¿Cómo gana dinero Goldman Sachs?
31 julio 2013
Marco Antonio Moreno – Consejo Científico de ATTAC España
La misma semana en que la ciudad de Detroit se declaraba en quiebra y anunciaba un impago de 18.500 millones de dólares, Goldman Sachs declaraba jugosas ganancias muy cercanas a los beneficios obtenidos en los años previos a la crisis. Esto demuestra que el mundo ha comenzado a vivir un agudo proceso de bifurcación y mientras una minoría se enriquece, una gran mayoría se empobrece. ¿Cómo lo hace Goldman Sachs para pagar primas exorbitantes a sus empleados? ¿De donde sale el dinero que genera las cuantiosas utilidades a Goldman Sachs? Son preguntas que intentaremos responder en este post.
Antes del estallido de la crisis de 2008, Lloyd Blankfein, CEO de Goldman Sachs, fue premiado con 75 millones de dólares en bonos. El ingreso medio de una familia de Estados Unidos en ese mismo período era de 52.670 dólares, el 0,07% de lo que ganó Blankfein. Estas ganancias gigantescas de Goldman Sachs son el símbolo más real de todo lo que está mal en el sistema financiero, y la inmensa mayoría del mundo desconoce como opera esa enorme maquinaria de Goldman para succionar el dinero de la gente. Una maquinaria colosal, que Mark Taibbi no vacila en llamar tiburón o calamar gigante. Son operaciones aparentemente simples y que incluso puede que no tengan nada de ilegales, pero que han sumido al mundo en la mayor de sus crisis y están provocando la mayor desigualdad en todo el planeta. En su artículo publicado en la revista Rolling Stone Matt Taibbi resumía la esencia de este calamar-vampiro:
“La primera cosa que hay que saber acerca de Goldman Sachs es que está en todas partes. El banco de inversión más poderoso del mundo es un vampiro chupador envuelto como un pulpo alrededor de la faz de la humanidad, succionando sin descanso con su hocico sangriento todo lo que huela a dinero. De hecho, la historia de la reciente crisis financiera, se puede ver como una historia de la rápida declinación y caída del imperio americano, se lee como un Quien es Quien de los graduados de Goldman Sachs.
Goldman Sachs describe su negocio bajo 4 grandes segmentos que son sus 4 “yoes”.
1) Banca de Inversión
Las actividades de la banca de inversión tradicional incluyen cosas tales como el asesoramiento en fusiones y adquisiciones, suscripción de ofertas públicas / colocaciones privadas, la gestión de riesgos para las empresas entre otras cosas. Esto genera una comisión por dichas actividades.
2) Servicios de clientes Institucionales
Este segmento se ocupa de las actividades de creación de mercado en los mercados de acciones, bonos, materias primas y divisas. Aquí Goldman Sachs inventa mercado creando productos con falsas expectativas. Goldman Sachs apuesta en todo. Si compra en 10 vende a 20, para comprar de nuevo 5 y vender a 8. Goldman Sachs impone los precios del mercado y son conocidas sus especulaciones con el oro y el petróleo. El momento actual es, para Goldman Sachs, uno de los más afortunados por la volatilidad que tiene el mercado donde ha desaparecido el rigor que alguna vez tuvo la palabra “precio”. Goldman Sachs inventa un precio para hoy, y otro para mañana, y esta operación le genera enormes dividendos (a río revuelto ganancia de pescadores).
3) Inversión y Préstamos
Goldman Sachs también invierte en préstamos existentes (como los bonos corporativos, o bonos de gobiernos), que dan una rentabilidad básica para financiar a los clientes importantes. Estos préstamos son a largo plazo y seguros; además de los bonos, también Goldman Sachs detina una parte de sus inversiones a la renta variable o los inmuebles.
4) Gestión de Inversiones
Esta es otra de las áreas en que Goldman Sachs mueve mucho dinero. A lo largo de sus 144 años de historia (fue fundado en 1869 por el inmigrante alemán Marcus Goldman y su yerno Samuel Sachs), Goldman ha logrado atraer a los clientes más ricos a los que siempre les retribuyó importantes ganancias. Aquí Goldman Sachs opera a sus anchas ofreciendo servicios tales como gestión de cartera o asesoría financiera. La gestión no se limita a los individuos más ricos sino también a los clientes institucionales y las corporaciones.
Haciendo el trabajo de Dios
Es bastante interesante que la mayoría de las personas asocian Goldman Sachs como un banco de inversión tradicional, pero los reportes de sus informes anuales señalan que la banca de inversión sólo genera el 15 por ciento de los ingresos netos. La gestión de Inversiones, que alcanza cifras importantes a nivel del sistema, contribuye con el 16,2 por ciento de los ingresos. La mayor parte de sus ingresos proviene de los servicios a clientes institucionales donde Goldman “Hace el trabajo de Dios”, como señaló Lloyd Blankfein cuando fue entrevistado por el Sunday Times de Londres. Este trabajo de Dios le aporta a Goldman el 68,7 por ciento de sus ingresos netos.
Esto demuestra que la mayor parte de los ingresos de Goldman Sachs (casi el 70%) no provienen de actividades de gestión de banca de inversión ni de inversiónes tradicionales, sino más bien de operaciones por cuenta propia en los mercados de acciones, bonos, materias primas y divisas y crédito. En pocas palabras, Goldman Sachs se genera un enorme flujo de dinero especulando con materias primas, subiendo o bajando el precio del oro, el petróleo, acciones de empresas, bonos de deuda soberana, divisas, materias primas, etc
El alcance y el poder sin precedentes que tiene Goldman Sachs en la economía mundial, le han permitido convertir a todo el mundo en un gigantesco vertedero de estafas, sin que ningún gobierno sea capaz de ponerle atajo. Al nivel de lo que hace Goldman Sachs, las estafas de Bernie Madoff son un juego de niños. Y mientras Madoff ha pagado con la cárcel, el descrédito y la pérdida de su familia, los ejecutivos de Goldman Sachs son venerados como si de Dioses se trataran. Y son verdaderos dioses que juegan a los dados en el gran casino del mercado hundiendo o levantando sectores económicos, apostando en un lanzamiento de dados cuanto subirá o se derrumbará el mercado y, lo más insólito, pidiendo socorro a los gobiernos cuando “algo falla” o se confunden de pista. Goldman Sachs nunca pierde.
La manipulación total que realiza Goldman Sachs del mercado ha sido denunciada muchas veces, pero nadie le pone atajo mientras el desempleo, las alzas en los combustibles o el derrumbe del sistema económico prosigue sin parar. Todo ese dinero que se pierde en los fondos de pensiones, en los sobreprecios o en la ausencia de trabajo, se lo engulle Goldman Sachs en su poderosa maquinaria de ingeniería financiera donde hace y deshace de ese mercado que muchos nostálgicos aún ven como “perfecto”. Pero se trata de una simple transferencia de recursos desde los más pobres a los más ricos. Por eso que la desigualdad va en un escalada imparable y casi irreversible. Matt Taibbi describe así la situación:
Esto lo logran usando de nuevo el mismo manual una y otra vez. La fórmula es relativamente simple: Goldman se posiciona a sí mismo en medio de una burbuja especulativa con la venta de inversiones que saben que son basura. Luego, ellos colectan grandes sumas de dinero desde la clase media y los niveles inferiores de la sociedad con la ayuda de un estado paralizado y corrupto que le permite rescribir las reglas a cambio de las monedas que el banco les lanza al patrocinio político. Por último, cuando todo queda congestionado, dejando a millones de ciudadanos en la calle, comienzan el proceso nuevamente y llegan con la caballería a rescatarnos a todos nosotros para prestarnos nuestro propio dinero a interés, luego de presentarse a sí mismos como hombres por encima de la codicia… Goldman Sachs ha estado tirando de esta misma maniobra una y otra vez desde la década de 1920, y ahora están preparándose para hacerlo de nuevo, creando lo que puede ser una burbuja más grande y más audaz todavía.
La locura del apalancamiento
Mirado desde otra perspectiva, estas son auténticas locuras “y en escala heroica”, que la inmensa mayoría de la gente ignora por la escaso interés que permite la aridez de los temas económicos. Matt Taibbi agrega:
En un capítulo de El Gran Crash de 1929, titulado “En Goldman Sachs confiamos”, el famoso economista John Kenneth Galbraith sostenía la Blue Ridge y el trust Shenandoah como ejemplos clásicos de la locura de la inversión basada en el apalancamiento. Los trusts de Goldman, escribió, eran la principal causa de accidente histórico del mercado, en dólares de hoy, las pérdidas que el banco sufrió totalizó unos 475 mil millones de dólares. “Es difícil no maravillarse de la imaginación, que estaba implícita en esta locura gigantesca”, observa Galbraith, sonando como el dicho de Keith Olbermann. “Si debe haber una locura, algo se puede decir, pero es en una escala heroica”.”
Toda esta operatoria no nace de la noche a la mañana y necesita enclaves fuertes en el poder. En 1995 Bill Clinton llamó a Robert Rubin para propiciar el crecimiento sin crear inflación y manteniendo la hegemonía del dólar. Rubin no encontró nada mejor que la alianza entre globalización y desregulación financiera. Con ello se importarían productos baratos que no dañarían los precios y se crearía una cuota de desempleo para asegurar que no hubiera tensiones salariales. La desregulación financiera y la vía libre a los derivados fue un éxito rotundo, y las empresas de Estados Unidos primero y Europa más tarde, se trasladaron felices a China aprovechando las ventajas de la globalización. En todas estas grandes operaciones estuvo siempre Goldman Sachs. Matt Taibbi recuerda:
Rubin fue el banquero prototípico de Goldman. Probablemente nació con un traje de 4.000 dólares, tenía un rostro que parecía estar permanentemente congelado justo antes de una disculpa por ser más inteligente que usted. Se convirtió casi en un cliché nacional que lo que pensaba Rubin era lo mejor para la economía – un fenómeno que alcanzó su ápice en 1999, cuando Rubin apareció en la portada de Time con el subsecretario del Tesoro, Larry Summers, y el presidente de la Fed, Alan Greenspan, bajo el título “Los hombres que salvaron al mundo” (ver A propósito de los especuladores y el gana-gana de la banca). Y “lo que Rubin pensaba”, en su mayoría, era que la economía estadounidense y, en particular los mercados financieros, estaban excesivamente regulados y debían ser puestos en libertad. Durante su permanencia en el Tesoro, en la Casa Blanca, Rubin hizo una serie de movimientos que tendrían drásticas consecuencias para la economía mundial.
El resto es historia. La desregulación financiera ideada por Robert Rubin y aplicada por Goldman Sachs ha permitido un ¿legítimo? enriquecimiento succionando al resto del mundo, hundiendo a países y ciudades, especulando con materias primas, con el oro, el petróleo, el trigo, la deuda soberana y las divisas, sin que nadie le ponga atajo. Esto es porque Goldman Sachs ¿hace el trabajo de Dios?
El Blog Salmón
31 julio 2013
Marco Antonio Moreno – Consejo Científico de ATTAC España
La misma semana en que la ciudad de Detroit se declaraba en quiebra y anunciaba un impago de 18.500 millones de dólares, Goldman Sachs declaraba jugosas ganancias muy cercanas a los beneficios obtenidos en los años previos a la crisis. Esto demuestra que el mundo ha comenzado a vivir un agudo proceso de bifurcación y mientras una minoría se enriquece, una gran mayoría se empobrece. ¿Cómo lo hace Goldman Sachs para pagar primas exorbitantes a sus empleados? ¿De donde sale el dinero que genera las cuantiosas utilidades a Goldman Sachs? Son preguntas que intentaremos responder en este post.
Antes del estallido de la crisis de 2008, Lloyd Blankfein, CEO de Goldman Sachs, fue premiado con 75 millones de dólares en bonos. El ingreso medio de una familia de Estados Unidos en ese mismo período era de 52.670 dólares, el 0,07% de lo que ganó Blankfein. Estas ganancias gigantescas de Goldman Sachs son el símbolo más real de todo lo que está mal en el sistema financiero, y la inmensa mayoría del mundo desconoce como opera esa enorme maquinaria de Goldman para succionar el dinero de la gente. Una maquinaria colosal, que Mark Taibbi no vacila en llamar tiburón o calamar gigante. Son operaciones aparentemente simples y que incluso puede que no tengan nada de ilegales, pero que han sumido al mundo en la mayor de sus crisis y están provocando la mayor desigualdad en todo el planeta. En su artículo publicado en la revista Rolling Stone Matt Taibbi resumía la esencia de este calamar-vampiro:
“La primera cosa que hay que saber acerca de Goldman Sachs es que está en todas partes. El banco de inversión más poderoso del mundo es un vampiro chupador envuelto como un pulpo alrededor de la faz de la humanidad, succionando sin descanso con su hocico sangriento todo lo que huela a dinero. De hecho, la historia de la reciente crisis financiera, se puede ver como una historia de la rápida declinación y caída del imperio americano, se lee como un Quien es Quien de los graduados de Goldman Sachs.
