Localizada en el 2002 por los historiadores Siro Sanz y Eutimio Martino, desapareció cuando acudían a por ella con el material necesario para extraerla y estudiarla a fondo
04/07/2010 E. Gancedo | LeónEl lugar en el que se encontró esta piedra caliza con una curiosa escena de caza no puede ser más simbólico: Valberga, al lado de Burón, Montaña Oriental Leonesa, el paraje en el que Eutimio Martino sitúa la única batalla campal que los cántabros presentaron a las legiones. Para Martino, este Valberga es el Bérgida de que hablan las crónicas romanas, y algo más arriba de esta zona, en el valle de San Pelayo, se hallaron también en su día dos lápidas vadinienses.
La pieza —que, de confirmarse, sería prácticamente inédita en tierras leonesas— fue encontrada por los historiadores Eutimio Martino y Siro Sanz en el año 2002 y publicada por ambos expertos dos años más tarde. Por desgracia, nada más ser localizada fue cubierta por las aguas del pantano del Riaño, pues el paraje, situado en la cola del embalse, puede anegarse en los momentos de máxima crecida.
Un tiempo después, cuando acudieron con el material necesario para limpiar la pieza, estudiarla a fondo y ponerla a disposición de las instituciones públicas, ésta ya no se encontraba en su lugar. Al menos, la información obtenida les permitió publicar el descubrimiento en el número 2 de los Cuadernos de campo, además de fotografiarla. De todas las maneras, ambos expertos no pierden la esperanza y solicitan la ayuda de los vecinos del pueblo y de cualquier persona que sepa algo de la piedra. Por ello, han subrayado el alto interés científico de la misma y la necesidad que existe de que se ponga en manos de expertos e instituciones para que sean éstas quienes dictaminen su exacta antigüedad y su valor y posición dentro de la Historia leonesa y la de todo el Noroeste ibérico.
Características. Siro Sanz ha explicado a este periódico que el fragmento de roca caliza en el que está grabada la escena tiene unos 80 centímetro de altura por 40 de ancho y que servía «de hito o mojón en las tierras situadas junto al río de Valberga». «Es, o era, una gran piedra de cuarcita de forma piramidal —continúa—, con grabados en al menos dos de sus lados. En los grabados se distinguía alguna especie de cérvido, atravesado por lanzas o saetas». En cuanto a la cronología, Sanz cree que la pieza podría pertenecer a la Edad del Bronce (entre el 2.000 y el 1.000 a.C.), aunque «con algunas reservas», por lo que se hace necesario un análisis a fondo de la imagen. Martino también hace ver la presencia de un arco y la clara silueta de un hacha, situada frente al animal, que podría indicar que la escena de caza lo es más bien de sacrificio, así como una «x» que podría ser un indicativo de la Legio X.
La pieza —que, de confirmarse, sería prácticamente inédita en tierras leonesas— fue encontrada por los historiadores Eutimio Martino y Siro Sanz en el año 2002 y publicada por ambos expertos dos años más tarde. Por desgracia, nada más ser localizada fue cubierta por las aguas del pantano del Riaño, pues el paraje, situado en la cola del embalse, puede anegarse en los momentos de máxima crecida.
Un tiempo después, cuando acudieron con el material necesario para limpiar la pieza, estudiarla a fondo y ponerla a disposición de las instituciones públicas, ésta ya no se encontraba en su lugar. Al menos, la información obtenida les permitió publicar el descubrimiento en el número 2 de los Cuadernos de campo, además de fotografiarla. De todas las maneras, ambos expertos no pierden la esperanza y solicitan la ayuda de los vecinos del pueblo y de cualquier persona que sepa algo de la piedra. Por ello, han subrayado el alto interés científico de la misma y la necesidad que existe de que se ponga en manos de expertos e instituciones para que sean éstas quienes dictaminen su exacta antigüedad y su valor y posición dentro de la Historia leonesa y la de todo el Noroeste ibérico.
Características. Siro Sanz ha explicado a este periódico que el fragmento de roca caliza en el que está grabada la escena tiene unos 80 centímetro de altura por 40 de ancho y que servía «de hito o mojón en las tierras situadas junto al río de Valberga». «Es, o era, una gran piedra de cuarcita de forma piramidal —continúa—, con grabados en al menos dos de sus lados. En los grabados se distinguía alguna especie de cérvido, atravesado por lanzas o saetas». En cuanto a la cronología, Sanz cree que la pieza podría pertenecer a la Edad del Bronce (entre el 2.000 y el 1.000 a.C.), aunque «con algunas reservas», por lo que se hace necesario un análisis a fondo de la imagen. Martino también hace ver la presencia de un arco y la clara silueta de un hacha, situada frente al animal, que podría indicar que la escena de caza lo es más bien de sacrificio, así como una «x» que podría ser un indicativo de la Legio X.
13 comentarios:
No es por desdecir a tan insignes historiadores...
Pero si la escena de caza es eso que se ve ahí...
A lo mejor están confundiendo la escena de caza con estrías en la roca, algo muy común en rocas sometidas a algún tipo de esfuerzo glaciar...
Don Eutimio, don Siro, por amor de Dios (o "por amor de dios", que diría el compañero Valladares), un poco de humildad, que, en algún caso, el curato lo exige...
Si se encuentra un morrillo que pueda ser histórico, lo que se debe hacer es comunicarlo inmediatamente a las autoridades autonómicas de Pucela (íberos, liberales y capitalistas ellos) que son las competentes en la materia. Si no se quiere cumplir con la legalidad (lo normal en la Sociedad de Jesús), siempre se puede comunicar el hallazgo al Sr. Alcalde de Cistierna (nunca al de Burón, ese falangista renegado pasado al los íberos, liberales y capitalistas)
Anónimo primitivo: Efectivamente, nadie sabe si el piedro es una escena de caza del año mil antes de Cristo (cristo para alguno) con su clara mención a la Décima Gémina, coetánea del canto o roca como todo el mundo incluido el reverendo Eutimio sabe. Aunque tambíen puede ser el mojón de un prao con unas rayas, que siempre adorna más un mojón con rayas que uno sin ellas...
A mí me parece, así, solo viendo la foto, que es un objeto lítico empleado por el hombre sabio (especie desgraciadamente extinguida) para afilar los huesos de oso con los que fabricaban armas para cazar lobos, urogallos y falangistas, base de su alimentación como es notorio.
Venga, vuestro turno para insultar...
Lo vuestro no parece otra cosa que ganas de tocar...
Saludos
Hombre Agustín... Si quieres les rendimos pleitesía a estos dos señores que, por ser historiadores, no son poseedores de la verdad absoluta. Porque su interpretación es tan valida como la mía, que de historiador tengo poco, voy a ello(a dar mi interpretación de lo que veo en la foto):
"La roca, con forma de supositorio de generosas dimensiones, presenta una serie de lineas aparentemente aleatorias de origen desconocido. Si buscamos algún patrón en el caos, podemos vislumbrar algo que parece un animal cuadrúpedo, que lo mismo podría ser un cérvido que un équido, siendo esta la imagen más clara "dibujada" en la roca. El supuesto animal esta recorrido por lineas verticales que nos hacen presuponer que se trata de una cebra, aunque las citadas lineas verticales bien podrían ser hierbas altas. Si continuamos con nuestra libre interpretación de las lineas vemos dos arcos de circunferencia, que se podría decir que son arcos (armas en este caso), que curiosamente están apuntando en dirección contraria al animal."
También tengo esta otra interpretación:
"Se trata claramente de un pedrusco con unas cuantas rayas"
Y no son ganas de tocar... como dices, sino de pedir un poco de seriedad científica, porque como admite el propio Siro, hace falta un análisis a fondo de la imagen, y hasta que no se haga no se puede hablar de escenas de caza, de Edad de Bronce, ni de gaitas, al menos categóricamente, cosa que se hace en el articulo, no se si por culpa de los señores historiadores o del periodista. Si es culpa de los historiadores, pierden, para mi, toda credibilidad como científicos, y si es culpa del periodista, no pierde nada, porque para mi no tienen ninguna credibilidad.
En cierta ocasión le escuche a Martino y a Siro hablar del tema. Estaban muy extrañados por la desaparición de la piedra, sobre todo debido a que su paradero sólo se lo habían dado a conocer a ciertas personas del Ayuntamiento de Burón.
Decían también sin asegurar nada que parecía muy antigua y debía ser estudiada para descartar si es ó no es. Martino la tiene publicada y creo que la piedra ostenta tres caras grabadas, alguna de ellas bastante clara en cuanto al dibujo el de la foto del periódico es el más confuso.
Siro y Eutimio merecen un respeto por sus años de trabajo y estudios, si al menos tuvieras algo de gracia, pero es que eres el prototipo de fanfarrón de cubata en mano que sabe de leyes más que un abogado y del campo más que un labrador y que estos días de omnipresente fútbol afloran por bares y lugares públicos como entrenadores y seleccionadores frustrados. Pretendes ir de gracioso y lo único que inspiras es un patético sentimiento de vergüenza ajena.
Hombre, gracias por el insulto, no me resta ni un ápice de razón en lo que digo, cosa que me parece que no has entendido.
No estoy poniendo en duda la calidad y experiencia de don Eutimio y don Siro como historiadores. Solo estoy criticando la forma en la que está escrito el texto, haciendo afirmaciones no contrastadas, y por el momento imposibles de contrastar (por la desaparición de la susodicha roca), cosa de la que se deberían cuidar, ellos o el periodista, que no se de quien es la culpa.
