Leon, tierra de lobos
Las últimas y copiosas nevadas en las zonas de montaña están desplazando al cánido hasta Tierra de Campos.
P. vizcay | león 20/02/2015
DL.
El
notable incremento que las poblaciones de lobos están experimentando
desde hace algunos años se debe, según los expertos, a una serie de
circunstancias concatenadas que se vienen produciendo en las áreas de
montaña. La despoblación que estas áreas vienen sufriendo, unida al
abandono de cultivos y la consiguiente expansión del monte, la mayor
abundancia de alimento por el aumento de animales salvajes, jabalíes
especialmente y la protección que las leyes otorgan a este animal serían
alguna de estas causas.
La Junta de Castilla y León es consciente
de la necesidad de controlar estas poblaciones de lobos que provocan un
profundo malestar en los escasos ganaderos que todavía resisten en la
montaña.
Si unimos esto al interés cinegético que el cánido
despierta entre los aficionados, al ser una pieza muy difícil de abatir y
por la que están dispuestos a pagar bastante dinero, entenderemos que
los cupos vayan ampliándose en la medida que las poblaciones lo
permiten.
En la temporada de caza que ahora ha finalizado los
cupos al norte del Duero permitían cazar 50 ejemplares en la provincia
de León, muy superiores a los 36 de Zamora, los 31 de Palencia o los 15
de Burgos. De estos 50 lobos y una vez distribuidos por comarcas 24
correspondían a la montaña de Riaño, 7 al Bierzo, 5 a la montaña de Luna
y cantidades ya más pequeñas a la zona de Astorga o la Cabrera. Pero
una cosa es establecer un cupo y otra muy diferente conseguir que se
cace.
Lo cierto es que las estadísticas oficiales distan mucho de
estas cantidades y, si bien es cierto que siempre se matan algunos lobos
de forma furtiva, todo parece indicar que se va a quedar muy lejos de
las cifras estimadas. En las batidas autorizadas muchas veces se avistan
lobos, pero la astucia e instinto de conservación del cánido muy pocas
veces permiten disparos con eficacia. De hecho casi nunca entran en los
puestos saliendo por las zonas de retranca o dándose la vuelta entre los
perros. Finalizada la caza el tercer domingo de febrero, con el lobo se
hace una excepción en el sentido de que se alarga el periodo hábil todo
el mes de febrero, pero únicamente en las especialidades de rececho y
aguardo, precisamente dónde pueden darse los mejores resultados siempre
que se cuente con mucho conocimiento de la zona y una gran experiencia,
cualidades no muy frecuentes entre quienes no son cazadores locales.
De la montaña al llano
De
entre todas las especies de caza mayor el lobo es el animal que sigue
despertando mayores recelos a pesar de que es, sin duda, el que ha
sobrevivido a las mayores dificultades, lo que le convierte en una
criatura admirable aunque temida. Su capacidad de adaptación y su enorme
resistencia física y a las adversidades, además de su instinto salvaje y
su capacidad reproductiva, le han mantenido a lo largo del tiempo pese a
ser, quizás, la “fiera” mas acosada por el hombre. Este invierno está
siendo especialmente duro en la montaña, su hábitat natural, con nevadas
que hacía tiempo no se producían. También en estos casos su adaptación
es mucho mayor que la de jabalíes, cérvidos y otros ungulados de pezuña
fina que se hunden en la nieve quedando atrapados y siendo presa fácil
del depredador. Precisamente en estos días estamos viendo como las
poblaciones de ciervo están sufriendo notables bajas en las reservas,
pese a que se distribuye alimento desde el aire. En todo caso nunca todo
es absolutamente negativo, pues los procesos de selección genética
harán que sobrevivan los más fuertes y que la densidad de cérvidos se
reduzca lo que beneficiará a la extensión de epidemias como la sarna.
Resulta curioso en esta situación que algunos lobos abandonen la montaña
y se internen en el llano.
La presencia de este cánido en Tierra
de Campos no es nueva, pues ya hace mucho tiempo podían verse lobos de
forma esporádica coincidiendo con la trashumancia del ganado ovino.
Ahora, sin embargo, resulta mas frecuente y viene asociada a los
cultivos de maíz que atraen a otra especie: el jabalí.
De los
excrementos de lobo analizados por biólogos se desprende que el jabalí
constituye un altísimo porcentaje de su dieta. Pero no hace falta ser un
experto, cualquier montero que analiza un excremento se da cuenta de
inmediato de las “cerdas” que aparecen, pues no las digiere. También el
corzo es una presa frecuente y, por supuesto, los animales domésticos
como ovejas y perros. Al ser un animal sumamente esquivo y ocultadizo,
que caza preferentemente por las noches, no resulta sencillo detectar su
presencia. Tan solo cuando a finales de temporada se dan batidas contra
el zorro, con relativa frecuencia aparece algún lobo. En las pequeñas
manchas de monte aparecen de forma intermitente casi todos los años.
Incluso no faltan accidentes de tráfico que se saldan con lobos muertos e
importantes desperfectos en el vehículo.
Pero no son hechos
aislados. Toda la zona Sur de León alberga de forma permanente o de paso
ejemplares de lobo. Ocurre, sin embargo, que un mismo animal o pequeño
grupo, puede desplazarse más de cuarenta kilómetros en una sola noche
siendo avistados en varios lugares, lo que genera exageraciones y alarma
social. Su oportunismo les lleva a alimentarse de forma diversa, pues
consume desde carroña hasta pequeños roedores. Cuando caza es
extremadamente inteligente y además puede hacerlo en grupo, repartiendo
tareas entre sus miembros. En todo caso es un hecho comprobado que las
poblaciones lobunas se han incrementado al Norte del Duero. Lo que para
ecologistas y cazadores es una buena noticia, para los ganaderos, sin
embargo, es todo lo contrario, si bien con una política de la
Administración que acelerase los trámites para las indemnizaciones por
daños podrían ser compatibles los intereses de unos y de otros y nadie
puede negar que mantener esta fauna salvaje en los cotos de caza
resulta, además de una riqueza ecológica, todo un lujo. Como ya hemos
apuntado una gran parte de aficionados a la caza mayor aspiran a tener
un lobo entre sus trofeos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario