Sanción ejemplar de 134.000 euros del Gobierno regional a la empresa que sirvió gusanos en colegios de León
El Gobierno de Castilla y León revela que los hechos desvelados en
octubre “incumplieron la legislación alimentaria” y que hubo una
“incorrecta aplicación de los sistemas de autocontrol”.
En noviembre pasado, se renovó a la misma empresa el contrato para el servicio de los comedores de colegios públicos de León por cinco millones de euros hasta 2017.
Serunión dijo tras detectarse los gusanos que “no eran nocivos para la salud”, que “no fueron ingeridos por los niños” y pidió perdón por su aparición.
En noviembre pasado, se renovó a la misma empresa el contrato para el servicio de los comedores de colegios públicos de León por cinco millones de euros hasta 2017.
Serunión dijo tras detectarse los gusanos que “no eran nocivos para la salud”, que “no fueron ingeridos por los niños” y pidió perdón por su aparición.
Primero fue un “esto no
puede volver a ocurrir”, que no vuelvan a aparecer gusanos en la sopa
de colegios de León y de Segovia. Luego, la Junta de Castilla y León
renueva el contrato con la empresa que sirvió esos platos de comida. Y
ahora, que el Gobierno regional aprueba una sanción ejemplar: 134.601
euros por incumplimientos en la legislación alimentaria.
El Ejecutivo de Castilla y León anunció ayer, a través de una nota de
prensa, que finalizaba la “tramitación de los expedientes incoados a
través de las consejerías de Sanidad y de Educación a la UTE
Serunión-Grupo Lince Asprona, con motivo de los incidentes alimentarios
acaecidos el 9 de octubre de 2014 en seis comedores escolares de las
provincias de León y Segovia”. Y que como consecuencia de esos
expedientes se decía sancionar, de forma solidaria a la UTE, con una
multa de 134.601 euros por incumplimientos de la legislación
alimentaria.
En total
fueron seis los colegios de Castilla y León donde se sirvieron sopa con
larvas de gusano. En los centros Antonio Valbuena, de León, el
Trepalio, de Trobajo del Camino (León), en el Centro Rural Agrupado de
Riaño (León) y en el colegio Las Cañadas de Tresacasas (Segovia), las
larvas llegaron al plato de los niños, aunque los monitores que había en
los colegios los detectaron y los retiraron.
En otros colegios de León, como La Palomera y Antonio González de
Lama, se detectaron antes de pasar a los comedores. Eran gusanos
pequeños, de color blanco, sin patas, y de un centímetro.
Serunión, concesionaria del servicio de comedor de los centros, pidió
rápidamente disculpas por su aparición, aunque aclaró que no eran
nocivos para la salud y que no fueron ingeridos por los niños. En una
nota de prensa, la empresa atribuye la presencia de estas larvas a una
partida de pasta envasada en un paquete de cinco kilogramos cuya fecha
de caducidad era de 30 de noviembre de 2016. Y también se alegaba un
posible problema en la línea fría.
Sin embargo, ahora la Junta de Castilla y León reconoce que esos
hechos “no pueden ser achacados a los métodos de cocina 'en línea fría'
en sí, que están reconocidos como técnicas con un elevado nivel de
seguridad alimentaria dentro de la restauración, sino a la incorrecta
aplicación de los sistemas de autocontrol”.
El Gobierno regional dice, en su comunicado, que como consecuencia “de
la comunicación oficial del incidente alimentario se realizaron diversas
inspecciones por los Servicios Oficiales de Salud Pública”. En ellas se
constataron distintos “incumplimientos de la legislación alimentaria y
se levantaron las correspondientes actas de inspección”, que derivó en
expedientes sancionadores con una cuantía total de 89.500 euros.
A estas sanciones impuestas por la Consejería de Sanidad hay que sumar
otros 45.101 euros correspondientes al importe global de los dos
expedientes (uno por provincia) incoados por la Consejería de Educación.
En este caso, se trata de “expedientes de imposición de penalidades
derivados de las incidencias detectadas”.
Sin embargo, en las primeras semanas del mes de noviembre pasado el
Boletín Oficial de Castilla y León publicó la renovación del contrato a
Serunión, por cinco millones de euros y hasta 2017, para servir las
comidas a medio centenar de colegios de la provincia leonesa.
La Junta de Castilla y León premiaba de esa manera a la empresa
Serunión porque el servicio que prestaba tenía “calidad y variedad de
los menús”. La oferta de esta empresa fue “la más ventajosa
económicamente”, además de que ofrecía “la contratación de personal
discapacitado, las mejoras den la atención al alumnado, la organización
del servicio y el departamento dietético-nutricional”.
Y ahora se le sanciona con 134.000 euros, en una sanción que podría
considerarse ejemplar, por “incumplimientos de la legislación
alimentaria”.
2 comentarios:
Bien..coñ...bien...
Empresa inabilitada es lo que tenia que ser
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