi cien veces menos que algunos de los presidentes de las empresas eléctricas actuales, mucho peor gestionadas!
Cuando se estaba terminando el llamado proceso de privatización “para fomentar la competencia”, la mayor estafa de la historia industrial de España, ya que se trataba de convertir los monopolios públicos con precios regulados en monopolios privados con precios libres, Aznar se hizo con el poder con la ayuda de los separatistas catalanes y puso a sus amigos al frente de todas las empresas públicas, privatizadas o no, con independencia absoluta de sus conocimientos. “¡No íbamos a poner a nuestros enemigos!", diría Rato con la soberbia que le caracterizaba, aunque deberían haber elegido al menos a los que supieran hacer una 'o' con un canuto, porque la mayoría ni eso.
Endesa se la 'pidió' Martín Villa, que, después de haber traicionado a Franco, a sus principios falangistas y a España y a los españoles en la Transición, era lo menos que se merecía. Así que Aznar echó a Feliciano, “un enemigo”, según el inepto de Rato, y puso al ínclito Rodolfo. Lo primero que hizo el nuevo presidente, que podía no saber lo que era un kw, pero sabía muy bien que la pela es la pela, fue ponerse un sueldo 20 veces mayor que el de Feliciano. Durante los ocho años siguientes, primero con Martín Villa y luego con Pizarro, la cotización de Endesa se estancó, mientras que la del resto de las eléctricas subió como la espuma.
Los caciques catalanes, al saqueo
Uno de los grandes desastres de la Transición ha sido el hecho de que el voto de los separatistas vascos y catalanes valga seis veces el del resto de los españoles, lo que ha llevado a que cuatro caciques locales, hoy en abierta sedición contra España ante la cobardía y la inacción de Rajoy, tengan la llave en la formación de Gobiernos. A los vascos se les restituyó un régimen foral de rapiña, e ingresan anualmente 8.000 millones menos al Estado de lo que les correspondería en el régimen común. También se dispuso que los impuestos del IVA y Sociedades pagados por las empresas radicadas en el País Vasco por sus ventas fuera de la región (particularmente las medianas y pequeñas), que son ingresados en las Diputaciones Forales, no vuelvan al Estado como es obligado. Ello añade miles de millones que literalmente roban al resto de los españoles, lo que les permite ser la primera región en renta per cápita.
En el caso de Cataluña, todo el expolio económico de España ha girado alrededor La Caixa, cuya gestión del negocio bancario ha sido manifiestamente ineficiente (a día de hoy ni siquiera sabemos el valor de sus activos tóxicos aparcados fuera de CaixaBank, gracias a la connivencia con el BdE), y que ha aprovechado en su favor el chantaje político que suponía la compra de los votos nacionalistas. La Caixa conseguía así el 'gratis total', porque el dinero obtenido con el trapicheo político no era para los catalanes de a pie, sino para la oligarquía, al control de numerosas empresas clave.
Como señalaba Alberto Recarte, gran conocedor del sistema financiero, “La Caixa recibía un pago [por estas ayudas políticas] en forma de participaciones empresariales, lo que la ha hecho dueña de enormes paquetes accionariales en las principales empresas de España a precio de saldo. Analicen sus balances y comprobarán que el precio de las participaciones no se ha pagado con sus beneficios bancarios, sino que ha sido fruto de pactos políticos”. O sea, del saqueo sistemático a los españoles, catalanes o no.
Antes de la desgracia nacional que supuso que Zapatero ganara las elecciones, Gas Natural intentó lanzar una OPA sobre Iberdrola, algo que Cortina, entonces presidente de Repsol, frenó con facilidad. Cuando Zapatero llegó a la presidencia, vieron el cielo abierto, porque además nombra al bachiller Montilla ministro de Industria. La máxima aspiración de Montilla en la vida, siendo como es de un pequeño pueblo de Córdoba, era llegar a presidente de la Generalitat, para lo que necesitaba el apoyo de la todopoderosa oligarquía catalana, sin la cual nada se mueve en esa región. ¿Y qué quiere esta a cambio de promocionarlo a molt honorable President? Pues quedarse con Endesa sin poner un euro.
Así, de la OPA que realiza Gas Natural, 21,30 euros por acción, se paga el 65% en papeles de colores, es decir, acciones de la nueva sociedad, para lo que se hace una ampliación, y el 35% restante en dinero que sale de la propia Endesa, vendiendo algunos activos a Iberdrola por entre 7.000 y 9.000 millones. O sea, la oligarquía catalana se queda con la mayor eléctrica española sólo por su cara. Igual que ha hecho con las cajas y el Banco de Valencia, en cuyo caso se ha quedado con los activos, mientras que el dinero lo ponen los españoles vía robo legal del FROB y similares.
“El kilovatio me aburría, pero esto me pone”
Esta OPA 'gratis total' de una hormiga a un gigante, algo inédito en el mundo y que jamás le habría ocurrido ni a Feliciano Fuster ni a un gestor digno de ese nombre, despierta a Pizarro de sus largos años de dolce far niente, y lo primero que hace es decir “el kilovatio me aburría, pero esto me pone”. Se trata del mayor dislate pronunciado jamás por un dirigente empresarial en la historia industrial española, y probablemente en la mundial, y explica la pérdida brutal de valor bursátil de Endesa en relación con sus pares a lo largo del mandato de Villa/Pizarro.
Pero como la creación de valor para el accionista le aburría y la parte legal le "ponía", empezó a buscar todos los obstáculos legales posibles para torpedear el robo descarado que pretendía perpetrar la oligarquía catalana. Y para sortear al Gobierno Zapatero, que estaba a los pies de los oligarcas (tanto que llegaría hasta la traición, haciendo aprobar un Estatuto manifiestamente anticonstitucional que convertía a España en una colonia económica de Cataluña), pidió la intervención de la Comisión Europea, ya que las inversiones de Endesa fuera de España hacían competente a la misma y no al bachiller Montilla.
Simultáneamente, Pizarro salió a la busca de un 'caballero blanco', algo que, de no haberle aburrido tanto el kilovatio y haber hecho su trabajo durante su presidencia, no habría necesitado. Llama la atención que, siendo Pizarro un experto en bolsa, no se percatase de que la estructura accionarial de Endesa, con un 85% de particulares o fondos de inversión, era extremadamente vulnerable. Pizarro no movió un dedo para tener un núcleo duro que hiciera imposible una OPA en un mundo donde eran la moda del momento. Sería un error letal.
El 'caballero blanco' fue la alemana E.ON, sin duda una excelente elección pues es la empresa eléctrica más eficiente de Europa: si al final se hubiera quedado con Endesa, el desastre actual no se habría producido jamás. Pizarro les abrió las puertas de Endesa y los alemanes se quedaron tan asombrados con el valor de lo que había que en lugar de tomar una participación minoritaria decidieron hacer una contraopa por 27,5 euros por acción y todo en efectivo. La oligarquía catalana, que se había dormido en sus laureles, sintiéndose imbatible por el sometimiento de Zapatero y del bachiller Montilla, vio que el tema se le iba de las manos, porque la nueva OPA de E.ON le obligaba a poner dinero, y eso nunca.
Montaje infumable
Así que pasaron a lo suyo: al lloro y a la amenaza política. 'Catalanofobia empresarial' diría el miserable de Carod Rovira, enemigo declarado de España: “En Cataluña no se entendería que Endesa no fuera para Gas Natural”. Y luego: “¿Cómo va a entregarse la primera eléctrica española a una empresa alemana con mayoría pública? Zapatero y el bachiller Montilla rechazaron a E.ON por ser parcialmente pública, algo que clama al cielo a la vista de lo que ocurrió después, e hicieron un montaje infumable con Acciona, que compró un 10% con dinero del Santander, pues el retorno con un beneficio escandaloso estaba garantizado por Enel, que, de la mano de Solbes, compró otro 10% ampliable.
