PRENSA: LA CRÓNICA DE LEÓN, VUELAN LA CASA DE UN CONCEJAL DE BOCA DE HUÉRGANO EN VALVERDE DE LA SIERRA

Una explosión destruye la vivienda de un concejal popular de Boca de Huérgano.

La Policía baraja la posibilidad de que se utilizara un explosivo de gran potencia
La explosión provocó que piedras de 60 kilos salieran despedidas 20 metros, y la caldera de gas no llegó a explotar.

En la madrugada del lunes al martes, uno o varios desconocidos destruyeron por completo la vivienda del concejal popular del Ayuntamiento de Boca de Huérgano Eugenio de Prado, situada en la localidad de Valverde de la Sierra. Todo apunta a que el suceso se produjo de forma intencionada y que en el mismo se utilizó un fuerte explosivo.
El siniestro se produjo en la localidad de Valverde de la Sierra, de cuya junta vecinal también es vocal De Prado, en torno a las doce y media de la noche, según apuntaban ayer. Un estruendo ensordecedor alertó a los vecinos quienes, al salir de sus casas, comprobaron cómo el edificio se había derruido por completo y los restos estaban en llamas. El desastre también afectó a la edificación contigua, la vivienda propiedad del padre del edil, que ha sufrido importantes daños tanto en la fachada principal como en el tejado.
En el momento del siniestro el concejal del PP se encontraba en Bilbao, localidad en la que habitualmente reside, pero en la vivienda contigua habían pasado estos días de Semana Santa familiares que dejaron el pueblo en la tarde del lunes, por lo que todo apunta, según el propio edil, “a que nos tenían vigilados”.
Fueron los propios vecinos quienes alertaron del suceso a la Guardia Civil de Riaño y a los bomberos de León, quienes estuvieron extinguiendo el fuego provocado durante algo más de dos horas. La Policía Judicial se desplazó en la mañana de ayer hasta el lugar del suceso para tomar muestras, analizar la zona e iniciar las pertinentes diligencias sobre este extraño caso.
Curiosamente, hace apenas 15 días habían entrado en la vivienda del edil intentando prenderla fuego. Para ello, se tomaron su tiempo, apilando las puertas de la casa y vertiendo gasolina por las estancias. Sin embargo, por motivos que se desconocen, los intrusos abandonaron su propósito que, como ha quedado demostrado, pudieron cumplir la noche del pasado lunes.
Eugenio de Prado, que ayer regresó de Bilbao, es una persona que se lleva bien con los vecinos, según el propio testimonio de alguno de ellos. En el día de ayer, el afectado se sentía desolado y aseguraba no sospechar de nadie y desconocer por completo quién o quiénes habían podido ser los autores de este hecho.De lo que sí se mostraba convencido ayer de Prado era de que lo ocurrido es algo intencionado y obra de una persona “que ha pagado a alguien para que lo haga. Han aprovechado cuando han visto que no había nadie en ninguna de las dos viviendas de mi familia y han procedido a destruir la casa. Se ve que, como la primera vez fallaron en el intento, se vieron en la obligación de regresar para poder ‘cobrar’ por su hazaña”.
Según han confirmado vecinos del pueblo a este periódico, aunque no deforma oficial, la Policía Judicial barajaba ayer como más acertada la posibilidad de que el siniestro se produjera mediante un explosivo de mucha carga, ya que la vivienda de piedra, de dos plantas, ha quedado reducida a un solar. “Piedras de 60 kilos y ventanas han salido despedidas más de 20 metros. La caldera de gas no reventó, con lo cual no pudo ser la causante de lo ocurrido”.
Sonsoles Sanz. Cistierna.
LA CRÓNICA DE LEÓN