Además, el estudio de la historia está sujeto a interpretaciones, por lo que todo lo que aparece en la noticia debería ir precedido de: "según la interpretación de los dos historiadores". La razón por la que debería hacerse esa introducción es que a lo mejor, dentro de unos días (si es que aparece el pedrusco), llega un historiador con más renombre y prestigio que don Eutimio y don Siro (por supuesto no soy yo), y dice que no, que la piedra la marcó un paisano hace cien años, por ejemplo.
Y quizá, o casi seguro, me haya excedido al decir que mi interpretación es tan valida como la suya. Eso si, de leyes no tengo ni idea, del campo poco y al fútbol le tengo cierto odio, así que no has dado ni una. Y no pretendo ir de gracioso, he usado una hipérbole para decir lo mismo que el primer Anónimo y el segundo, es decir, que lo que se ve en la foto parece de todo menos una escena de caza, y que esto es como buscar figuras en las nubes, que depende de quien las busque verá una cosa u otra.
P.D: Aun así reitero que no todo lo que digan estos dos señores tiene que ir a misa y ser acertado, porque Albert Einstein también decía que la interpretación de Copenhague de la física cuántica era errónea y de momento el que parece que estaba equivocado es él, por mucho que fuera el mejor físico de la historia.
Eutimio había hablado de esta piedra en algunas de sus charlas a las que he asistido en Cistierna,Riaño y Liegos. Como historiador solo apuntaba ciertas teorías sobre la misma, pero también decía que no podía afirmar nada en absoluto, pues la piedra había desaparecido. El verdadero misterio según Martino, fue su desaparición. Después de 2 años cubierta por las aguas del pantano, en el mes de septiembre del 2006 avisaron al Ayuntamiento de Buron y fueron a verla,estaba en el mismo lugar después de esos dos años. Al día siguiente cuando acompañaban a los mismos del Ayuntamiento con el coche apropiado para recogerla y depositarla en el consistorio, ya no estaba ¿?. El tal Richard creo que se pasa un poco. Eutimio y Siro llevan muchos años estudiando la Montaña Oriental, con un trabajo de campo importantísimo, sin la ayuda de nadie.Se pueden equivocar en algo como todo el mundo pero sus tesis sobre las guerras cántabras se conocen aún más en Alemania é Inglaterra que aquí.
Dice Eutimio Martino " para encontrar la fuente se debe ir contracorriente"
Para algunos,demasiados, el ir contracorriente es abandonar el "corta y pega" al que son tan aficionados.
Si me decís que don Eutimio y don Siro han dicho en diversas ocasiones que no pueden afirmar nada sobre la roca, entonces el culpable de que los términos en los que está escrito el artículo sean incorrectos, que es de lo que me quejaba, es el periodista, cosa que no me extraña en absoluto.
Es práctica común hoy en día que los periodistas sean poco precisos a la hora de escribir, cosa que puede llevar a equívocos y malentendidos. Las más de las veces, quiero pensar, es sin querer, pero otras hay intencionalidad y hay que ser críticos con las personas encargadas de informarnos, porque a este paso nos cuelan que la Tierra es plana.
Sobre la desaparición de la roca de marras, parece claro que alguien se la ha llevado de donde estaba, porque si en dos años la fuerza de las aguas del pantano no la movió...Y no creo que haya sido una sola persona la autora de la sustracción porque la piedrecita debe pesar cerca de los 300 kilopondios.
Vamos a ver:
Siento no rendir pleitesía a los importantes montañólogos.
Pero yo, por más que me insistan, no veo ahí una escena de caza por ningún lado.
Eso sí, deberiamos preguntarle a un geólogo que piensa de esa piedra... Que igual nos calla la boca a todos.
Lo que me ha matao es que los historiadores dijeran que:
"la piedra parecía muy antigua"
Cuando yo iba al instituto, en Cistierna, ya me decían que la gente de la montaña eramos, en general, muy listos...
Martino siempre es muy comedido en sus afirmaciones.Yo también le escuché hablar de esa piedra y lo único que pretendía era estudiarla por los indicios que mostraba. Su desaparición lo hizo imposible. Los periodistas escriben de oidas sin profundizar en los temas y además los confunden.Ojo con Martino, para contradecir sus tesis hay que tener otra tan potente como la suya. Los catedráticos de León decían que León fue fundada por la Legio VII hasta que Martino apuntó que alguna legión ya había montado su campamento a finales del S I antes de Cristo y afirmaba que era la L VI. Casi se lo comen. Hoy la arqueología le ha dado la razón.Martino es un montañés que nos honra a todos con su dedicación.
Publicar un comentario