El montaje Acciona-Enel puso a E.ON en dificultades, pero, conocido el valor real de Endesa, elevó su apuesta hasta los 40 euros por acción. La oligarquía catalana había conseguido impedir de un Gobierno de traidores la entrada de E.ON, pero a costa de que las acciones se disparasen en bolsa, lo que les dejó fuera de juego. La clave del tema pasó entonces a Pedro Solbes, el cual se había visto envuelto en la mayor trama de corrupción descubierta en la Comisión Europea, lo que ya es decir, ya que la Comisión es el organismo público más corrupto de todo mundo civilizado.
En vez de haber sido expulsado con deshonor, que era lo que correspondía ya que era el responsable político, su jefe, Romano Prodi, no sólo le mantuvo en el puesto, sino que al final de su mandato lo jubiló con unas cifras de lujo. A su salida como presidente de la Comisión Europea, Prodi sería elegido Presidente del Gobierno italiano, y como buen conocedor del tema Enel, pues había sido presidente del IRI, holding público italiano al que pertenecía Enel, utilizó la deuda de honor contraída por Solbes para que apoyara a muerte la toma de control de Endesa por Enel, que era la antítesis de E.ON, pues es la empresa eléctrica peor gestionada y más ineficiente de Europa. Todo se gestó entre bastidores.
De todas formas, lo relevante es el resultado final: España entrega su mayor empresa eléctrica con fuertes ramificaciones en Latinoamérica a Italia. Enel se 'estira' y pone un eurillo más que E.ON, hasta 41. Y nuestro mayor activo en el sector eléctrico desaparece, gracias a que al presidente de Endesa le aburrían sus obligaciones, a la rapacidad y la avaricia de la oligarquía catalana y a la felonía de Zapatero y de Solbes, que sería nombrado, ¡cómo no!, consejero no de Endesa, ¡sino de la propia Enel en Roma, que hoy sí paga a los traidores!
Alguien tiene que pagar la OPA
Los italianos se fuman un puro con la clausulas 'inviolables' de españolidad de Endesa, el hecho de mantener su sede en Madrid y un largo número de etcéteras, a lo que se habían comprometido formalmente. Y eso sin que el Gobierno, Rajoy en este caso, mueva un dedo. Los suministros más importantes de Endesa los hacen empresas italianas, y la electricidad para los españoles se pone al nivel más alto de Europa, porque alguien tiene que pagar la OPA, las plusvalías escandalosas de Acciona y el macrosueldo de Solbes, y no iban a ser los italianos.
A día de hoy, Enel/Endesa, Iberdrola y Gas Natural manipulan los precios como les da la gana. Alteran sus sistemas productivos y sus aprovisionamientos para producir una escasez artificial en un mundo pletórico de energía para elevar artificialmente los precios, algo que sería de cárcel en todo el mundo civilizado, mientras el inútil de Soria no hace absolutamente nada. No es más que otro episodio del desgobierno, la corrupción, la incompetencia y la falta de liderazgo de Rajoy, que raya en lo criminal y que nos ha conducido a una profunda crisis nacional en todos los ámbitos. Alguien debería decir basta, porque esta situación nos va a llevar al desastre político y económico más absoluto.
13.01.2014 Roberto Centeno
elconfidencial.com
Hasta 1997, Endesa estaba dirigida por Feliciano Fuster, que la había convertido en la mayor por capitalización bursátil junto con Telefónica, muy por encima de Iberdrola, Repsol o el Santander. Fuster tenía una estrategia perfectamente definida: una política de internacionalización y diversificación, extremadamente brillante y eficaz, para convertir la sociedad en un holding multiutilities. Endesa era una empresa pública perfectamente gestionada con sueldos de las empresas públicas de entonces. Feliciano ganaba 12 millones de pesetas anuales, que equivalen a 140.000 euros de hoy, ¡casi cien veces menos que algunos de los presidentes de las empresas eléctricas actuales, mucho peor gestionadas!
Cuando se estaba terminando el llamado proceso de privatización “para fomentar la competencia”, la mayor estafa de la historia industrial de España, ya que se trataba de convertir los monopolios públicos con precios regulados en monopolios privados con precios libres, Aznar se hizo con el poder con la ayuda de los separatistas catalanes y puso a sus amigos al frente de todas las empresas públicas, privatizadas o no, con independencia absoluta de sus conocimientos. “¡No íbamos a poner a nuestros enemigos!", diría Rato con la soberbia que le caracterizaba, aunque deberían haber elegido al menos a los que supieran hacer una 'o' con un canuto, porque la mayoría ni eso.
Endesa se la 'pidió' Martín Villa, que, después de haber traicionado a Franco, a sus principios falangistas y a España y a los españoles en la Transición, era lo menos que se merecía. Así que Aznar echó a Feliciano, “un enemigo”, según el inepto de Rato, y puso al ínclito Rodolfo. Lo primero que hizo el nuevo presidente, que podía no saber lo que era un kw, pero sabía muy bien que la pela es la pela, fue ponerse un sueldo 20 veces mayor que el de Feliciano. Durante los ocho años siguientes, primero con Martín Villa y luego con Pizarro, la cotización de Endesa se estancó, mientras que la del resto de las eléctricas subió como la espuma.
Los caciques catalanes, al saqueo
Uno de los grandes desastres de la Transición ha sido el hecho de que el voto de los separatistas vascos y catalanes valga seis veces el del resto de los españoles, lo que ha llevado a que cuatro caciques locales, hoy en abierta sedición contra España ante la cobardía y la inacción de Rajoy, tengan la llave en la formación de Gobiernos. A los vascos se les restituyó un régimen foral de rapiña, e ingresan anualmente 8.000 millones menos al Estado de lo que les correspondería en el régimen común. También se dispuso que los impuestos del IVA y Sociedades pagados por las empresas radicadas en el País Vasco por sus ventas fuera de la región (particularmente las medianas y pequeñas), que son ingresados en las Diputaciones Forales, no vuelvan al Estado como es obligado. Ello añade miles de millones que literalmente roban al resto de los españoles, lo que les permite ser la primera región en renta per cápita.
En el caso de Cataluña, todo el expolio económico de España ha girado alrededor La Caixa, cuya gestión del negocio bancario ha sido manifiestamente ineficiente (a día de hoy ni siquiera sabemos el valor de sus activos tóxicos aparcados fuera de CaixaBank, gracias a la connivencia con el BdE), y que ha aprovechado en su favor el chantaje político que suponía la compra de los votos nacionalistas. La Caixa conseguía así el 'gratis total', porque el dinero obtenido con el trapicheo político no era para los catalanes de a pie, sino para la oligarquía, al control de numerosas empresas clave.
Como señalaba Alberto Recarte, gran conocedor del sistema financiero, “La Caixa recibía un pago [por estas ayudas políticas] en forma de participaciones empresariales, lo que la ha hecho dueña de enormes paquetes accionariales en las principales empresas de España a precio de saldo. Analicen sus balances y comprobarán que el precio de las participaciones no se ha pagado con sus beneficios bancarios, sino que ha sido fruto de pactos políticos”. O sea, del saqueo sistemático a los españoles, catalanes o no.
