13/03/2010 Irma - León
Doce menos cuarto de la mañana de un 13 de marzo cualquiera, buen momento para parar en Riaño y tomarnos un café. En el exterior cero grados de esos centígrados y escapándose la nieve, entramos en un bar cualquiera, un cliente sentado en la barra nos comenta que esperemos un poco para que nos atiendan. No hay tabernero ni tabernera, a los quince minutos llega una tabernera adentrada en años, éramos ya casi media docena de clientes, imagino que esperando todos por un café caliente, para calentar el alma, aunque sólo fuese, pero... La tabernera dijo que no podía atendernos, ya que se tenía que ir a misa, así que nosotros dos y el resto de clientes, nos fuimos por el mismo sitio que habíamos venido, con un buen puñado de carcajadas, al menos las nuestras... Por mucho Riaño nuevo y moderno que nos hayan vendido hay cosas y costumbres que no cambian, lo cual me alegra un montón. Gracias tabernera por ese momento tan entrañable, tuvimos que tomar el café en Boca de Huérgano, así de paso veía su torreón de cerca, imagino que todas sus piedras cargadas de un montón de historia, pero frías como el día y tristes por esa ruina que le acecha sin piedad. Cada rincón está cargado de encanto, el encanto lo hace sus gentes y su entorno. http://unmundofeliz-irma.blogspot.com/ Irma.-
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