León tendría siete cabeceras comarcales tras la reordenación
Las mancomunidades aumentarán notablemente sus actuales funciones
Las mancomunidades aumentarán notablemente sus actuales funciones
David Rubio / León.
lacronicadeleon.es
Astorga, La Bañeza, Bembibre, Cacabelos, Fabero, Valencia de Don Juan y Villablino serán las únicas cabeceras comarcales (unidades básicas de ordenación y servicios en el territorio en la terminología administrativa) tras la entrada en vigor de la Ley de Ordenación, Servicios y Gobierno del Territorio, cuyo proyecto fue ayer aprobado por el Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León. Finalmente, el límite para la futura agrupación de servicios se ha establecido en el mínimo de los 5.000 habitantes y 30.000 como máximo, cifras entre las que, según el último padrón, sólo están nueve localidades leonesas, las ya mencionadas, Valverde de la Virgen y Villaquilambre, aunque estas dos últimas, por su proximidad a la capital, no se podrán considerar cabeceras comarcales.
Esta reordenación se traduciría en que, en todo el sur de la provincia, tan sólo Valencia de Don Juan sería cabecera comarcal, y en todo el norte tan sólo Villablino, por lo que se prevé alguna modificación que adapte la normativa a las características de la provincia de León, que la Junta ya ha podido comprobar durante los últimos días condicionan claramente la organización administrativa. Ahí está el ejemplo de la ESO. Previsiblemente, serán Cistierna y La Robla (que está muy cerca de llegar a 5.000 residentes) las localidades que adquieran rango de unidades básicas de ordenación y servicios o bien se creará una figura administrativa intermedia.
Además de las unidades básicas de ordenación y servicios en el territorio, en el proyecto de la Junta se impulsa el papel de las llamadas mancomunidades de interés general, que podrán constituirse por asociación voluntaria de municipios y deberán coincidir sustancialmente con las unidades básicas de ordenación y servicios en el territorio. Estas mancomunidades no supondrán la creación de nuevas estructuras administrativas, entre otras cosas porque lo prohibirá la futura Ley de la Administración Local.
Las mancomunidades de interés general rurales se podrán formar por la asociación voluntaria de municipios de población igual o inferior a 20.000 habitantes, con continuidad geográfica, siempre y cuando se manifiesten favorablemente a la asociación la mayoría de los ayuntamientos que aglutinen más del 50% de la población de la unidad básica; o bien cuando sin reunir esa mayoría los ayuntamientos que se asocien aglutinen el 70% de la población de la unidad básica. Las mancomunidades de interés general rural tendrán una cartera de servicios común y homogénea de competencias y funciones, que se desarrollará reglamentariamente.
El siguiente paso será la aprobación del mapa, en el que se detallará el reparto, mapa al que la Junta aseguró ayer que sus servicios se adaptarán en un periodo de tres años.
Esta reordenación se traduciría en que, en todo el sur de la provincia, tan sólo Valencia de Don Juan sería cabecera comarcal, y en todo el norte tan sólo Villablino, por lo que se prevé alguna modificación que adapte la normativa a las características de la provincia de León, que la Junta ya ha podido comprobar durante los últimos días condicionan claramente la organización administrativa. Ahí está el ejemplo de la ESO. Previsiblemente, serán Cistierna y La Robla (que está muy cerca de llegar a 5.000 residentes) las localidades que adquieran rango de unidades básicas de ordenación y servicios o bien se creará una figura administrativa intermedia.
Además de las unidades básicas de ordenación y servicios en el territorio, en el proyecto de la Junta se impulsa el papel de las llamadas mancomunidades de interés general, que podrán constituirse por asociación voluntaria de municipios y deberán coincidir sustancialmente con las unidades básicas de ordenación y servicios en el territorio. Estas mancomunidades no supondrán la creación de nuevas estructuras administrativas, entre otras cosas porque lo prohibirá la futura Ley de la Administración Local.
Las mancomunidades de interés general rurales se podrán formar por la asociación voluntaria de municipios de población igual o inferior a 20.000 habitantes, con continuidad geográfica, siempre y cuando se manifiesten favorablemente a la asociación la mayoría de los ayuntamientos que aglutinen más del 50% de la población de la unidad básica; o bien cuando sin reunir esa mayoría los ayuntamientos que se asocien aglutinen el 70% de la población de la unidad básica. Las mancomunidades de interés general rural tendrán una cartera de servicios común y homogénea de competencias y funciones, que se desarrollará reglamentariamente.
El siguiente paso será la aprobación del mapa, en el que se detallará el reparto, mapa al que la Junta aseguró ayer que sus servicios se adaptarán en un periodo de tres años.
9 comentarios:
Vivan las DOTMCC, viva San Jolglorio!!
Vivan Tomás, Porfirio, Javier, Nicanor y los demás.
Las directrices de ordenación del territorio, no hay por donde cogerlas. Bien se ve que las hicieron desde Valladolid sin conocer, visitar, y hacer el trabajo de campo pertinente en aquellos lugares donde se quieren aplicar.
Que vivan las madres dominicas.
De Cistierna para arriba esto es un desierto y no lo va a remediar las Directrices de Ordenación,ni nadie. Primero el pantano, después el cierre de la minería, ahora los recortes en educación y sanidad. Esta gentuza actúa como si los que vivimos en las zonas rurales por el hecho de hacerlo no tenemos derecho ni a la sanidad, educación o transporte. No estamos en el principio del fin esto es ya el fin. Los politicos del PP que son los que han señoreado la Montaña Oriental estarán contentos.
El trabajo de campo se lo encargaron a la empresa Mortadelo y Filemón SA.
Si señor lo hicieron Mortadelo y Filemón previa copia de una página de internet.
Si señor menos contemplaciones con los alcaldes del PP. Son el último eslabón del poder político y de los políticos. Miren como está España. Ahora llaman terroristas a los que van a tocar el timbre de los políticos y pedirles cuentas por sus desafueros en el desahucio de casas y el suicidio de muchos inquilinos. Que los alcaldes sean valientes, dejen de obedecer ciegamente a sus partidos y den un paso adelante junto a los que les han votado.
¿A cuantos han desahuciado en la Montaña?
¡Ah!, ¿a nadie?
Si aquí no ha habido ninguno, a los de otros sitios que se la endiñe una trucha.
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