Antes de la desgracia nacional que supuso que Zapatero ganara las elecciones, Gas Natural intentó lanzar una OPA sobre Iberdrola, algo que Cortina, entonces presidente de Repsol, frenó con facilidad. Cuando Zapatero llegó a la presidencia, vieron el cielo abierto, porque además nombra al bachiller Montilla ministro de Industria. La máxima aspiración de Montilla en la vida, siendo como es de un pequeño pueblo de Córdoba, era llegar a presidente de la Generalitat, para lo que necesitaba el apoyo de la todopoderosa oligarquía catalana, sin la cual nada se mueve en esa región. ¿Y qué quiere esta a cambio de promocionarlo a molt honorable President? Pues quedarse con Endesa sin poner un euro.
Así, de la OPA que realiza Gas Natural, 21,30 euros por acción, se paga el 65% en papeles de colores, es decir, acciones de la nueva sociedad, para lo que se hace una ampliación, y el 35% restante en dinero que sale de la propia Endesa, vendiendo algunos activos a Iberdrola por entre 7.000 y 9.000 millones. O sea, la oligarquía catalana se queda con la mayor eléctrica española sólo por su cara. Igual que ha hecho con las cajas y el Banco de Valencia, en cuyo caso se ha quedado con los activos, mientras que el dinero lo ponen los españoles vía robo legal del FROB y similares.
“El kilovatio me aburría, pero esto me pone”
Esta OPA 'gratis total' de una hormiga a un gigante, algo inédito en el mundo y que jamás le habría ocurrido ni a Feliciano Fuster ni a un gestor digno de ese nombre, despierta a Pizarro de sus largos años de dolce far niente, y lo primero que hace es decir “el kilovatio me aburría, pero esto me pone”. Se trata del mayor dislate pronunciado jamás por un dirigente empresarial en la historia industrial española, y probablemente en la mundial, y explica la pérdida brutal de valor bursátil de Endesa en relación con sus pares a lo largo del mandato de Villa/Pizarro.
Pero como la creación de valor para el accionista le aburría y la parte legal le "ponía", empezó a buscar todos los obstáculos legales posibles para torpedear el robo descarado que pretendía perpetrar la oligarquía catalana. Y para sortear al Gobierno Zapatero, que estaba a los pies de los oligarcas (tanto que llegaría hasta la traición, haciendo aprobar un Estatuto manifiestamente anticonstitucional que convertía a España en una colonia económica de Cataluña), pidió la intervención de la Comisión Europea, ya que las inversiones de Endesa fuera de España hacían competente a la misma y no al bachiller Montilla.
Simultáneamente, Pizarro salió a la busca de un 'caballero blanco', algo que, de no haberle aburrido tanto el kilovatio y haber hecho su trabajo durante su presidencia, no habría necesitado. Llama la atención que, siendo Pizarro un experto en bolsa, no se percatase de que la estructura accionarial de Endesa, con un 85% de particulares o fondos de inversión, era extremadamente vulnerable. Pizarro no movió un dedo para tener un núcleo duro que hiciera imposible una OPA en un mundo donde eran la moda del momento. Sería un error letal.
El 'caballero blanco' fue la alemana E.ON, sin duda una excelente elección pues es la empresa eléctrica más eficiente de Europa: si al final se hubiera quedado con Endesa, el desastre actual no se habría producido jamás. Pizarro les abrió las puertas de Endesa y los alemanes se quedaron tan asombrados con el valor de lo que había que en lugar de tomar una participación minoritaria decidieron hacer una contraopa por 27,5 euros por acción y todo en efectivo. La oligarquía catalana, que se había dormido en sus laureles, sintiéndose imbatible por el sometimiento de Zapatero y del bachiller Montilla, vio que el tema se le iba de las manos, porque la nueva OPA de E.ON le obligaba a poner dinero, y eso nunca.