Goldman Sachs describe su negocio bajo 4 grandes segmentos que son sus 4 “yoes”.
1) Banca de Inversión
Las actividades de la banca de inversión tradicional incluyen cosas tales como el asesoramiento en fusiones y adquisiciones, suscripción de ofertas públicas / colocaciones privadas, la gestión de riesgos para las empresas entre otras cosas. Esto genera una comisión por dichas actividades.
2) Servicios de clientes Institucionales
Este segmento se ocupa de las actividades de creación de mercado en los mercados de acciones, bonos, materias primas y divisas. Aquí Goldman Sachs inventa mercado creando productos con falsas expectativas. Goldman Sachs apuesta en todo. Si compra en 10 vende a 20, para comprar de nuevo 5 y vender a 8. Goldman Sachs impone los precios del mercado y son conocidas sus especulaciones con el oro y el petróleo. El momento actual es, para Goldman Sachs, uno de los más afortunados por la volatilidad que tiene el mercado donde ha desaparecido el rigor que alguna vez tuvo la palabra “precio”. Goldman Sachs inventa un precio para hoy, y otro para mañana, y esta operación le genera enormes dividendos (a río revuelto ganancia de pescadores).
3) Inversión y Préstamos
Goldman Sachs también invierte en préstamos existentes (como los bonos corporativos, o bonos de gobiernos), que dan una rentabilidad básica para financiar a los clientes importantes. Estos préstamos son a largo plazo y seguros; además de los bonos, también Goldman Sachs detina una parte de sus inversiones a la renta variable o los inmuebles.
4) Gestión de Inversiones
Esta es otra de las áreas en que Goldman Sachs mueve mucho dinero. A lo largo de sus 144 años de historia (fue fundado en 1869 por el inmigrante alemán Marcus Goldman y su yerno Samuel Sachs), Goldman ha logrado atraer a los clientes más ricos a los que siempre les retribuyó importantes ganancias. Aquí Goldman Sachs opera a sus anchas ofreciendo servicios tales como gestión de cartera o asesoría financiera. La gestión no se limita a los individuos más ricos sino también a los clientes institucionales y las corporaciones.
Haciendo el trabajo de Dios
Es bastante interesante que la mayoría de las personas asocian Goldman Sachs como un banco de inversión tradicional, pero los reportes de sus informes anuales señalan que la banca de inversión sólo genera el 15 por ciento de los ingresos netos. La gestión de Inversiones, que alcanza cifras importantes a nivel del sistema, contribuye con el 16,2 por ciento de los ingresos. La mayor parte de sus ingresos proviene de los servicios a clientes institucionales donde Goldman “Hace el trabajo de Dios”, como señaló Lloyd Blankfein cuando fue entrevistado por el Sunday Times de Londres. Este trabajo de Dios le aporta a Goldman el 68,7 por ciento de sus ingresos netos.
Esto demuestra que la mayor parte de los ingresos de Goldman Sachs (casi el 70%) no provienen de actividades de gestión de banca de inversión ni de inversiónes tradicionales, sino más bien de operaciones por cuenta propia en los mercados de acciones, bonos, materias primas y divisas y crédito. En pocas palabras, Goldman Sachs se genera un enorme flujo de dinero especulando con materias primas, subiendo o bajando el precio del oro, el petróleo, acciones de empresas, bonos de deuda soberana, divisas, materias primas, etc
El alcance y el poder sin precedentes que tiene Goldman Sachs en la economía mundial, le han permitido convertir a todo el mundo en un gigantesco vertedero de estafas, sin que ningún gobierno sea capaz de ponerle atajo. Al nivel de lo que hace Goldman Sachs, las estafas de Bernie Madoff son un juego de niños. Y mientras Madoff ha pagado con la cárcel, el descrédito y la pérdida de su familia, los ejecutivos de Goldman Sachs son venerados como si de Dioses se trataran. Y son verdaderos dioses que juegan a los dados en el gran casino del mercado hundiendo o levantando sectores económicos, apostando en un lanzamiento de dados cuanto subirá o se derrumbará el mercado y, lo más insólito, pidiendo socorro a los gobiernos cuando “algo falla” o se confunden de pista. Goldman Sachs nunca pierde.