Montaje infumable
Así que pasaron a lo suyo: al lloro y a la amenaza política. 'Catalanofobia empresarial' diría el miserable de Carod Rovira, enemigo declarado de España: “En Cataluña no se entendería que Endesa no fuera para Gas Natural”. Y luego: “¿Cómo va a entregarse la primera eléctrica española a una empresa alemana con mayoría pública? Zapatero y el bachiller Montilla rechazaron a E.ON por ser parcialmente pública, algo que clama al cielo a la vista de lo que ocurrió después, e hicieron un montaje infumable con Acciona, que compró un 10% con dinero del Santander, pues el retorno con un beneficio escandaloso estaba garantizado por Enel, que, de la mano de Solbes, compró otro 10% ampliable.
El montaje Acciona-Enel puso a E.ON en dificultades, pero, conocido el valor real de Endesa, elevó su apuesta hasta los 40 euros por acción. La oligarquía catalana había conseguido impedir de un Gobierno de traidores la entrada de E.ON, pero a costa de que las acciones se disparasen en bolsa, lo que les dejó fuera de juego. La clave del tema pasó entonces a Pedro Solbes, el cual se había visto envuelto en la mayor trama de corrupción descubierta en la Comisión Europea, lo que ya es decir, ya que la Comisión es el organismo público más corrupto de todo mundo civilizado.
En vez de haber sido expulsado con deshonor, que era lo que correspondía ya que era el responsable político, su jefe, Romano Prodi, no sólo le mantuvo en el puesto, sino que al final de su mandato lo jubiló con unas cifras de lujo. A su salida como presidente de la Comisión Europea, Prodi sería elegido Presidente del Gobierno italiano, y como buen conocedor del tema Enel, pues había sido presidente del IRI, holding público italiano al que pertenecía Enel, utilizó la deuda de honor contraída por Solbes para que apoyara a muerte la toma de control de Endesa por Enel, que era la antítesis de E.ON, pues es la empresa eléctrica peor gestionada y más ineficiente de Europa. Todo se gestó entre bastidores.
De todas formas, lo relevante es el resultado final: España entrega su mayor empresa eléctrica con fuertes ramificaciones en Latinoamérica a Italia. Enel se 'estira' y pone un eurillo más que E.ON, hasta 41. Y nuestro mayor activo en el sector eléctrico desaparece, gracias a que al presidente de Endesa le aburrían sus obligaciones, a la rapacidad y la avaricia de la oligarquía catalana y a la felonía de Zapatero y de Solbes, que sería nombrado, ¡cómo no!, consejero no de Endesa, ¡sino de la propia Enel en Roma, que hoy sí paga a los traidores!
Alguien tiene que pagar la OPA
Los italianos se fuman un puro con la clausulas 'inviolables' de españolidad de Endesa, el hecho de mantener su sede en Madrid y un largo número de etcéteras, a lo que se habían comprometido formalmente. Y eso sin que el Gobierno, Rajoy en este caso, mueva un dedo. Los suministros más importantes de Endesa los hacen empresas italianas, y la electricidad para los españoles se pone al nivel más alto de Europa, porque alguien tiene que pagar la OPA, las plusvalías escandalosas de Acciona y el macrosueldo de Solbes, y no iban a ser los italianos.
A día de hoy, Enel/Endesa, Iberdrola y Gas Natural manipulan los precios como les da la gana. Alteran sus sistemas productivos y sus aprovisionamientos para producir una escasez artificial en un mundo pletórico de energía para elevar artificialmente los precios, algo que sería de cárcel en todo el mundo civilizado, mientras el inútil de Soria no hace absolutamente nada. No es más que otro episodio del desgobierno, la corrupción, la incompetencia y la falta de liderazgo de Rajoy, que raya en lo criminal y que nos ha conducido a una profunda crisis nacional en todos los ámbitos. Alguien debería decir basta, porque esta situación nos va a llevar al desastre político y económico más absoluto.
11 comentarios:
Pues para ser supuestamente de derechas el tío da estopa que te cagas.
Ser de derechas,que lo es,no es rendir pleitesía al becerro de oro ni al artífice del faisán-urogallo como hacen los de la siniestra.
A Rajoy hay que decirle cara a cara ¡O te quitas el mandil o esto se va al garete Mariano!.Hay que tratar de caballeros y de señoras a quién de verdad se lo merecen,los demás políticamente que se vayan a la rue.
No se va a quitar el mandil. Habrá que volver a reinventar el Tribunal competente.
rajoy es mason que lo dicen todos
Sr. Valladares, reconociendo que está en su perfecto derecho, no puedo por menos que mostrar, primero mi sorpresa y después mi desagrado por encontrar tamaño esperpento en su blog.
No llego a comprender el motivo que se persigue al publicitar en este blog a un personaje que, representa lo más rancio y cavernario del nacionalismo español, rayando la chifladura como lo ha demostrado día tras día como contertulio de César Vidal en “La Linterna” en la COPE, en Intereconomía, en Libertad Digital, TV 13 y en otras muchas ocasiones.
Lejos de pretender la imparcialidad de este blog ante el desafío catalán, no creo que deba hacerse portavoz de semejantes opiniones que abundan tanto en uno como de otro bando.
Los voceros casi nunca dicen la verdad. Se dedican a manipular datos y a proclamarlos en los medios de comunicación afines. Espero que este blog no se convierta en colaborador ni con unos ni con los otros voceros.
Yo como leonés no puedo por menos de despreciar a estos “defensores” de una España que desprecia y anula sistemáticamente a las minorías y a todo aquello que atente contra la supremacía de sus intereses, de su idiosincrasia Castellana y de su centralismo Madrileño.
Le propongo, Sr. Valladares, que se interese sobre la opinión que lo merece al autor del artículo que usted nos muestra, sobre los derechos de los leoneses a autogobernarse para preservar su identidad, idiosincrasia, lengua, historia y el presente y futuro de la Región leonesa ajena a Castilla.
Si lo consigue Sr. valladares, y le parece oportuno, le agradecería que nos lo haga saber en el mismo blog.
Sin acritud,
Un cordial saludo.
Hablar de igualdad y justicia son premisas que llevan todas las ideologias en su curriculum, son irrenunciables para estos, el quiz de la cuestión es como llevar a cabo estas premisas, si democraticamente o por élites que se eligen a sí mismas, ya sean monarquias, fascismos o politburós. La montaña tiene toda la pinta de ser mayoritariamente JoseAntoniana, con ideal de justicia e igualdad que desparrama por la boca. El ideario del montañes, siempre hay excepciones, es más o menos así:
Justicia:lo mio mio y lo demás a medias; que puedo yo aportar al común y como me puedo yo aprovechar del común.
Creencias:criticar a la iglesia, discutir esta prohibido, levanta ampollas y exacerbados sentimientos propios de los tiempos de la inquisición.
Buen Gobierno: dios, patria y justicia, primero lo que diga dios, dada su mudez, la de sus acólitos, elites que se eligen a sí mismos (Religión), segundo la patria(Las élites civiles)a poder ser santificados por los primeros, y tercero la justicia, esa que se desparrama por la boca y que desgraciadamente ocupa el último lugar.
Si frecuentaseis un poco más la iglesia los domingos y fiestas de guardar os daríais cuenta de que los católicos no estamos mudos, de que nos dolemos de las desgracias y la injusticia que campea por el mundo y de que pedimos a Dios incluso por nuestros enemigos. Dios no habla pero todo habla de Dios. Yo soy católico practicante, ya lo he confirmado aquí en varias ocasiones pero también combato al mal gobierno que tenemos en la montaña, nacido de la sangre derramada por el fascismo internacional y nacional ultracatólico. Estos últimos son los peores, "lobos con piel de cordero" que utilizan la religión y sus símbolos con total abyección.
Joseantoniano perdido
Joseantoniano bien hallado.
Yo no soy Joseantoniano, soy de Cristo Rey y de la Virgen de Riosol.
Que les follen
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