La manipulación total que realiza Goldman Sachs del mercado ha sido denunciada muchas veces, pero nadie le pone atajo mientras el desempleo, las alzas en los combustibles o el derrumbe del sistema económico prosigue sin parar. Todo ese dinero que se pierde en los fondos de pensiones, en los sobreprecios o en la ausencia de trabajo, se lo engulle Goldman Sachs en su poderosa maquinaria de ingeniería financiera donde hace y deshace de ese mercado que muchos nostálgicos aún ven como “perfecto”. Pero se trata de una simple transferencia de recursos desde los más pobres a los más ricos. Por eso que la desigualdad va en un escalada imparable y casi irreversible. Matt Taibbi describe así la situación:
Esto lo logran usando de nuevo el mismo manual una y otra vez. La fórmula es relativamente simple: Goldman se posiciona a sí mismo en medio de una burbuja especulativa con la venta de inversiones que saben que son basura. Luego, ellos colectan grandes sumas de dinero desde la clase media y los niveles inferiores de la sociedad con la ayuda de un estado paralizado y corrupto que le permite rescribir las reglas a cambio de las monedas que el banco les lanza al patrocinio político. Por último, cuando todo queda congestionado, dejando a millones de ciudadanos en la calle, comienzan el proceso nuevamente y llegan con la caballería a rescatarnos a todos nosotros para prestarnos nuestro propio dinero a interés, luego de presentarse a sí mismos como hombres por encima de la codicia… Goldman Sachs ha estado tirando de esta misma maniobra una y otra vez desde la década de 1920, y ahora están preparándose para hacerlo de nuevo, creando lo que puede ser una burbuja más grande y más audaz todavía.
La locura del apalancamiento
Mirado desde otra perspectiva, estas son auténticas locuras “y en escala heroica”, que la inmensa mayoría de la gente ignora por la escaso interés que permite la aridez de los temas económicos. Matt Taibbi agrega:
En un capítulo de El Gran Crash de 1929, titulado “En Goldman Sachs confiamos”, el famoso economista John Kenneth Galbraith sostenía la Blue Ridge y el trust Shenandoah como ejemplos clásicos de la locura de la inversión basada en el apalancamiento. Los trusts de Goldman, escribió, eran la principal causa de accidente histórico del mercado, en dólares de hoy, las pérdidas que el banco sufrió totalizó unos 475 mil millones de dólares. “Es difícil no maravillarse de la imaginación, que estaba implícita en esta locura gigantesca”, observa Galbraith, sonando como el dicho de Keith Olbermann. “Si debe haber una locura, algo se puede decir, pero es en una escala heroica”.”
Toda esta operatoria no nace de la noche a la mañana y necesita enclaves fuertes en el poder. En 1995 Bill Clinton llamó a Robert Rubin para propiciar el crecimiento sin crear inflación y manteniendo la hegemonía del dólar. Rubin no encontró nada mejor que la alianza entre globalización y desregulación financiera. Con ello se importarían productos baratos que no dañarían los precios y se crearía una cuota de desempleo para asegurar que no hubiera tensiones salariales. La desregulación financiera y la vía libre a los derivados fue un éxito rotundo, y las empresas de Estados Unidos primero y Europa más tarde, se trasladaron felices a China aprovechando las ventajas de la globalización. En todas estas grandes operaciones estuvo siempre Goldman Sachs. Matt Taibbi recuerda:
Rubin fue el banquero prototípico de Goldman. Probablemente nació con un traje de 4.000 dólares, tenía un rostro que parecía estar permanentemente congelado justo antes de una disculpa por ser más inteligente que usted. Se convirtió casi en un cliché nacional que lo que pensaba Rubin era lo mejor para la economía – un fenómeno que alcanzó su ápice en 1999, cuando Rubin apareció en la portada de Time con el subsecretario del Tesoro, Larry Summers, y el presidente de la Fed, Alan Greenspan, bajo el título “Los hombres que salvaron al mundo” (ver A propósito de los especuladores y el gana-gana de la banca). Y “lo que Rubin pensaba”, en su mayoría, era que la economía estadounidense y, en particular los mercados financieros, estaban excesivamente regulados y debían ser puestos en libertad. Durante su permanencia en el Tesoro, en la Casa Blanca, Rubin hizo una serie de movimientos que tendrían drásticas consecuencias para la economía mundial.
El resto es historia. La desregulación financiera ideada por Robert Rubin y aplicada por Goldman Sachs ha permitido un ¿legítimo? enriquecimiento succionando al resto del mundo, hundiendo a países y ciudades, especulando con materias primas, con el oro, el petróleo, el trigo, la deuda soberana y las divisas, sin que nadie le ponga atajo. Esto es porque Goldman Sachs ¿hace el trabajo de Dios?
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